Flechas y dianas para que Cupido triunfe en estas 5 escapadas gastronómicas de amor y lujo
Ni flores ni bombones. En el mes del amor, con San Valentín como día clave, te proponemos seis viajes que son un regalo para los sentidos, ¡sobre todo para el gusto!
Cupido ya revolotea en el ambiente y afila sus flechas. Con la vista puesta en San Valentín, si quieres que haga diana, olvídate de los típicos regalos cursis y ve más allá de una simple cena en un restaurante romántico. Te proponemos regalar (y regalarte) cinco experiencias en forma de inolvidables escapadas de amor, lujo y sabor. Vas a encontrar hoteles, restaurantes y destinos fuera de lo habitual, quizá porque están más cerca de lo que piensas y no se te habían ocurrido, quizá porque son absolutamente excepcionales en cuanto a concepto y excelsa cocina. Elige el que más te apetezca y no tardes en hacer tu reserva.
El Lodge Ski & Spa, Sierra Nevada (Granada)
Porque un ‘break’ para esquiar en plena temporada se merece siempre un sí rotundo. El Lodge Ski & Spa es uno de los poquísimos refugios de lujo en la nieve en España y es, probablemente, el más especial. Este año, además, celebra su décimo aniversario. Si Felipe VI y la alta sociedad lo eligen por algo será. Tienen mucho que ver en ello sus nueve habitaciones y doce suites, todas con jacuzzi y acceso directo a la piscina exterior climatizada, que es un sueño envuelto en blancura. Sus paredes de madera finlandesa acogen un diseño cien por cien nórdico de Andrew Martin. Cuero y piel dan ese aire de delicioso confort invernal que se incrementa con la espectacular panorámica que se divisa desde todas las estancias.
El Lodge, bajo el paraguas del Grupo Marbella Club, se encuentra a pie de pista y en él se disfruta, asimismo, de una fantástica gastronomía. El restaurante clave es The Grill, especializado en carnes de caza y suculentos guisos para recuperarse de las intensas jornadas deslizándose por la nieve. Su aperitivo après-ski al calor de la chimenea es el plan más cool de la zona.
Abadía Retuerta LeDomaine, Sardón de Duero (Valladolid)
No nos negarás que una bellísima abadía del siglo XII es un escenario incomparable para celebrar el amor. Rodeados de viñedos, en plena Ribera del Duero, descubriréis un hotel de cinco estrellas con todo lujo de detalles, por algo es habitualmente reconocido como uno de los mejores de Europa (y damos fe). Entre lo románico y las piezas de arte contemporáneo, manteniendo la paz monacal, cualquiera de sus habitaciones con mayordomía y exquisitas atenciones conseguirá avivar la llama hasta extremos insospechados sin daros cuenta del paso del tiempo. Tan solo seréis conscientes de ello por los cambiantes cielos que veréis a través de los ventanales, repletos de estrellas en las noches.
Para recuperar fuerzas, su restaurante El Refectorio, con una estrella Michelin y candidato seguro a la segunda, ofrece cocina contemporánea enraizada en la región y maridada con los vinos de la bodega propia, una de las más destacadas del país. El chef Marc Segarra es un genio reinterpretando el terruño y hay que visitarle después de un paseo guiado por la propiedad. Su spa, por cierto, es un Santuario, con mayúsculas, que genera devoción con aguas y tratamientos de infinitas propiedades.
La Torre del Visco, Fuentespalda (Teruel)
Una fortaleza del Maestrazgo Templario, en la llamada Toscana patria, surcada por el río Matarraña y cerca de algunos de los pueblos medievales más bonitos de España. En este hotel, el tiempo también se detiene. Aparece entre el afluente Tastavins y las montañas de Beceite, al final de una extensa pista de tierra donde no ha llegado el fragor de la vida moderna. Su exclusividad radica precisamente en su aislamiento. Sobran televisiones y teléfonos. Las horas circulan en sus librerías, en una fantástica bodega que pasa a ser de cada cliente que se aloja, en su piscina panorámica (en temporada) mirando a un imponente alrededor que se pasea al caer la tarde, a pie, a caballo o en bicicleta.
También en su cocina, cómo no, donde los desayunos (salivamos recordando su tarta de queso) se comparten con los escasos huéspedes. Y, por supuesto, en su restaurante El Visco, en el que los almuerzos en la terraza, si el tiempo acompaña, o las cenas a la luz de las velas se nutren, asimismo, de los propios cultivos que supervisa y recoge Rubén Catalán. Tanto que por ello luce orgulloso una estrella verde Michelin. No lo sueñes, reserva. Reabre justo el 17 de febrero.
Molino de Alcuneza, Sigüenza (Guadalajara)
A apenas un precioso paseo en bicicleta de la histórica ciudad de Sigüenza, a una hora en coche de Madrid, se encuentra este pequeño Relais & Châteaux del que uno no quisiera volver nunca. Molino de Alcuneza es un hotel boutique familiar, un antiguo molino harinero del siglo XV que os hará sentir como en casa, como parte de la familia Moreno. Su cocina, a cargo de Samuel, es un guiño a su tierra, a su huerto y un imprescindible en la zona sobre el que brilla, con todo merecimiento, una estrella Michelin. Su bodega, que comanda Blanca, su hermana y directora, con varias referencias autóctonas, igual que su despensa, también es todo un descubrimiento.
Despertar en sus acogedoras habitaciones y disfrutar de uno de los desayunos más destacados de España es asignatura obligatoria si aún no lo habéis probado. Para terminar de relajarse, tras una impepinable visita a la cuna de El Doncel, cuenta con un pequeño spa con zona de aguas y tratamientos.
Valdepalacios, Torrico (Toledo)
Para sentirse parte de una privilegiada aristocracia, nada como este maravilloso hotel también muy cercano a Madrid. Se puede, incluso, llegar en tren a la preciosa ciudad de Oropesa y desde allí solicitar un coche a la propiedad. Esta se encuentra en una regia finca de caza de 600 hectáreas que cuenta con una mansión de gran lujo con un coqueto spa y excelente restaurante. Sus fogones se nutren de las materias primas que lo rodean, tratadas con total fineza por el chef David Muñoz.
Aquí os sentiréis como en la casa de campo que siempre quisisteis tener. Sus amplias y luminosas habitaciones clásicas, en la casona del siglo XIX o esparcidas por el jardín, os proporcionarán la desconexión que necesitáis con ese estilo exquisito a la campiña inglesa. Sus majestuosos salones con chimenea os facilitarán la lectura de esos libros pendientes (si es que os queda tiempo para leer) y en sus exteriores podréis dar largos paseos, explorar la fauna circundante en un peculiar safari y hasta parar a hacer un pícnic de ensueño.
Cupido ya revolotea en el ambiente y afila sus flechas. Con la vista puesta en San Valentín, si quieres que haga diana, olvídate de los típicos regalos cursis y ve más allá de una simple cena en un restaurante romántico. Te proponemos regalar (y regalarte) cinco experiencias en forma de inolvidables escapadas de amor, lujo y sabor. Vas a encontrar hoteles, restaurantes y destinos fuera de lo habitual, quizá porque están más cerca de lo que piensas y no se te habían ocurrido, quizá porque son absolutamente excepcionales en cuanto a concepto y excelsa cocina. Elige el que más te apetezca y no tardes en hacer tu reserva.