Plásticos reutilizados y técnicas cesteras dan luz a las lámparas más concienciadas (y chulas)

Hay quienes transforman su creatividad en maravillosos trabajos de artesanía, objetos para ser admirados y disfrutados en el día a día. Otros, además, se aventuran a transformar el mundo, a sembrar en la conciencia de quienes les rodean una semilla de inspiración y cambio. Un perfecto ejemplo de todo esto es Álvaro Catalán de Ocón, quien ha decidido arrojar algo de luz a un problema medioambiental global: los residuos de plástico.

Este diseñador industrial combina la cestería y la reutilización de botellas PET para crear lámparas tan espectaculares como llamativas, y lo hace en colaboración con comunidades de artesanos de América del Sur, África, Asia y Oceanía, lugares en donde la tradición ancestral textil sigue arraigada.

Es así como ha conseguido darle una segunda vida al plástico, con colecciones tan distintas como Eperara-Siapidara, realizada en Colombia; Chimbarongo y Mapuche, en Chile; Abyssinia, en Etiopía; Pikul, en Tailandia; Kyoto, en Japón; Bolgatanga, en Ghana, y Ramingining, en Australia. Cada una de estas lámparas es única gracias a las técnicas aplicadas, los patrones, la diversidad de los materiales, la amplia gama de texturas, colores y la cultura de las manos expertas que las tejen.

Este 2023 se han cumplido diez años de su labor y para conmemorarlos el estudio madrileño ACdO orquestó una muestra retrospectiva. En ella, viajó al origen de las diferentes lámparas a través de fotografías inéditas nacidas en las montañas del Cauca, pasando por la capital chilena del mimbre llamada Chimbarongo, en el corazón de la exuberante Araucanía, la remota Bolgatanga en Ghana, la antigua Abyssinia en Etiopía y Phanat Nikhom en Tailandia hasta llegar a la comunidad aborigen australiana de Ramingining.

Con este relato visual, PET Lamp promete sumergir al público en una década de diseño, experimentación y aprendizaje intercultural. Ahora queremos conocer un poco más a este diseñador madrileño, sinónimo de sostenibilidad, sencillez y elegancia.

Así empezó todo

Después de completar sus estudios en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid, Álvaro decidió comenzar su preparación en diseño industrial en el Instituto Europeo de Design en Milán, graduándose con honores en la Central Saint Martins College of Art and Design en Londres. Lo más curioso fue la forma en la que nuestro protagonista descubrió su vocación.

“En medio de mis estudios de Empresariales hice la mili (debí ser de los últimos), y aunque ya lo intuía desde antes, fue entonces cuando tomé la decisión: no quería pasar mi vida en una oficina. Decidí que mis inquietudes creativas no se iban a reducir a entretenimientos de manualidades para los fines de semana, sino en mi manera de entender el mundo y de ganarme la vida. Acabé empresariales y me fui a Milán y a Londres, donde me formé como diseñador industrial”.

Principales obstáculos

Sin duda, este creador es experto en buscar soluciones a cualquier problema, y fue así como en 2013 fundó la sociedad Autoproducción y Comercialización de Objetos S.L. (ACdO), empresa de apoyo al estudio para autoproducir y distribuir sus proyectos más personales.

“Todo son obstáculos y de lo que se trata es de ir superándolos y encontrando soluciones. Un problema bien planteado no es un problema, y en el diseño esto es especialmente relevante. Es a lo que nos dedicamos, a resolver problemas”.

Tus errores

De mente inquieta, admite que uno de sus principales errores consiste en no saber decir que no. “Al final estoy siempre con la sensación de no llegar como quisiera”.

Tus aciertos

Su respuesta no sorprende, especialmente cuando sabes lo mucho que le gustan los retos: “No saber decir que no, y siempre encontrar oportunidades hasta en lo más inesperado”.

Una anécdota

“El momento en el que tuve la idea para las PET Lamp. Charlando de madrugada en Bogotá con mi amigo artista Luis Carlos Tovar. Fue un chispazo, una idea muy sencilla pero llevada a su extremo. Luego ya todo fue saliendo rodado a lo largo de los últimos diez años”, explica casi con nostalgia.

La clave de tu éxito

“Ser paciente y no tener un plan B. Y, por supuesto, contar con un gran equipo y dos amigos socios”, algo en lo que coinciden todos los protagonistas de nuestros Negocios con alma, en la importancia de rodearse de gente con talento y aprender a delegar y a confiar.

Tu día empieza con…

“Soy de despertar lento. Me gusta empezar leyendo las noticias, recién duchado y con un buen café”.

Y acaba con…

“Repasar lo que tengo que hacer el día siguiente. Esto hace que duerma un tanto intranquilo”, confiesa.

Consejo para emprendedores

“Estar siempre alerta, las 24 horas. Emprender es un modo de vida, no un trabajo. Es vocacional, tienes que lanzarte a la piscina y luego aprender a nadar. Si no lo logras a la primera, será a la segunda o a la tercera, y si nunca lo consigues, que te quiten lo ‘bailao”.

¿Ha merecido la pena luchar por tu sueño?

“¡Claro!, aunque sigo luchando. Aún no sé cuál es mi sueño. Supongo que será seguir siendo libre y que mi trabajo llegue y comunique con la gente”, admite con una sonrisa.