¿Sigue siendo Marbella 'el sitio' en el que ver y dejarse ver? Analizamos sus templos de ocio

Tienen sello propio y presumen de imprescindibles si lo que se quiere es experimentar el estilo de vida —sofisticado y cosmopolita— marbellí. Santuarios de obligada visita en los que ver y dejarse ver. Locales en los que el espectáculo, la diversión y la buena gastronomía están garantizaos. Para muchos siguen siendo los templos de moda, a medio camino entre la rutilante jet set de antaño y el hippy chic contemporáneo. Tiempo de tomarles el pulso con criterios de hoy.

Nota Blu

Nota Blu, de Casanis Group, es el local favorito de Eva Longoria cada vez que aterriza en Marbella. Un lugar icónico y con mucha historia, ya que sus paredes albergaron la antigua sala Meridiana. Nota Blu toma su nombre inspirándose en el mítico sello discográfico Blue Note especializado en jazz. El exfutbolista Zazou Belounis, su propietario, es el artífice de un espectacular concepto que nos lleva de la cena en Nota Blu New Brasserie a su Blu Bar para deleitarnos con los mejores pianistas interpretando grandes partituras de todos los tiempos. Un lugar tremendamente elegante con vocación de restaurante-museo gracias a la rotación de obra de artistas internacional, como Joseph Klibansky.

Una impresionante cocina vista de 350 metros cuadrados acapara todas las miradas. La solicitadísima terraza, repleta de vegetación y obras de arte, es otro de los epicentros de Nota Blu. Sofisticación, servicio exquisito, gastronomía y arte son los hilos conductores de esta nueva apuesta que, en palabras de la mismísima Eva Longoria, “activa todos los sentidos”. Contribuyen en ese objetivo una bodega superlativa con más de 3.000 referencias.

Casanis Group comenzó su particular conquista marbellí en 2018. Hoy, junto a Nota Blu, Zazou Belounis también presume de La Plage Casanis —el sunset de moda en Marbella— y de Mamzel —en el espacio de la antigua Finca Besaya, donde disfrutar de una fantástica gastronomía-fusión y exóticos espectáculos—.

Trocadero Playa

Trocadero es, por sí solo, sinónimo de lujo. Otra cita obligada con forma de beach club, alta gastronomía y encuentros culturales. Hablar de Trocadero es hablar del impulso imparable de Dionisio Hernández Gil, su propietario, y del futbolista Cristiano Ronaldo, que cuando lo visita no se pierde el arroz de la casa. Trocadero es también punto de referencia gracias a los encuentros culturales que allí tienen lugar, como la presentación del último libro del aristócrata José María Finat —'Filomena y los linces'— en compañía de Francisco de Borbón, duque de Sevilla. Un foro en el que han comparecido escritores como Zoé Valdés, Vanessa Montfort, Marta Robles, Pilar Eyre o Javier Sádaba.

En Trocadero, situado en la playa de Río Real, impera una atmósfera de inspiración africana. El interior cuenta con reservados para eventos privados, mientras que su innovadora terraza a pie de playa, con hamacas y tumbonas, suele ofrecer conciertos de música cubana. Trocadero apuesta por una cocina de producto esencialmente mediterránea con acertadas influencias asiáticas. Mención y aplauso aparte merece su carta de combinados, más que perfectos para puestas de sol inolvidables.

Playa Padre

Playa Padre, del Grupo Mosh, supone un antes y un después en el verano marbellí. Su apuesta es clara: elevar el concepto beach club a cotas nunca antes vistas en el Mediterráneo español. Celebridades e influencers de todo el mundo lo saben y han hecho de Playa Padre su particular oasis-fortaleza. Un buen representante de su clientela más fiel podría ser Erling Haaland, jugador del Manchester City.

En Playa Padre, el tiempo se detiene y solo importa el aquí y el ahora (y eso no tiene precio). Palmeras, arena blanca y el mar azul conforman un paisaje idílico en el que relajarse y disfrutar gracias también a una estupendísima oferta gastronómica, una sofisticada carta de cócteles y la mejor música electrónica del momento mezclada por DJ internacionales.

Por cierto, los domingos de Playa Padre son mucho más que una gran fiesta.

99 Sushi Bar Anantara Villa Padierna

Desde que el Grupo Bambú, referente en gastronomía japonesa en España, aterrizase con su marca estrella 99 Sushi Bar en el hotel Anantara Villa Padierna, el cartel de completo tiende a no descolgarse de la puerta. Por ello recomendamos pedir cita con bastante antelación para poder ocupar una de sus mesas y compartir espacio y noche con, por ejemplo, las mellizas de Julio Iglesias, Victoria y Cristina, o Tamara Falcó. El local cuenta con atmósfera que remite al clasicismo inglés, combinado con piezas de inspiración oriental como jarrones, tapices y numerosas obras de arte.

La culinaria de 99 Sushi Bar despliega los más auténticos sabores japoneses siguiendo una estricta filosofía de respeto por el producto y el uso de las técnicas tradicionales. Dirigiendo esta gran orquesta, el chef ejecutivo Ángel Sánchez. 99 Sushi Bar cuenta con un reservado idóneo para grupos de hasta ocho personas y un salón principal con capacidad para 45 comensales. Mención aparte merece la barra del sushiman, todo un espectáculo.

Clubhouse del Marbella Club

El Clubhouse del mítico Marbella Club se ha convertido en un punto de encuentro en el que compartir experiencias gastronómicas, de ocio y compras con acento local. El último en disfrutar de este concepto ha sido Michael Jordan, que se fue más que encantado. La decoración evoca el ambiente tranquilo y relajado de un pueblo andaluz, pero con toques sofisticados.

Clubhouse ofrece experiencias con regusto mediterráneo en todas y cada uno de sus ambientes, como el restaurante El Patio, Rudi's Bar o La Bodega. La música y el baile después de la cena son otro de sus grandes reclamos. Sin embargo, quien no quiera bailar podrá refugiarse en Rudi’s Bar, un acogedor y bohemio refugio en el que jugar una partida de backgammon o escuchar música en vivo con un excelso cóctel en la mano.

Un guiño total al conde Rudi von Schönburg, el primer director general del hotel, quien, a sus ochenta y muchos años, sigue organizando allí sus partiditas.