Y hablando de comer, uno de los innegables encantos para quien visita Málaga es que su oferta gastronómica es tan rica y variada que contempla desde los bares y tabernas que salen al paso al doblar cualquier esquina y donde se pueden disfrutar las mil facetas de la cocina marinera, hasta las nuevas apuestas de cocina más innovadoras.
Cuando el buen tiempo se instala y estamos de vacaciones, ¿puede haber mejor plan que volver de darse un baño en el mar, sentarse en un chiringuito y que te reciban con un ajoblanco, una ensalada de bacalao y unos espetos o un plato de coquinas? Solo con pensarlo te chupas los dedos. Pero el plan puede mejorar. Porque después del postre y el café toca honrar ese mágico momento que es la sobremesa, copa en mano, a la sombra, disfrutando de la mejor tertulia.
Para que esa copa de sobremesa sea perfecta, lo ideal es recurrir a un ingrediente estrella que sea suave y refrescante. Ese toque maestro existe y se llama Larios 12, una ginebra mítica de Málaga, llena de matices.