Mapeamos la Ruta del vino de Rueda: bodegas, gastronomía y música entre viñedos
Hay una serie de planes tan perfectos a la vuelta de la esquina que, quizá por su proximidad, no somos capaces de valorar como merecen. Enmendamos nuestros pecados visitando una de las D.O. que más amamos: la de Rueda
Empezaremos nuestra singladura por los pueblos y viñedos de Rueda con un plan —perfecto y musical— fijado para este viernes 21 de julio: ‘Atardecer al son del vino’. Esta nueva iniciativa de la Ruta del vino de Rueda plantea una propuesta enogastronómica diferente. Une a artesanos locales de la buena mesa y bodegueros para hacer vivir a quien se acerque hasta la localidad de La Seca una experiencia mágica entre viñedos. De fondo, la música en directo de Wine Notes poniendo banda sonora a un memorable atardecer veraniego.
El dúo Wine Notes incluye a Henar López, vinculada al mundo del vino desde hace 15 años. Henar es sumiller por la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez de Valladolid y especialista en vino y comercio exterior; por lo demás cuenta además con una gran voz. Junto a ella, Gele Rodrigo, licenciado en Guitarra Clásica por el Conservatorio Superior de Salamanca y amante del buen vino
La Seca, municipio de gran tradición vinícola, es el elegido para estos ‘Atardecer al son del vino’ por sus pequeños ‘majuelos’, como se conoce localmente al viñedo. Parajes singulares con encanto, propiedad de familias bodegueras fuertemente arraigadas en un pueblo que puede presumir de la mayor superficie de viñedo de Castilla y León.
Las entradas, disponibles en Ruta del Vino de Rueda, incluyen transporte desde Valladolid, así como cinco vinos y cinco tapas elaboradas con materias primas de kilómetro cero. “Con ‘Atardecer al son del vino’ queremos animar a los enoturistas para que conozcan la riqueza paisajística de nuestra Ruta y puedan descubrir un sinfín de propuestas en torno a un viñedo, desde paseos en bici o a caballo, hasta pícnics o música en directo”, explica Cristina Solís, gerente de la Ruta del Vino de Rueda.
Viñedos, pinares, encinares y la omnipresencia del río Duero conforman un paisaje único que merece esta y todas las visitas. Rutas ecuestres, senderismo y cicloturismo a lo largo de más de 40 kilómetros de recorrido para adentrarse en el suelo cascajoso del viñedo lasecano, los preciosos pinares de Rueda o la historia, por ejemplo, de Tordesillas o el Castillo de la Mota, en Medina del Campo.
Un Rueda, por favor
Ubicada en pleno corazón de Castilla y León y circunscrita a la Denominación de Origen Rueda, la Ruta del Vino de Rueda se extiende a lo largo y ancho del margen izquierdo del Duero sobre paisajes dominados por bosques, campos de cereales y viña. Con una población de 65.000 habitantes, comprende 23 municipios y una mancomunidad en la que se enclavan cerca de 30 bodegas visitables. La Ruta del Vino de Rueda agrupa a unos 150 socios dedicados al turismo de calidad entre bodegas, restaurantes, alojamientos singulares, productores artesanos o tiendas gourmet. Esta es una de las 36 rutas del vino de España con las que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo busca fomentar aproximaciones de calidad en torno al vino.
Nuestra propuesta para un fin de semana diferente es la siguiente. Llegamos a Valladolid a primera hora de la tarde un viernes ávido de nuevas experiencias. Los responsables de la Ruta nos trasladan a los viñedos y a bodega de Javier Sanz Viticultor, un proyecto reconocido en la zona por su apuesta por el terruño, con foco en los viñedos centenarios y en la recuperación y puesta en valor de variedades autóctonas, así como por su defensa del patrimonio rural. Un proyecto enoturístico realmente singular que culmina con una cata llena de sorpresas en la Orden Tercera, una capilla de la orden franciscana, desacralizada y rehabilitada por Sanz, que ahora acoge eventos de estas características.
Tordesillas, historia viva
Tras esta primera visita nos instalaremos en el Parador de Tordesillas. Cenar en la muy ilustre, antigua, coronada, leal y nobilísima villa de Tordesillas no requiere reservas previas. En torno a su porticada Plaza Mayor afloran restaurantes y casas de comidas muy dispuestos a ofrecer lo mejor de sus cartas con sabor local. Por cierto, Tordesillas fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1977.
El sábado, de buena mañana, se impone visitar el Real Monasterio de Santa Clara, un antiguo palacio real que presume de ser uno de los mejores ejemplares de arte mudéjar de Castilla y León. Fundado en 1363 sobre un convento de clarisas por la infanta doña Beatriz, hija del Rey Pedro I de Castilla, este edificio muestra la admiración de los reyes cristianos por el lujo y la sofisticación de la cultura andalusí. De hecho, sus baños árabes están claramente emparentados con los de otras edificaciones del siglo XI en Levante y Andalucía. Fue declarado Patrimonio Nacional en 1931.
Otra visita obligada en la de Las Casas del Tratado, edificio que alberga un museo para entender lo fue y significó el Tratado de Tordesillas, firmado el 7 de junio de 1494 por Isabel y Fernando, reyes de Castilla y de Aragón, y Juan II de Portugal. Ese día de hace hoy 529 años, Castilla y Portugal se repartieron el mundo y sus zonas de navegación. El Tratado de Tordesillas es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2007.
Abandonamos la muy ilustre, antigua, coronada, leal y nobilísima villa caminando sobre el puente del Duero. Aunque no existe una referencia exacta sobre su construcción, sus arcos apuntados indican que tiene un origen medieval. Una gran obra de sillería con diez espectaculares ojos que transmite historia y solidez en dosis iguales.
La Botica, en Matapozuelos
La siguiente parada nos lleva hasta La Botica, en Matapozuelos, un restaurante con mucho sabor local y una muy merecida estrella Michelín. El chef Miguel Ángel de la Cruz desarrolla una cocina de paisaje, sutil, contemporánea y muy personal que se alimenta de ingredientes del entorno, como raíces, hierbas o piñones, entre otros. Su fantástica bodega, gestionada por Alberto de la Cruz, hermano del chef, incluyendo referencias internacionales y nacional con especial predilección por joyas de la D.O. Rueda.
Tras la comida, toca visitar la Bodega Campo Elíseo, en La Seca, el primer proyecto del gran enólogo francés François Lurton en la D.O. Rueda. Ubicada en una casa solariega del siglo XVII cuyo subsuelo cuenta con unas impresionantes galerías excavadas a diez metros de profundidad, en Campo Elíseo practican técnicas singulares e innovadoras para la elaboración de sus vinos bajo tierra.
Equilibrio térmico y métodos de fermentación en huevos de hormigón, barricas de roble francés o foudrés son parte de la clave de su éxito. Además de la uva verdejo, François Lurton trabaja otras variedades reconocidas por esta D.O. como la sauvignon blanc. Con esta última elabora Harmonia Sauvignon Blanc 2020, que no solo es el vino más singular de su bodega, sino también, posiblemente, el más exclusivo de Rueda.
Castillo de la Mota
Siguiente parada en el camino: Medina del Campo para visitar esa preciosa y orgullosa joya que sigue siendo el Castillo de la Mota. Aquí tuvo lugar el pasado mes de junio una de las degustaciones adscritas a la iniciativa ‘Catas singulares en lugares únicos’, iniciadas en 2022. Con estas iniciativas, la D.O. Rueda pone en valor su patrimonio histórico, cultural y natural de una forma original. Hablamos de unas catas muy simpáticas y cercanas en las que el diálogo entre el público, enólogos y queseros artesanos bien merece la visita.
Si todo esto ha despertado en ti un alto interés, no dejes de consultar las fechas de las próximas ‘Catas singulares en lugares únicos’.
Últimas horas en la D.O. Rueda
Llega el domingo, pero aún queda mucho que ver. Por ejemplo, en Tordesillas, las Bodegas Muelas, unas cuevas subterráneas con mucha historia, en pleno centro de villa, en las que elaboran vinos blancos jóvenes, blancos sobre lías y blancos generosos; vinos rosados; vinos tintos jóvenes y de crianza; y el producto más innovador, Velay, el primer vermut de Valladolid. La Pastelería Galicia, fundada en 1850, obliga a comprar una caja de sus deliciosos polvorones El Toro. Y quien dice un polvorón, dice una deliciosa leche helada de Heladería Baonza, en la esquina nordeste de la plaza porticada.
Antes de regresar a Valladolid para que el tren nos devuelva a nuestras vidas sin viñedos, bien merecemos una última comida en El Sarmiento, en la localidad de Serrada. Cocina tradicional centrada en carnes y pescados a la brasa de sarmiento.
Así sabe Rueda: mucho y bien.
Empezaremos nuestra singladura por los pueblos y viñedos de Rueda con un plan —perfecto y musical— fijado para este viernes 21 de julio: ‘Atardecer al son del vino’. Esta nueva iniciativa de la Ruta del vino de Rueda plantea una propuesta enogastronómica diferente. Une a artesanos locales de la buena mesa y bodegueros para hacer vivir a quien se acerque hasta la localidad de La Seca una experiencia mágica entre viñedos. De fondo, la música en directo de Wine Notes poniendo banda sonora a un memorable atardecer veraniego.
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