Nekane Jiménez o cómo crear artesanía, original y sostenible, con papel y un bisturí

Cuando no entiendes otra forma de expresión que no sea la cadencia que dan el color, una nota musical o un trazo que baila con las sombras, es cuando encuentras la manera de dar salida a todo ese mundo interior que, por momentos, te desborda. Nekane Jiménez 'Neka' es de ese tipo de personas. Con la sensibilidad en la punta de los dedos y con tanto que expresar, tuvo que elegir entre la música o la pintura. Se impuso la segunda.

Estudió Bellas Artes en Salamanca y, poco a poco, fue cambiando los pinceles y las telas por el bisturí y el papel durante un postgrado de diseño e ilustración que hizo en Barcelona. Neka es una artista que utiliza el papel a capricho. Lo recorta, lo pega, lo dibuja, lo pinta, lo rasga y lo une para crear composiciones estéticas que juegan con la textura y el color.

Una de sus técnicas favoritas es el papercut, cuyo uso se remonta al siglo V ante de Cristo en China. Así, realiza figuras con el empleo de la línea continua, originando piezas totalmente autónomas. Todo un reto que exige a nuestra protagonista toda su capacidad de concentración y previsualización. En una primera fase ejecuta el diseño de forma digital, para después plasmarlo en una cartulina y cortarlo con la precisión quirúrgica de un bisturí.

Neka solo ve posibilidades en cualquier pedacito de papel. Hoy nos cuenta cómo han sido los inicios de su firma, 100% artesanal, sostenible y altamente inspiradora.

Así empezó todo

“Todo empezó con las manos de mi bisabuela. Yo era muy pequeña cuando, sentada en un sillón a su lado, veía cómo le daba forma con sus manos a un jarrón de cerámica en su salón. Ella tenía 90 años y yo apenas 6, pero ya sabía que de mayor quería ser como ella”.

Principales obstáculos

“Los obstáculos han ido cambiando como ha ido cambiando mi vida, tanto en lo personal como en lo laboral. Pero si ahora mismo tuviera que nombrar uno en concreto sería la inestabilidad que existe en el mundo emprendedor. Me aterra, y es algo a lo que creo que no me voy a acostumbrar nunca. La montaña rusa del bienestar económico no me hace ningún bien”.

“Por otro lado, estoy en la edad de crisis, o eso dicen de los 30, y la verdad que se deja ver en ciertos aspectos de mi trabajo. Se nota que ha cambiado el cuento desde que no estoy en los maravillosos veinte”.

Tus errores

“No me gusta ver los errores como tales, quizás prefiero verlos como aprendizajes, y de esos tengo una larga lista que crece constantemente, cada día diría yo”. (Risas).

Tus aciertos

“Lo mismo me ocurre con los aciertos. Para mí son todas experiencias, y pienso que distingo y valoro lo positivo gracias a las veces que me he equivocado. ¡Bienvenidos sean los errores! Seguro que la siguiente vez sean cometeré menos”.

Una anécdota

“Tengo muchas anécdotas y aparecen en mi cabeza según el momento. Haciendo esta entrevista he recordado algo curioso que me ocurrió una vez en la inauguración de una exposición colectiva de la que formaba parte en Salamanca. Nada más entrar en la sala fui directa a ver cómo habían colocado mi pieza expuesta, estaba en el último año de carrera, me había especializado en la pintura informalista, por lo que me habían seleccionado un gran cuadro”.

“Cuando llegué vi que tenía en uno de los laterales algo de suciedad, así que mi alarma de limpieza me hizo frotarlo con el dedo para dejarlo limpio para los asistentes. Le faltó tiempo a la persona de seguridad para acercarse y decirme que estaba totalmente prohibido tocar las piezas, y que me invitaba a abandonar la sala inmediatamente”.

“Tuve que dar mil explicaciones sobre que yo era la autora de ese cuadro y que solamente estaba puliendo unos detalles de la limpieza. Hasta que no comprobó mi documento de identidad con los detalles de los artistas de la exposición, no pude volver adentro y seguir disfrutando del evento y de mi cuadro limpio como una patena”.

La clave de tu éxito

“Me resulta un poco extraño aplicar el término éxito a mi trabajo, aunque lo agradezco porque eso quiere decir que gusta. No tengo muchos trucos, creo que no perder las ganas de crear cosas nuevas y de seguir creciendo profesionalmente es importante. El éxito es algo relativo, dependemos mucho de factores externos que, en la mayoría de ocasiones, están fuera de nuestras manos”.

“Hay que pelear con ilusión a diario, porque nunca sabes cuándo pueden llegar esas cosas buenas que le van a dar un empujón a tu carrera”

Tu día empieza con…

“Desde hace tres años, mis jornadas arrancan con un peculiar despertador. Mi gata me obliga a levantarme con diversas estrategias para que le abra la ventana. Ella es feliz con su libertad, pero yo, según el día, no tanto”. (Risas).

“Me gusta desayunar rico, con fruta y café, leer o hacer Pilates para mi espalda —el trabajo y las horas en la misma postura pasan factura—. También muchas mañanas me voy a dar una vuelta por los caminos para ver despertar el campo”.

Y acaba con…

“Mi día acaba siempre con un sueño terrible, soy una persona madrugadora por culpa de mi gata, y porque me gusta más el día que la noche. Algún capítulo de la serie que esté viendo o un rato con un libro suelen poner el cierre a mi día”.

Consejo para emprendedores

“Que sean siempre conscientes de lo que quieren conseguir, de lo que les hace felices, y saber también cuándo es tiempo de tomarse un descanso. Estos tres consejos son importantes para mí, por eso los comparto con todos aquellos que estén emprendiendo en algún mundo creativo maravilloso”.

¿Ha merecido la pena luchar por tu sueño?

“Todavía no siento que haya cumplido un sueño, quizás porque mi ideal sería vivir en Portugal, comer guisantes del campo y que mi gata volviera a casa a las nueve de la noche sin sacarme de quicio”. (Risas).

“De momento sigo despertándome cada día sin perder las ganas de crear con el papel y de seguir creciendo profesionalmente, esté en la parte de arriba de la montaña rusa o en la más baja. Así que seguiré soñando con Portugal y quizá algún día pueda tener allí un lugar donde producir”. Brindamos por ello.