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Radiografía del gin-tonic, trago invicto que sobrevive a modas y cataclismos, en Madrid
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Radiografía del gin-tonic, trago invicto que sobrevive a modas y cataclismos, en Madrid

Visitamos seis barras tras las que la bebida inglesa más universal se prepara mejor que en el mismísimo Reino Unido. Desde su nacimiento, hace más de cuatro siglos, hasta su presente e imbatible boom, ¡los hemos probado todos!

Foto: La fiebre del gin-tonic en España ha hecho de este el combinado más popular. (Cortesía)
La fiebre del gin-tonic en España ha hecho de este el combinado más popular. (Cortesía)

El gin-tonic es, probablemente, el combinado inglés más exportado al mundo. Sin embargo, a pesar de su fama allí, es curioso saber que el origen de la ginebra, su destilado base, no está en Reino Unido, sino en Holanda. Fue en este país, en el siglo XVII, cuando surgió con un fin medicinal y para nada recreativo: se inventó como posible cura al malestar digestivo y renal. ¿Cómo la conocieron los británicos? En las guerras anglo-neerlandesas. A la vista está que les gustó.

El cóctel como tal, el gin-tonic, vendría después. La base de la receta fue ideada por y para el ejército de la Compañía Británica de las Indias Orientales en India. La malaria era y es un problema persistente, por lo que en torno al año 1700 el médico escocés George Cleghorn estudió cómo la quinina, una cura tradicional para la enfermedad, podía usarse para prevenirla. Así, se empezó a beber en agua tónica, pero el sabor era demasiado amargo. Por ello los oficiales, ya a principios del siglo XIX, empezaron a agregarle una mezcla de azúcar, lima y ginebra para hacerla más apetecible. ¡Y tanto!

placeholder Últimos toques a un gin-tonic en Macera. (Cortesía)
Últimos toques a un gin-tonic en Macera. (Cortesía)

En España, el gin-tonic nunca se había asociado a lo ‘cool’ hasta el estallido de las ginebras premium hace más de una década. Desde entonces no solo bares, también las mejores coctelerías se afanan por ofrecer su variante estrella trabajando con decenas de ginebras, entre las que uno pierde la cuenta, por cantidad y por los efectos que provocan… Acompáñanos a algunos de nuestros sitios favoritos de Madrid para brindar con un buen gin-tonic.

Jack’s Library

¿Es una floristería? ¿Es un anticuario? ¿Es una tienda de decoración? Sí y no. Es el espacio del escocés Murray MacDonald, quien cuenta que su abuela regentó hasta tres floristerías en Estados Unidos y su abuelo, una librería. Él ha juntado ambas inspiraciones, su pasión y buena mano con la coctelería, ya demostrada en su contiguo Ficus, y ha creado una floristería que por la noche, y tras cruzar un secreto espejo trasero, se convierte en un elegantísimo clandestino a la media luz de las velas.

placeholder Cruzando una puerta trasera se accede a Jack's Library, en Salesas. (Cortesía)
Cruzando una puerta trasera se accede a Jack's Library, en Salesas. (Cortesía)

Solo se puede acceder con reserva y código secreto. En el interior, entre libros, chimeneas y butacones, combinados de nivel con nombre propio y la esencia de George Orwell, Jane Austen o Hemingway. Su selección de ginebras y botánicos es magnífica y sus tablas de cortes fríos para picar algo, también.

placeholder Tras la barra, cóctel con nombre propio y una sobresaliente selección de ginebras. (Cortesía)
Tras la barra, cóctel con nombre propio y una sobresaliente selección de ginebras. (Cortesía)

Ciriaco Brown

Ciriaco Brown es un estético speakeasy que no va de nada, a pesar de que el espacio lo merece. Pretende ser ese sitio en el que reencontrarte con un buen grupo de amigos y acabar hablando con todos los que llenan el bar, que son muchos, y a las colas en la puerta nos remitimos.

placeholder Los domingos por la tarde no cabe un alfiler aquí. (Cortesía)
Los domingos por la tarde no cabe un alfiler aquí. (Cortesía)

Esta licorería castiza que roza Lavapiés, aunque abre cada noche por supuesto, remata el fin de semana con un plan el domingo por la tarde para el que hay que llegar pronto si uno no quiere quedarse fuera. No es por etiquetas ni por códigos ni por aires de ‘place to be’. Se llena porque es el tardeo más divertido del barrio. Ambiente gay friendly, relajado, grandes hits musicales y unos gin-tonics de aúpa hacen olvidar que al día siguiente es lunes.

placeholder El éxito de Ciriaco radica en su música, ambiente y sus gin-tonics. (Cortesía)
El éxito de Ciriaco radica en su música, ambiente y sus gin-tonics. (Cortesía)

Bar Cock

Cuando, en 1921, Emilio Saracho y el barman Perico Chicote viajaron de Madrid a Londres en busca de genuinos muebles, a lo club inglés, para la decoración de un nuevo local especializado en cócteles, no sabían que también estaban dando con la fórmula de un lugar irrepetible: parecería un bar pero se convertiría en un museo de historias que ya ha cumplido los cien años.

placeholder El Cock no necesita presentación, simplemente hay que ir. (Cortesía)
El Cock no necesita presentación, simplemente hay que ir. (Cortesía)

Bajo sus altísimos techos y ante su imponente chimenea, todo muy Balmoral, han pasado todas las primeras figuras del arte a nivel mundial que han pisado la capital. Sus elegantes cócteles y, por supuesto, sus gin-tonics siguen marcando tendencia noche tras noche, da igual que día sea. Farándula, gente guapa y parroquia de toda la vida se amalgaman frente a sus barras atendidos por un servicio como los de antes.

placeholder A su sofisticada coctelería clásica se unen gin-tonics servidos como se debe. (Cortesía)
A su sofisticada coctelería clásica se unen gin-tonics servidos como se debe. (Cortesía)

Josealfredo

Igual que el Cock, este otro icono es el Josealfredo, todo junto. El artículo precedente se lo han ganado a pulso porque sí, son dos instituciones. Esta coctelería estilo americano —también a un paso de la Gran Vía— es el lugar indicado para rematar noches de ensueño y desenfreno y no hay fallo posible.

placeholder La trasera de Josealfredo a visto pasar a la 'crème de la crème' de la farándula. (Cortesía)
La trasera de Josealfredo a visto pasar a la 'crème de la crème' de la farándula. (Cortesía)

Sus maderas, mármoles y cueros acogen a literatos, músicos y periodistas aún hoy en un ambiente ecléctico dominado por la imaginería de José Alfredo Jiménez, el famoso cantante mexicano de rancheras. Intervenciones de arte contemporáneo terminan de dar el toque a este ‘must’ capitalino con una variedad de hasta treinta ginebras entre las que cuesta decidirse. Ponte en manos de ellos.

placeholder Los gin-tonics de Josealfredo son, como el local, épicos. (Cortesía)
Los gin-tonics de Josealfredo son, como el local, épicos. (Cortesía)

Bar Almagro

Otra institución, más moderna, es el bar Almagro. Nadie entiende muy bien el éxito de una simple cafetería y restaurante con terraza en la calla homónima, una localización envidiable, desde luego. El hecho es que está siempre, cada tarde y noche, hasta la bandera. No tiene una historia digna del séptimo arte, no es especialmente bonito, más bien aséptico, y no brilla por nada en especial, pero el bar Almagro es, también, el Almagro.

placeholder Interior del bar Almagro, nada especial y, sin embargo, triunfa. (Cortesía)
Interior del bar Almagro, nada especial y, sin embargo, triunfa. (Cortesía)

La gente joven del barrio de Chamberí y más allá, de un perfil tirando a ‘posh’, espera para hacerse un hueco en una de sus mesas exteriores, aunque cubiertas para disfrutarse todo el año. Aquí se sirven desde cervezas y tapas hasta estupendas copas, tan buenas que los gin-tonics son protagonistas en el ambiente. De cuando en cuando, sacan un picoteo gratuito para no levantarse de la silla del revés.

placeholder Los gin-tonics que triunfan en Chamberí están aquí. (Cortesía)
Los gin-tonics que triunfan en Chamberí están aquí. (Cortesía)

Macera

Terminamos en plan modernito, en otro concepto que revolucionó la cultura de bar con su apertura en la calle San Mateo y lo sigue haciendo allí y en su otra sede en el barrio de Las Letras. La que más nos gusta es la primera, junto a Alonso Martínez. Fue donde arrancó este bar sin etiquetas. Es literal, porque aquí no hay marcas comerciales.

placeholder En Macera tendrás que olvidar tu gin-tonic favorito: lo hacen ellos. (Cortesía)
En Macera tendrás que olvidar tu gin-tonic favorito: lo hacen ellos. (Cortesía)

En Macera, los macerados, y de ahí el nombre, se elaboran allí mismo de manera artesana. De la misma manera se diseñan los cócteles propios, por lo que olvida tu referencia favorita de ginebra y disponte a sorprenderte con la suya.

placeholder Te costará elegir entre todos sus destilados macerados 'inhouse'. (Cortesía)
Te costará elegir entre todos sus destilados macerados 'inhouse'. (Cortesía)

El ambientazo también es sello de la casa y no hay quien lo iguale.

El gin-tonic es, probablemente, el combinado inglés más exportado al mundo. Sin embargo, a pesar de su fama allí, es curioso saber que el origen de la ginebra, su destilado base, no está en Reino Unido, sino en Holanda. Fue en este país, en el siglo XVII, cuando surgió con un fin medicinal y para nada recreativo: se inventó como posible cura al malestar digestivo y renal. ¿Cómo la conocieron los británicos? En las guerras anglo-neerlandesas. A la vista está que les gustó.

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