Acción de Gracias, la festividad yanqui por excelencia, echa raíces: ¿dónde celebrarla?

Un día de agradecimiento por la cosecha y por el año anterior. Es el fin original de la noche de Acción de Gracias ampliamente celebrada como tal en Estados Unidos, con similar énfasis al que se pone en la inminente Navidad. Fechas en el calendario con este objetivo hay muchas en todas las culturas, no obstante. Con orígenes religiosos o seculares, oraciones y ceremonias nos acompañan prácticamente desde que el ser humano comenzó a cuestionarse lo sobrenatural.

Sin embargo, es la celebración norteamericana del cuarto jueves de cada mes de noviembre la que ha llegado con mayor fuerza al resto del mundo. Como es habitual, el cine y la televisión tienen mucho que ver en que a todos nos suene la imagen de la familia alrededor de la mesa degustando el tradicional pavo relleno, algo que en España dejamos para Navidad. O dejábamos.

En los últimos tiempos, Hollywood nos ha convencido. Igual que ocurre con otras noches como la de Halloween, y porque reconozcamos que nos gusta celebrar, nos hemos subido al carro de Thanksgiving. Hoteles y restaurantes se afanan por imitar una costumbre que ha calado en nuestras latitudes. Grupos de amigos (más que familias) también cuentan ya con esta tradición en sus agendas y preparan ideales veladas en casa.

No hay más que espiar las redes sociales ese día (el próximo 23 de noviembre) para comprobar que están repletas de cuidadas cenas y no solo eso: la tendencia se sustenta con datos. Según Coren, empresa gallega dentro de Avianza la Asociación Interprofesional Española de Carne Avícola, “se nota un repunte de venta de entre ocho y diez mil pavos en estas semanas”. Más de 500 venden en las tiendas Taste of America, aparte de multitud de extras para acompañar, según su fundadora y propietaria, Dana Knowles.

En casa o fuera, nosotros hemos querido darte algunas ideas para que, tanto si ya festejabas Acción de Gracias como si no, triunfes este año. Alternativas no faltan porque cada vez son más numerosas, ¿con cuál te quedas?

Hotel Urso, Madrid

Acción de Gracias es una velada que los clientes y habituales de este encantador y céntrico hotel boutique de diseño y cuidada gastronomía esperan cada doce meses. El Urso, como se le conoce, lleva años llevándola a cabo en el marco de sus elegantes rincones como El Invernadero, con su techo de cristal para admirar el cielo de Madrid, o el comedor privado de la biblioteca de principios del siglo XX.

El menú, con un precio de 75 euros, dará comienzo con la esperada crema de calabaza, seguida del plato estrella, el pavo asado en su propio jugo, salsa de arándanos rojos y las guarniciones de judías verdes, puré de patatas y puré de boniato con especias. La noche finalizará con una tarta de ruibarbo con nata reducida, perfecta si eres amante del dulce.

El Palace, Barcelona

Otro hotel que lleva el artículo delante porque es toda una institución. La ‘grande dame’ de la Ciudad Condal aprovecha Acción de Gracias para arrancar sus propuestas navideñas, siendo, con toda probabilidad, uno de los establecimientos que más cuidado pone en esta época en toda la geografía española. Su azotea se transforma en un auténtico pueblito de montaña, cabaña incluida, donde se va a servir este menú.

La degustación (75 euros) propone todo un escaparate de acompañamientos para el pavo relleno de pasas y frutos secos. Se sirve con puré de patata, boniato asado, judías verdes, coles de Bruselas, minizanahorias y las salsas ‘gravy’ y de arándanos. Para abrir boca, la crema de calabaza con requesón, espárragos crujientes y pipas tostadas entona contra el frío. Para finiquitar, la tarta de nueces pecanas con helado de vainilla es irresistiblemente americana.

Rubaiyat, Madrid

Rubaiyat, reconocido por ser uno de los templos de la carne y las parrillas en Madrid, fue uno de los primeros en apostar por la cena de Acción de Gracias en la capital hace más de diez años, igual que hizo y sigue haciendo el hotel InterContinental, otro básico esta fecha. Tras un parón por la pandemia, este año el restaurante ha decidido retomarla a lo grande con un estupendo menú (65 euros) diseñado por su chef, Mariana Argeoli, con algunos puntos diferentes en honor a los orígenes hispano-brasileños de la propiedad y a los suyos propios.

La propuesta arranca con sus aperitivos, entre los que no falta el ‘pao de queijo’. La crema de boniato asado en sus parrillas y el pavo relleno de manzana, pasas y nueces y acompañado de puré de patatas, minimaíz a la brasa y salsa ‘gravy’ son los hits indiscutibles. El postre también lleva la temporada por bandera: una tartaleta de calabaza con helado de canela. Acompaña el vino de la familia, Pazo de Rivas, además de una copa de cava y el mejor café.

Fauna, Barcelona

El cálido restaurante del hotel Kimpton Vividora, en el Gótico, enfatiza su naturaleza hogareña y la del propio hotel la noche del 23 de noviembre. Con ese aire de diseño que traslada al comensal hasta el comedor de una casa, Acción de Gracias se actualiza en este discreto pero lujoso establecimiento contemporáneo con recetas de nuestros días.

Sándwich de tartar de remolacha y crema de aguacate, ensalada de escarola, manzana y nueces con vinagreta de frutos rojos y crema de calabaza con chocolate blanco y cardamomo preceden al pavo asado. Se trincha al momento y se degusta con su jugo, con diferentes guarniciones y hasta tres postres, para los golosos indecisos. Se ofrece previa reserva a un precio de 48 euros.

Asador Limbo, Madrid

Aunque quieras celebrar Acción de Gracias, no tienes por qué limitarte al día 23 o al pavo. En los asadores Limbo (Bernabéu y Tribunal) se toma uno de los mejores pollos de Madrid, a la brasa de carbón y leña y con un marinado que no tiene competencia. Es el plato que servirán del 21 al 26 de este mes pero con un inédito relleno de alubias guisadas, manzana verde, beicon y salsa ‘gravy’ con cerveza.

Será el paso principal de un menú (22,50 euros) que se inicia con una ensalada de zanahorias asadas con queso labneh y sésamo, pistachos y pipas caramelizadas. El remate es el de un brownie de chocolate blanco, calabaza y crema inglesa. Si no te atreves a cenar todo esto, la buena noticia es que puedes elegirlo para el almuerzo también.

En casa, pero sin cocinar

O pides Limbo o sorprendes tú entre fogones, una de dos. Lo que es seguro es que puedes celebrar una sencillísima cena de Acción de Gracias dedicándote solo a una de las partes más divertidas en caso de que no seas cocinillas: la decoración.

La granja toledana Dehesa El Milagro también prefiere el pollo al pavo. Propone para estas fechas su premiado rulo de carne de sus propios ejemplares relleno de ternera, jamón, setas shiitake, manzana y huevo. Se cocina a fuego lento al vacío y después se termina en el horno, resultando jugoso y muy apetecible. Lo encuentras a un precio de 29,50 euros online y en los mercados gourmet de Madrid, como La Paz y Chamartín.