Tomás Alía: "Toledo es como vivir una película que te hace viajar por la historia y el tiempo"

Su cabeza no para ni un instante. Porque Tomás Alía (Lagartera, Toledo, 1964) es mucho más que el ‘arquitecto de la luz’, como es conocido. Él mismo reconoce que tiene dos sombreros: el de Caramba, su estudio, en el que se atreve con todo desarrollando proyectos públicos, hoteles o viviendas. Entre sus últimos trabajos: el hotel Nobu de San Sebastián y el Mangia's Brucoli Resort, en Sicilia.

Una vez que se quita ese sombrero, se pone otro con el que ha emprendido una particular cruzada a favor de la recuperación de la artesanía y sus oficios. Recientemente, ha participado en Rural Youth Art Summit: 'Artesanía y diseño en el medio rural', un evento organizado por REDR (Red Española de Desarrollo Rural) para apoyar a los jóvenes en su apuesta por la artesanía. “Esta generación es la última que ha conocido a los artesanos y es la única que puede salvarla. En esta savia nueva está el futuro”.

Lo dice alguien que ha mamado la artesanía desde bien pequeño. Aunque no nació en Toledo capital, a los 8 años, Tomás Alía se fue a estudiar a la Ciudad de las Tres Culturas, en la que, además, su madre, Pepita Alía, exponía sus labores de Lagartera. Una ciudad que le acogió con los brazos abiertos y por la que, desde entonces, siente verdadera devoción.

Patrono de la Real Fundación de Toledo, miembro de la Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, medalla de Oro de las Bellas Artes, embajador de la Michelangelo Foundation en España, embajador de las cerámicas de Talavera y Puente del Arzobispo… Todo eso y más es Tomás Alía. Con él descubrimos ahora los secretos de su apasionante ciudad. Todo un lujo.

Tu primer recuerdo de Toledo

“El primer recuerdo que tengo es el de una ciudad vinculada al mundo profesional de mi madre, a sus exposiciones, a sus zocos de artesanía, a esos recorridos por una ciudad apabullante, a sus fiestas populares, a ese Corpus Christi maravilloso, a una ciudad llena de aromas. Toledo es un lugar que manda e impone por su topografía incómoda y genial a la vez, dominada por el Tajo. Es una ciudad que no es Castilla, sino que, como decía Marañón, es Mediterráneo”.

Cómo sois los de Toledo

“El carácter de los toledanos es contenido y recio, pero, por otro lado, muy hospitalario. Esta hospitalidad tiene mucho que ver con su gastronomía local, absolutamente fantástica, muy ligada a su cultura y a su historia”.

"Me quedo con aquellos rincones a los que apenas va la gente, ya que el turista tiende a visitar únicamente la catedral, el Alcázar y cuatro cosas más"

Una visita obligada

“Toledo tiene infinidad de lugares magníficos. Por ejemplo, acaba de ser restaurado el Salón Rico del Corral de don Diego, una construcción de tradición almohade, lo que en su día fue el palacio de los Trastámara. Otro espacio increíble es el convento de Santa Clara (Plza. Santa Clara, 5), donde además de la capilla mayor, diseñada por el hijo de El Greco, puedes disfrutar del conjunto escultórico Tres Aguas, de Cristina Iglesias. Es una maravilla sentarse por la noche frente a esa obra y reflexionar dejándose llevar por el sonido del agua".

"Absolutamente imprescindible es la visita al Taller del Moro (Taller del Moro, 6), una de las secciones del palacio de Fuensalida, donde el emperador Carlos V jugaba a la pelota con el conde de Fuensalida. Particularmente, me apasiona el Museo Sefardí (Samuel Levi, s/n); a su sinagoga acuden a casarse judíos de todo el mundo. En definitiva, me quedo con aquellos rincones a los que apenas va la gente, ya que el turista tiende a visitar únicamente la catedral, el Alcázar y cuatro cosas más”.

Dónde alojarse

“Toledo tiene alrededor de 200 casas palacio en el casco histórico, que me encantaría que se convirtieran en hoteles de lujo. En esa zona, recomiendo el hotel Eugenia de Montijo, Autograph Collection (Plaza del Juego de Pelota, 7), ideal para recorrer la ciudad y disfrutar de su gastronomía, su noche y todo lo que Toledo ofrece. Quienes busquen más tranquilidad la pueden encontrar en el Parador de Toledo (Cerro del Emperador, s/n)”.

Llévanos de aperitivo

“La zona de Zocodover es más que recomendable para tapear y tomar el aperitivo. A mí me gusta la cervecería El Trébol (Santa Fe, 1) por sus pulgas, su bomba Trébol y sus cervezas artesanas, que son una delicia”.

"Toledo es el resumen estético de lo que es nuestro país. Lo que hoy conocemos como España se cocinó en esta ciudad"

Dónde comer y qué pedir

“Me encanta el restaurante de Iván Cerdeño (Cigarral del Ángel, Carretera de la Puebla, s/n). Con dos estrellas Michelin, sus platos son la huella gastronómica que dejaron las distintas culturas que han pasado por la ciudad. Y todo ello en un entorno inigualable, con unas vistas a Toledo alucinantes”.

Es la hora de las copas

“Para disfrutar de un buen cóctel, recomiendo Venta del Alma (Ctra. Piedrabuena, 25), una antigua venta restaurada con un encanto especial y con un ambiente tranquilo”.

Y para ir de compras

“Una visita obligada para los amantes de la artesanía es Julián Oliva (San Juan de Dios, 1-4), donde se pueden encontrar productos típicos, como las espadas de Toledo, los damasquinados o los bordados de Lagartera. Toledo Antiques (Tendillas, 3) cuenta con una selección de cerámica de Talavera y de Puente del Arzobispo".

"Otra de mis tiendas favoritas es Alhaja Cerámica (Sixto Ramón Parro, 9), el espacio perfecto para los que buscan piezas únicas de cerámica. Quienes deseen comprar productos gourmet tienen una parada obligada en Casa Cuartero (Hombre de Palo, 5,) y para los que les guste el jamón recomiendo La Encina de Ortega (Plata, 22)”.

No puedes irte de Toledo sin llevarte

“Además de adquirir artesanía, lo mejor que el visitante puede llevarse de Toledo es el recuerdo de haber vivido una experiencia única, muy diferente a lo que se puede experimentar en otras ciudades. Estar en Toledo es como vivir una película que te hace viajar por la historia y el tiempo, desde el medievo hasta hoy”.

Tu rincón secreto, ese en el que te gusta perderte

“Mi rincón favorito es donde se inspiraba Bécquer, muy próximo al convento de Santa Clara. Para llegar allí es necesario recorrer pasadizos cubiertos, bordearlos y acceder a una placita nada conocida por el público donde hay un jardín. Sentarse allí es reparador e inspirador. También hay otro espacio que me encanta: es el lugar donde nació Abderramán II, una vivienda con unos interiores y un patio absolutamente maravillosos”.

La mejor época del año para ir

“Las dos mejores épocas para disfrutar de la ciudad son el otoño, especialmente los meses de septiembre y octubre, y la primavera, sobre todo, cuando las temperaturas son suaves”.

Por qué Toledo es la mejor ciudad del mundo

“Porque el nivel cultural e histórico es realmente elevado. Cuenta con un conjunto monumental que no tiene ninguna otra ciudad. Además, Toledo es el resumen estético de nuestro país. Lo que hoy conocemos como España se cocinó en esta ciudad, que sigue teniendo mucho que contar gracias a sus singulares, icónicos y muy potentes edificios”.