Pils Ferrer
Close Up

PILS FERRER

La arquitecta e ilustradora nos abre su casa llena de arte y objetos de Wallapop

Pilar García Ferrer lleva siete meses en su casa nueva en un barrio residencial de los alrededores de Madrid, donde vive con su marido y su perra Nanook. Una casa ecléctica, como ella misma la define, que ha construido por y para recibir a sus amigos y poder disfrutar del entorno natural que tanto le gusta a su pareja.

Texto Cris Castany
Foto Esi Seilern
Formato Marina G. Ortega | María Mateo
Producción Flair Studio
Estilismo Marieta Yanguas
Flores Floreale
Maquillaje y peluquería Rodrigo Leo para L’Oréal Professionnel
N

acida en 1991, esta creativa empresaria, además de una carrera trepidante, destila mucha seguridad en su discurso. El perfeccionismo está en todo lo que la rodea, cada metro de su casa destila análisis y excelencia en cada elemento, cada color y cada detalle decorativo, y aunque reconoce que la casa la montó rápido a nivel interiorismo, “llevaba años comprando y guardando en cajas todo lo que ves aquí instalado. Iba comprando en anticuarios, Wallapop…”.

Retratada con Nanook
En el salón con Nanook, Pilar lleva chaqueta de JoSephine, pantalón de Zara y zapatos de Mango.

Como experta formada en la Universidad de Alcalá de Henares en Arquitectura, su buen hacer está en cada uno de los espacios de esta vivienda familiar, a la que nos invita esta mañana fría de este mes de enero, donde nos demuestra cómo se puede modernizar una casa que desde los años 80 no se había tocado.

En septiembre de 2022 dejó el último estudio de arquitectura e interiorismo para enfocarse en el mundo de la ilustración y empezar a abrirse camino en el mundo de la arquitectura. Y así lleva un año, con este proyecto personal que no hace más que darle alegrías. “Llevaba siete años trabajando para otros y compatibilizándolo con Pils Ferrer, la firma de ilustración que creé, ahora trabajo para mí y, aunque no paro, la sensación es muy satisfactoria”.

Los muebles de segunda mano son una forma de dar una segunda vida a piezas que con un poco de imaginación y retapizados son perfectos. 

Sus primeras experiencias profesionales fueron en grandes proyectos: hoteles, restaurantes, pero enseguida se dio cuenta de que ella prefería tomar parte en obras más personales: “Soy muy inquieta y me gusta ver los resultados rápido, lo de estar en una obra dos años lo llevaba fatal, y las viviendas me permiten poder definir el detalle hasta el final. Acabar diseñando una lámpara, un sofá, una mesa… en proyectos a tan gran escala, esto es más difícil de hacer”.

Salón
Lámpara del salón
Las butacas rojas son de Verde Gabán y el banco lo ha diseñado ella misma. La lámpara ilumina y decora la doble altura de techo de este espacio.

Nada es mediocre entre estas paredes, una construcción antigua con una reforma que la ilustradora contó en sus redes sociales paso a paso. “Cuando empecé la obra, justo cuando acababa de dejar el estudio, pensé que tendría la oportunidad de que este proyecto fuera mi carta de presentación para a la larga montar mi negocio. El único problema que me encontré fue que lo que yo pensaba que sería un plazo de seis meses para hacer la casa y empezar a crear el concepto de mi despacho, se convirtió desde el primer día en peticiones de clientes para ayudarles en sus obras. Desde ese momento me asocié con mi cuñado, Jaime Pablo Romero, que tiene 15 años más de experiencia que yo, y no hemos parado”.

Este hogar de Madrid que hoy descubrimos es el proyecto que la ayudó a montar su estudio y cumplir su sueño. “La cocina que ves era mucho más pequeña, convertí el armario de la entrada en un aseo de cortesía, y así pude ampliar la zona de estar, que para nosotros es fundamental”. Nada más entrar en la casa nos encontramos con un comedor y un salón diáfanos que se conectan con la cocina, de la que nos habla la arquitecta: “Una de las cosas que más me gustan de esta casa es que es completamente exterior”.

Salón
Detalle de cuadros del salón
La ventana de remate semicircular y la curva del techo salón proporcionan naturalidad a las líneas rectas de la casa. La silla roja es la Cognac Chair, y el sofá es de Blasco y los pufs los ha diseñado ella misma, y están tapizados con telas de Lorenzo Castillo para Gastón y Daniela. En la columna una obra de su amigo Nicholas Schulte.

Mientras hacemos las fotos, colabora en las perspectivas y nos demuestra los puntos de la casa de los que está más orgullosa, como la curvatura que ha creado en una de las paredes del salón con una doble altura. O el increíble vestidor que comunica la zona de descanso. Sorprende una coqueta pequeña sala en la que ven la televisión: “No me gusta que la TV concentre la atención del salón. De hecho, en mis obras siempre intento trabajar con recursos como esconderla en librerías o utilizar pantallas de proyección, eso me permite que la sala de estar sea más armónica”.

Cuando terminó la carrera y se puso a trabajar, empezó a crear unos collages bajo la marca Pils Ferrer que le han dado la fama. “Fue por azar. Mi primo me encargó unos meseros de boda que quería que fueran muy rompedores. A él le encanta la música, entonces hice montajes inspirados en todo tipo de música: para la mesa de los abuelos, una reinterpretación de Frank Sinatra, y así con todos”. Desde ese momento ha compatibilizado sus dos pasiones, el dibujo y la arquitectura; las noches para Pils y las mañanas para Pilar. Una época de mucho trabajo que ahora intenta conciliar mejor: “Este año me he propuesto regalarme tiempo: una horita de deporte, otro rato para pasear a Nanook, nuestra perra…”.

Escalera y ella y Nanook subiendo a distintas alturas
Escalera y ella y Nanook subiendo a distintas alturas
Una escalera al lado del vestidor da paso al altillo. El suelo es el antiguo de la vivienda, en tarima de elondo y reconstruido por Savia Wood.
Escalera y ella y Nanook subiendo a distintas alturas
Una escalera al lado del vestidor da paso al altillo. El suelo es el antiguo de la vivienda, en tarima de elondo y reconstruido por Savia Wood.

Y es que este braco vizsla color caramelo no se separa de ella. Nanook, que significa ‘esquimal’, llegó a sus vidas hace año y medio, y expresa auténtica devoción por su dueña.

Sigue explicándonos que publicó los meseros en sus redes sociales para que la gente los viera y empezaron a gustar. El remate final fue cuando su amiga del colegio, la influencer María Fernández-Rubíes, publicó el encargo de unas ilustraciones, y ese fue el despegue: “Si mi negocio hubiera tenido que crecer de forma tradicional, sin las redes, todo habría sido muchísimo más difícil. Quizá si hubiera tenido que exponer en una galería, ni me hubiera atrevido”.

Vestidor
Detalle de un cuadro
En el vestidor. Lo quiso en blanco para ampliar visualmente el espacio. Un detalle de un collage de su primera exposición de obra analógica.

Más de medio año viviendo en esta casa, llevan cinco años casados y hasta que les surgió esta oportunidad y se mudaron aquí, residía con su pareja en el centro de Madrid. “Él es el cerebro económico de Pils Ferrer y me ayuda muchísimo a proyectar el negocio, ha trabajado muchos años en consultoría y solo me da buenos consejos. Él también emprendió hace unos años, con un negocio de restauración, ha creado un concepto gourmet de hamburguesas, se llama Nugu Burger. Y aunque era un concepto pensado para delivery, ya tiene dos restaurantes y han recibido varios premios, entre ellos el de la burger más original de España”.

Mientras habla de él, su cara cambia, se llena de orgullo. Los dos tienen un punto creativo que les está reportando alegrías en sus sectores correspondientes. Esa energía que transmite Pilar hablando de su vida personal se refleja en cada espacio de la casa. El rojo, el color de la pasión, es su favorito, y en cada una de las estancias hay una pieza bañada en él; hasta en el baño de cortesía, el espejo es de este tono. Y pese a que hay alegría en la decoración, también hay ligereza. Un ejemplo es la cocina, realizada por Vonna Estudio, en un tono caldera y madera, donde se combinan las texturas naturales y otras más actuales, como el Dekton o la rafia de unas cestas.

Comedor
Retrato de Pils Ferrer en el comedor
En el comedor, iluminado por una lámpara con forma de pagoda de Olofane, con chaqueta de Vanó Studio (Olibati) y falda de Pietra. La mesa es un diseño de Pils Ferrer realizado por Stone Studio y las sillas de madera tapizadas se encontraron en Amaltea Antiques. En la pared, instalación artística de cristal de Eduardo Pérez Cabrero.

Además del color, otro aspecto importante de la casa es el estriado, lo vemos en el panelado de la entrada, en las puertas de paso, en la estantería del salón, en los muebles de los baños. La experta nos explica: “La carpintería, aunque es una de las partes del presupuesto más elevadas, es fundamental para aportar personalidad, calidez, y hace que todos los elementos encajen mejor en un hogar. Es una profesión preciosa que debe recuperarse, como todas las artesanías”.

¿Qué cosas tenías claras a la hora de proyectar tu hogar?

Quería hacer una zona de día muy grande: la cocina, comedor, salones amplios. Que fuera perfecta para invitar a gente, porque nosotros estamos recibiendo a amigos constantemente. Mucho más en verano porque a mi marido le encanta hacer barbacoas. También tenía claro que buscaba mucha luz, que fuera muy abierta. Y que en el baño principal la zona de la ducha y del inodoro fueran independientes, que pudieran convivir dos personas sin limitarse los movimientos. También quería tener en cuenta la sostenibilidad, hemos colocado un sistema de aerotermia alimentado por placas solares para el autoconsumo.

Nanook en la cocina
La cocina es de Vonna Estudio, con encimera de Dekton, de Cosentino, y sobre ella, cestas de Studio Erhart.

¿Con qué ventajas estructurales te encontraste?

La suerte es que tiene planta cuadrada, sin medianeras; la conexión de los espacios es mucho más orgánica. No hay pasillos, las zonas de estar son las de paso. Además, tengo espacio para mi estudio, pero aún no lo he terminado.

Los elementos decorativos de toda la casa hablan entre sí… ¿Te costó mucho conseguirlo?

La verdad es que fue bastante rápido, llevaba mucho tiempo pensando y hay muchas piezas que son del Rastro, de Wallapop… Por ejemplo, los apliques de mi baño los compré hace cinco años y los guardé en una caja hasta ahora. Me pasó lo mismo con la lámpara de la terraza, que es enorme. Las sillas de Felpam también las tenía reservadas en Wallapop desde hace un montón. También me encantan las piezas clásicas y quería que hubiera toques, como el aparador del comedor que es un Napoleón III, que nos lo regaló mi suegra por la boda, o el clavicordio que usamos de mesa para la televisión. Otros elementos los he diseñado yo, como la mesa del comedor de piedra, las mesas y los pufs del salón.

Cuarto de baño
Detalle del lavabo y el espejo sobre papel pintado
En el baño, el mueble del lavabo sigue el patrón de palillería presente en otros elementos de la casa. Sobre la encimera, de Cosentino, productos de la línea Body Wellness Miami, de Baobab Collection. La tarima, de Savia Wood. El aseo de cortesía, con lavabo de piedra, diseñado por la arquitecta y realizado por Stone Studio.

¿Y las piezas artísticas?

Las he ido seleccionando poco a poco y comprando durante muchos años. Hay una que tenía muy claro que quería, la instalación de cristal del comedor, que es de Eduardo Pérez Cabrero. También el cuadro de Jordi Alcaraz, que me lo he regalado por Navidad. Me gusta mucho el de Lorna Smith; ‘La manzana’ de Laura Cano es espectacular, o el de Nicholas Schulte, que es el marido de una amiga mía.

Tienes también mucha obra tuya…

He puesto mis collages más clásicos, las ediciones limitadas, mis favoritos, los icónicos en la cocina. Otras piezas de exposiciones que son únicas, como la de mi cuarto. Cuando la vi colgada en la pared, recién arrancada la exposición de collage analógico en la galería, le puse un punto rojo porque sabía que no me iba a poder desprender de ella.

Dormitorio principal
Escritorio dormitorio principal
En el dormitorio principal, el cabecero y los almohadones, diseño propio con telas de Gastón y Daniela, y los apliques de lectura realizados por Olofane. Cuatro cuadros de la propietaria enmarcan la estancia. El banco es de Maisons du Monde.

¿Cómo definirías tu estilo?

Ecléctico. Como verás, combino lo clásico con lo artesanal y siempre con un toque de color.

¿A quién admiras en el sector?

A nivel nacional no conozco profesional más completa que Luisa Olazábal, pero mi admiración no se ciñe a lo laboral, es una mujer con M mayúscula, un ejemplo de conciliación a nivel familiar y de empresaria que sabe cuidar los tiempos para todo. También es una jugadora de golf excepcional. Otro referente, pero a nivel solo profesional e internacional, es Studio McGee, la sigo en redes sociales y me parece una trabajadora incansable con un modelo de negocio que es hacia donde quiero ir, un e-commerce combinado con el mundo de la arquitectura e interiorismo. Como referentes de arquitectos, me inspiran los japoneses como Toyo Ito o Yayoi Kusama, me ayudan a entender qué manda, la función o la forma, aunque yo busco siempre el equilibrio entre los dos.

Detalle del cuadro
Comedor
El cuadro azul, ‘La manzana’ de Laura Cano. Un hueco en forma de arco -sobre estas líneas- da paso al comedor, donde destaca una silla Felpam, estilo Tulip, encontrada en Wallapop.

Nos has hablado mucho de piezas que has encontrado en Wallapop… ¿Cómo buscamos para encontrar joyas del interiorismo?

Lo primero que debes saber es que tienes que dedicarle mucho tiempo y lo fundamental son las palabras con las que realices la búsqueda, ser lo más específica y cercana a los conceptos posible. Tener claro lo que buscas, un mobiliario que tenga un nombre determinado: velador, antiguo, diámetro 40. Nadie se imagina las horas que le echo. Busca por conceptos: silla Cognac. A mí es lo que me funciona. Infórmate en artículos, en libros, yo tengo la ‘sillipedia’. Además, es una forma de dar una segunda vida a muebles que con un poco de imaginación y retapizados son perfectos. Y, por supuesto, no pagar más de cien o doscientos euros porque si no luego con el arreglo se dispara. Y te cuesta más la gasolina que la moto. La imaginación es crucial.

La carpintería, aunque es una de las partes del presupuesto más elevadas, es fundamental para aportar personalidad, calidez, y hace que todos los elementos encajen mejor en un hogar. 
Retratada con Nanook en la cocina
Pilar en la cocina -con jersey blanco Mon&Pau- y tras ella ilustraciones de la artista. Sobre la encimera de Dekton, de Cosentino, cestas de Studio Erhart.

Esta casa, al igual que ella, como ilustradora y arquitecta, tiene una dualidad: contiene dos entradas, la de la vida de Pilar y su familia y la de Pils, que ha instalado aquí también su estudio en el sótano. Esta madrileña de orgulloso origen manchego por parte de padre sigue contándonos mil anécdotas profesionales, desgranándonos cada uno de los espacios, dando trucos que seguro enriquecerán nuestros hogares y repitiendo un mensaje constante: lo fundamental de la artesanía (todas, pero fundamental la manchega).