Susana Ordovás
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EN MADRID

Susana Ordovás nos muestra un piso cosmopolita y lleno de color de 120 metros

En el centro de Madrid, en una de las calles que rodean la Gran Vía una madrileña afincada en México quiso encontrar su ‘pied-à-terre’ para cuando visitara su ciudad.

Texto Cris Castany
Foto Esi Seilern
Formato Marina G. Ortega | María Mateo
Producción Flair Studio
Maquillaje y peluquería Fran Cabrera
Flores Floreale
A

fincada en la capital azteca esta periodista especializada en decoración, escritora del libro ‘Inside Yucatán’ y colaboradora de la revista más importante del sector, Cabana, nos abre su rincón más íntimo para demostrar que el color y los pisos de cien metros no están reñidos. 

Una apasionada por los viajes y la decoración que ha creado un libro junto al fotógrafo italiano Guido Taroni, en el que han explorado regiones olvidadas de la península de Yucatán y juntos han descubierto el esplendor de haciendas abandonadas y restauradas.

sofá
Retrato antiguo, un óleo de El Rastro, se ha situado en una vieja mesa de escuela de La Europea, la butaca orejera es de Ikea.

Un recorrido por Mérida, un lugar donde convergían a principios del siglo XX., más millonarios que en ninguna otra ciudad del mundo, construyendo y transformando suntuosas e impresionantes casas enclavadas en la vegetación tropical como joyas ocultas que Susana ha sacado ahora a la luz. 

El hogar madrileño de Susana Ordovás tiene mucho del bagaje cultural y decorativo que ha ido acumulando tras los años,“quería que mi casa de Madrid fuera especial, que respirara hogar, que no fuera un lugar de paso, pero cerca de todos los sitios que me interesan para poderme mover cuál turista por mi ciudad", nos explica.

Úrsula
Detalle libros
Susana al lado de un discóbolo del Rastro con vestido Johanna Ortiz. A la derecha la mesa de centro del salón junto al libro de Ordovás, ‘Inside Yucatán’.

Susana es una directora creativa, piensa un concepto, investiga y realiza producciones fotográficas que atraviesan la historia y la estética de un concepto, normalmente relacionado con la decoración y el folclore, es experta en artes decorativas. Y eso se respira en cada esquina de este piso de 120 metros cuadrados.

¿Qué hay de México en este hogar?

Me ha ayudado a no tenerle miedo a nada. Me da igual lo que opinen los demás. En el sentido de que pongo lo que me gusta y no sigo las reglas. En cuanto a la decoración, siempre estoy buscando cosas muy especiales. Además, como ese también es mi trabajo, estoy constantemente expuesta a estéticas diferentes y muy estimulada. Y sí, México ha sido una gran influencia, pero te diré que también en la capital del país pasa como en todas las grandes ciudades, la gente luego no se atreve. No te creas que los mexicanos pintan sus paredes de colores.

sofá
sofá
Retrato antiguo, un óleo de El Rastro, se ha situado en una vieja mesa de escuela de La Europea, la butaca orejera es de Ikea.

¿Cuándo comprasteis esta casa?

En 2014. Ya estaba hecha la obra, no hicimos ningún cambio en toda la distribución. Lo único que hicimos fue intervenirla, o sea, fue una mano de pintura y conservamos los elementos clásicos originales que la dotaban de carácter, como la tarima de pino y la carpintería de las puertas y ventanas, obviamente la decoramos y ya.

Hay piezas de todo tipo… ¿Dónde las encontrasteis?

Te diría que el 100% en el Rastro. Lo hicimos todo en dos semanas, una locura, pero la estructura de la casa era tan buena que resultó fácil. Quizá lo más difícil fue transportar enrollado bajo el brazo el gran lienzo con el caballero que hay en el recibidor.

¿Cómo definirías el resultado?

Un interiorismo cosmopolita y divertido, he combinado piezas papeles impactantes que hemos utilizado como si fueran cuadros, como en el comedor, con objetos y muebles mid-century y antiguos, en su mayoría encontrados en tiendas y puestos de El Rastro, me encantan los mercados vintage como este o el de las Pulgas de París.

Comedor
Vitrina
A la derecha, la entrada tiene un mueble repintado con las molduras doradas y el pie de tarta a modo de vaciabolsillos se encontraron en El Rastro madrileño. Está presidida por un impresionante lienzo que reproduce la imagen de un caballero. A la izquierda, un detalle del juego con techos de color en la cocina.

El verde y el negro son colores que protagonizan la decoración y que en un principio podrían ser difíciles…

Podríamos decir que son mis tonos favoritos, reinan en las casas en las que vivo, pero es importante contrastarlos con el blanco y ver en qué espacios se pueden poner. En el salón, la altura y las columnas ayudan. Me gusta jugar con los opuestos y con el techo. El negro es un color que por la noche es muy bonito, enigmático. Bien iluminado hace que destaquen las piezas y proporciona intimidad. Además, cualquier color se enfrenta muy bien con el negro. Es muy sobrio. Es elegante. Me gusta también utilizar el negro en la cocina, el impactante techo negro de la cocina-office le da un estilo único.

¿Qué otros trucos de interiorismo replicas?

Utilizo muchos papeles pintados, tanto en las habitaciones como en las zonas de estar, me parece que aportan un carisma único. Su elección fue un factor clave a la hora de crear estancias únicas, con una marcada personalidad.

En mis casas tengo piezas de mi infancia, vivimos con mis padres en el Congo y luego en Marruecos, en Casablanca. Esa influencia estética la llevo allá donde voy. Un ejemplo es una de mis piezas favoritas de la casa, una escultura de una pieza de malaquita de nuestra época africana. Aunque también apuesto por elementos típicamente españoles como las lámparas de Manises que hay en el salón. 

No suelo tener ni fotos ni retratos familiares, es un tema que quizá debería psicoanalizarme, pero lo cierto es que no me gustan en la decoración. 

También me encantan los textiles exóticos. Ver cómo se hacen, cómo van escogiendo hilo por hilo van escogiendo, me causa mucha curiosidad.

Úrsula
mueble comedor
En el comedor un papel pintado se refleja en el espejo, flanqueado por apliques dorados de Rue Vintage 74. Dos sillas de Cárdenas Decoración centran el aparador, encontrado en Almoneda Gárgola. Susana lleva total look de Johanna Ortiz.

¿Qué otros trucos de interiorismo replicas?

Utilizo muchos papeles pintados, tanto en las habitaciones como en las zonas de estar, me parece que aportan un carisma único. Su elección fue un factor clave a la hora de crear estancias únicas, con una marcada personalidad.

En mis casas tengo piezas de mi infancia, vivimos con mis padres en el Congo y luego en Marruecos, en Casablanca. Esa influencia estética la llevo allá donde voy. Un ejemplo es una de mis piezas favoritas de la casa, una escultura de una pieza de malaquita de nuestra época africana. Aunque también apuesto por elementos típicamente españoles como las lámparas de Manises que hay en el salón. 

No suelo tener ni fotos ni retratos familiares, es un tema que quizá debería psicoanalizarme, pero lo cierto es que no me gustan en la decoración. 

También me encantan los textiles exóticos. Ver cómo se hacen, cómo van escogiendo hilo por hilo van escogiendo, me causa mucha curiosidad.

Ahora hay una vuelta de lo artesanal...

Es una maravilla ver todo el trabajo que hay detrás, todas las técnicas y muchas veces son milenarias. Me gusta saber de dónde vienen, conocer las civilizaciones es una manera de conocer bien la identidad, saber de dónde venimos.

Salón
Detalle de estanterías del salón
A la derecha, la escultura de un discóbolo es de Almoneda Gárgola. Ala izquierda, Susana con camisa y falda de Antik Batik.

Nos confiesa que es de flechazos, que no le gusta pensar mucho las cosas, y que no es de piezas carísimas, pero sí de hallazgos como nos descubre en la sala de estar con el cartel publicitario de un estanco que encontró en una almoneda, que contrasta con un discóbolo de mármol de Almoneda Gárgola sobre una peana a pocos metros, y junto a ellos y el retrato antiguo, un óleo de El Rastro, junto a una vieja mesa de escuela de La Europea. Nos sigue contando sobre su familia, sus hijos, su libro y sobre datos que desconocíamos como que el 70% de las veintisiete haciendas que salen en ‘Inside Yucatán’ son de norteamericanos. 

La provincia de Mérida, nos cuenta Susana: “A finales del siglo XIX se descubrió un tipo de Ágave, que se llamaba Henequén, que tiene una fibra que es muy especial, pues es muy resistente a la humedad, es muy fuerte y descubrieron que servía para utilizar como cabos de los barcos y también para sacos, para transportar fruta y verdura. Y se empezó a exportar esta fibra que era tan consistente a la hora de proteger de la humedad, mucho más que una fibra natural. Y entonces se empezó a exportar a Estados Unidos, y fue tal el éxito que al ser Yucatán el único productor, esta zona se enriqueció. Los grandes hacendados, que en su época se dedicaban al cultivo del maíz y la ganadería, descubrieron que sus haciendas podían ser más rentables y en ese siglo había más millonarios en la ciudad de Mérida, que en cualquier otra del mundo.

Dormitorio
Dormitorio y cómoda
Los papeles pintados hacen las veces de cuadros y cabeceros enmarcando las paredes. En su cuarto, la mesita de noche negra procede de El Rastro y la lámpara pequeña es de El Corte Inglés, como la cómoda lacada en blanco.

Ordovás es una de esas mujeres que sorprenden, no por sus historias, sino porque no te la imaginas yendo de puerta en puerta abriendo los grandes tesoros de la península mexicana, algo que hizo y que reconoce que no le costó demasiado, según ella el proyecto fluyó, como en esta casa todos los espacios, que pese a la primera y colorista impresión, funcionan.