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Las caras guapas de Rhudo, el restaurante que quiso romper la pana, abandonan el barco
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LOS JUEGOS DEL HAMBRE

Las caras guapas de Rhudo, el restaurante que quiso romper la pana, abandonan el barco

Rhudo abrió sus puertas el 18 de enero con toda la atención mediática a su servicio. Un chef con dos estrellas, dos actores adorados y dos futbolistas virtuosos dan la cara. Nueve meses después se evidencia que la fórmula no funcionó

Foto: Paco Roncero, Álex González, Marcos Llorente y Miguel Ángel Silvestre en los días felices previos a la inauguración de Rhudo. (Cortesía)
Paco Roncero, Álex González, Marcos Llorente y Miguel Ángel Silvestre en los días felices previos a la inauguración de Rhudo. (Cortesía)

La aventura Rhudo, el restaurante que nació con la sana ambición de romper la pana en el 64 de la calle Velázquez, no atraviesa su mejor momento y algunos de sus socios, los más mediáticos, se distancian del proyecto. En otras palabras: Miguel Ángel Silvestre, Álex González, Marcos Llorente y Antoine Griezmann ya no dan la cara por el invento.

Paco Roncerro, el valedor gastronómico de esta aventura (dos estrellas Michelin y tres soles Repsol en el Real Casino de Madrid), ya no cocina en Rhudo. Borrón y cuenta nueva. Tanto es así, que la nueva etapa, que arranca esta semana, ha sido bautizada por los propietarios mayoritarios como Temporada 1; es decir, los nueve meses precedentes… como si no hubiesen existido.

Porque, en verdad, pocos eran los que salían contentos de este megalocal, pura discoteca, que ahora traslada la gastronomía a un segundo o tercer plano. A Rhudo se va a ir ahora a pasárselo bien, a bailar, a comer rico y a hacerse muchos selfies. La alta gastronomía ya no tiene cabida en la ecuación; lo cierto es que nunca la tuvo.

placeholder Miguel Ángel Silvestre en Rhudo. (Cortesía)
Miguel Ángel Silvestre en Rhudo. (Cortesía)

Los compañeros famosos de Roncero, los llamados “caras guapas” de Rhudo —los actores Miguel Ángel Silvestre y Álex González, y los futbolistas Marcos Llorente y Antoine Griezmann— hace tiempo que dejaron de apoyar la aventura en sus respectivas redes sociales, dejando claro que lo último que querían que caracterizase este negocio compartido fuese una extensa colección de críticas negativas. Muy extensa.

Fuentes de Rhudo nos insisten en que, si bien ya no van a ser imagen del club, los cuatro guapos siguen manteniendo participaciones en el negocio. Al menos, van a intentar recuperar lo invertido.

placeholder Antoine Griezmann en Rhudo. (Cortesía)
Antoine Griezmann en Rhudo. (Cortesía)

Rhudo abrió sus puertas el 18 de enero de 2024 con toda la atención mediática a su servicio —exclusiva a una revista incluida (lo nunca visto en el periodismo gastronómico)—. Nueve meses después “los guapos ya no quieren salir en la foto”.

placeholder Álex González en Rhudo. (Cortesía)
Álex González en Rhudo. (Cortesía)

Este verano, Rhudo permaneció cerrado; algo insólito en una ciudad como Madrid que nunca duerme y en la que, por mucho julio o agosto que sea, siempre hay público dispuesto a disfrutar de su excitante oferta gastronómica.

placeholder Marcos Llorente en Rhudo. (Cortesía)
Marcos Llorente en Rhudo. (Cortesía)

La no química de Rhudo hasta ahora ha sido la resultante de varios frentes abiertos: servicio irregular, tiempos de espera excesivos, platos que no llegan a la mesa en su punto, mesas muy pegadas, problemas de climatización y unos tiques en los que la relación calidad precio no queda justificada.

La opinión de la crítica gastronómica

En palabras del que fuera crítico gastronómico de ‘El País’ durante 35 años, el respetado José Carlos Capel: “El error es suponer que Rhudo es un restaurante. Más bien se trata de una discoteca gigante (o lo que sea) donde sirven comida pretendidamente ‘fashion’ en compañía de DJ’s que pinchan a intervalos. Llevaba tiempo esperando a que se consolidase el local antes de visitarlo. Me habían hablado mal y las expectativas se han confirmado. No entiendo el respaldo que el cocinero Paco Roncero está prestando al proyecto”.

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Boloñesa de marisco con bogavante de Rhudo. (Cortesía)

“La mayoría de los platos, mal concebidos, no tienen defensa —añade Capel—. Productos vulgares en composiciones inexplicables. El lobster roll es peor que mediocre; calificar el montón de costillas de cerdo sobre crema verde de plato es hacer un favor al plato, mientras que los ‘dip’ de semillas de calabaza con chips de plátano son un revoltijo extraño. Ni siquiera alcanza el aprobado la fideuá de carabineros y pulpo, grasienta y de fondo amargo. Peor todavía el calamar relleno de papada bañado en una extraña tinta, sin sabor a nada y con una presentación deplorable”.

El crítico remata: “Al arroz con leche requemado y amargo le sobraban cosas, y para el flan de maíz rematado con una pelota de palomitas gomosas me faltan adjetivos. Mal. El café, de Irreverentes Café, excelente, un alivio. Al final solicité la cuenta de los tres comensales y el jefe de sala me respondió: ‘Están ustedes invitados por el señor Roncero’. Sorprendente. Por teléfono yo había hecho mi reserva con seudónimo: Carlos Rivas. Y con ese nombre me recibieron a la entrada. El tique medio debe de superar los 120 euros, sin vino. Más o menos”.

En cualquier caso, Rhudo empieza una nueva andadura, su Temporada 1, tras su temporada cero.

La aventura Rhudo, el restaurante que nació con la sana ambición de romper la pana en el 64 de la calle Velázquez, no atraviesa su mejor momento y algunos de sus socios, los más mediáticos, se distancian del proyecto. En otras palabras: Miguel Ángel Silvestre, Álex González, Marcos Llorente y Antoine Griezmann ya no dan la cara por el invento.

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