De Santander a Bilbao pasando por Laredo: cómo conquistar el Cantábrico a bordo del velero con más encanto de esta Navidad
Bienvenidos a bordo de un elegante Bénéteau First 40, un velero muy marinero desde el que descubriremos los rincones más insospechados de la Costa Esmeralda entre Santander y Bilbao. Puedes llevarte hasta cinco amigos (a buen precio)
Dice la Real Academia Española que una aventura es un “suceso o lance extraño”. En realidad, no estamos del todo de acuerdo con los entrañables propietarios de los más doctos sillones del español. Una buena aventura se merece también el beneplácito de la duda y resultar, al final del periplo, un “lance espectacular, enriquecedor e irrepetible”. Lo planteamos porque así lo hemos vivido muchas veces, desde actitudes positivas.
Para que una aventura resulte exitosa se precisa un olfato que sepa detectar planes especiales y alejados, evidentemente, de las hordas de turistas todo incluido. También hace falta saber construir una estructura de horarios y tiempos en la que todo encaje, lo que viene siendo una agenda tan elaborada como perfecta. Y, sobre todo, hay que saber entregarse al lance con las expectativas bien ecualizadas —lo que viene siendo un ‘no le pidas peras al olmo’—, la cabeza en modo positivo y la mejor de las energías.
Hace tiempo, en un viaje de prensa organizado por una firma de alta relojería, aterrizamos en Menorca. La experiencia incluía —al margen de charlas con maestros relojeros, estupendas comidas y una cena gala— una sorpresa: “Mañana salimos a navegar”. Allí, en el puerto de Mahón, conocimos a Xavier Fernández, un curtido lobo de mar muy simpático. En aquella ocasión, salimos a navegar en un precioso catamarán que el propio capitán Fernández nos dejó pilotar y hasta llevar a buen puerto (bajo su estricta supervisión, claro está). Ese tipo de vivencias que no se olvidan.
Xavier, en función de la estación del año, cambia de mar; del Balear al Tirreno, del Adriático al Jónico… Este otoño y este invierno ha decidido instalarse en el Cantábrico, con base en Laredo. Desde allí nos tienta ahora con una aventura de tres días —prolongable a cinco— que suena más que bien. Hora de mimetizarse con los vientos y las olas del norte peninsular, hora de ser uno con la Costa Esmeralda y sus preciosas aguas verdes.
Tenemos el mar, tenemos al patrón, solo nos falta el barco. Bienvenidos a bordo de un elegante y muy marinero First 40 construido por la prestigiosa firma francesa Bénéteau, armadores desde 1884, con sede en Saint-Gilles-Croix-de-Vie. El modelo First 40 es uno de los más apreciados en el mundo de la vela.
Nuestro Bénéteau es un velero acostumbrado a ofrecer grandes rendimientos. Un barquito manejable y alegre, de 12 metros de eslora y un diseño eficiente —interior y exterior—, tan elegante como equilibrado. El barco de Xavier, por solera, tiene cicatrices que hablan de sus aventuras; por descontado, ninguno de estos arañazos pone en jaque la seguridad. Es decir, no esperes un barco flamante porque esta aventura no va de eso. Va de algo más.
Tú y tus mejores amigos
En el Bénéteau de Xavier caben holgadamente seis personas, excluyendo al capitán. Cuenta con tres cabinas para dos y dos aseos. En el barco no se pernocta, se duerme en los destinos. El precio por persona es de 350 euros y aquí encontrarás toda la información complementaria.
Y nuestro plan de navegación para los próximos tres (o cinco) días consiste en…
Día 1: Laredo-Santander
Recorreremos la costa de Laredo a Santander pariendo del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel y siguiendo por el Faro del Caballo, las playas de Berria y Noja, el cabo Quejo, el Faro de Ajo, el cabo Quintrés y las costas de Langre y Somo, hasta llegar a la preciosa bahía de Santander. Allí, a los pies de la península y el Palacio de La Magdalena, recalaremos en la playa del Biquini para que, los más valientes, se lancen al agua.
El día uno comenzará con la recepción y check-in del grupo en el puerto de Laredo. Se procede al pertinente briefing de seguridad y roles a bordo, a la carga de avituallamiento y a la asignación de camarotes.
Día 2: Santander-Bilbao
El segundo día del periplo se navega desde Santander hasta el puerto deportivo de Getxo. La costa irá regalando sus espectaculares playas y acantilados. De las ya mencionadas a las del tramo por conquistar (entre Laredo y Bilbao) como punta Irio, El Ahorcado, playa de Sonabia, ensenada de Oriñón, Islares, Cerdigo, Castro Urdiales, puntas de Saltacaballo y Ontón, playa de La Arena, puntas de Lucero y Galea y, finalmente, Getxo. En esta jornada también se realizan varias paradas para fondear, hacer prácticas de maniobras y, cómo no, tomarse un tentempié en alta mar.
Día 3: Bilbao-Laredo
Toca volver a Laredo, pero sin prisas; el tramo final seguirá regalando las perspectivas únicas que el Cantábrico proporciona de la costa. Llegada a Laredo, check-out, fotos de camaradería y ¡hasta la próxima aventuras navegantes!
Dice la Real Academia Española que una aventura es un “suceso o lance extraño”. En realidad, no estamos del todo de acuerdo con los entrañables propietarios de los más doctos sillones del español. Una buena aventura se merece también el beneplácito de la duda y resultar, al final del periplo, un “lance espectacular, enriquecedor e irrepetible”. Lo planteamos porque así lo hemos vivido muchas veces, desde actitudes positivas.
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