Vanitatis participa en la rueda de prensa en Nueva York de 'Dying for sex', la nueva serie de Michelle Williams

Retrocedamos a los años 90: Michelle Williams fue carne televisiva en los primeros años de su carrera profesional. 'Dawson crece' fue, además de una fábrica de futuras estrellas, un ejemplo de cómo hacer una serie adolescente con dignidad. Ella era uno de los personajes fundamentales de aquel icono catódico. Veintitantos años después, y tras algún éxito televisivo como 'Fosse/Vernon', la nominada al Oscar por 'Los Fabelman' o 'Mi semana con Marilyn' vuelve a ponerse delante y detrás (también es productora) de las cámaras en un producto para la pequeña pantalla.

Inspirada en un podcast que protagonizó una enferma terminal de cáncer que hablaba del descubrimiento tardío de su propia sexualidad, 'Dying for sex' es una miniserie especial en su combinación de humor y de sexo, de muerte, enfermedad y amistad. Ocho capítulos que no dejan respiro al espectador y que desdramatizan la tragedia de una enfermedad terminal cuando aún debería quedar mucha vida por delante.

Conscientes de ello, sus guionistas, su directora Shannon Murphy, y la propia Michelle Williams, acompañada de secundarios como Jenny Slate o Rob Delaney participaban este martes en una rueda de prensa virtual a la que ha tenido acceso Vanitatis. Un encuentro especial y un tanto emotivo, en el que estaba presente la propia Nikki Boyer, autora del podcast y amiga de la Molly real de la que parte toda la historia.

A Boyer la interpreta Slate y la actriz dejaba ver, durante todo el encuentro, su complicidad especial con la mujer a la que da vida en esta producción, que este viernes estrena Disney Plus. "Realmente amo actuar. Y si amas actuar siempre quieres que te ofrezcan el mejor material posible y dar lo mejor (...) El personaje de Nikki es una combinación interesante. No es un cliché (...) Tuve la suerte de poder hacerle un montón preguntas a la verdadera Nikki, sobre su forma de operar y sus mecánicas emocionales", declaró, mirando directamente a la mujer a la que ha dado vida, sentada tras ella.

En estos encuentros virtuales con la prensa, es bastante habitual (aparte de las mínimas y lógicas complicaciones técnicas, que también las hubo) que sea la protagonista de la ficción la que más brille o destaque frente al resto. En este caso no fue así: hubo tiempo para respuestas por parte de todo el equipo, pero Williams sí fue la que tuvo que contestar preguntas más complicadas.

"Alguien me dijo: 'No hagas nada que tu abuela no pudiera ver', pero en el fondo de mí también me decía: 'haz algo para que lo vean tus nietos ", respondió ante la cuestión de una periodista danesa, que quiso saber si había tenido reservas a la hora de interpretar a un personaje que tiene todo tipo de orgasmos en pantalla; un trabajo cuya desnudez física y emocional lo define. Las diferentes formas de exponer un orgasmo provocaron las risas de la actriz: "Ya sé por qué había olvidado la segunda parte de tu pregunta(...) Por cierto, me encanta Dinamarca".

Williams reconoció que lo primero que le llamó la atención del proyecto fue la brillantez del guion. "No es habitual que te llegue un material que te sorprenda (...) Después llegué al podcast y me quedé superada y conmovida por él". La forma de enfrentarse a Molly estuvo definida por el trabajo de cámara (abunda el punto de vista subjetivo de la protagonista, alucinaciones incluidas) y por los apoyos y la "generosidad" de compañeros de reparto como Rob Delaney, vecino y amante en la serie, al que ella quiso dar las gracias en este encuentro.

Ante la cuestión de si habían escuchado el podcast original de Molly y Nikki, la semilla del guion, antes de participar en la serie, solo uno de los actores, Jay Duplass, que en la ficción interpreta al anodino marido de la protagonista, admitió no conocerlo previamente.

A lo largo de la fugaz rueda de prensa también hubo tiempo para bromear sobre el aspecto y el corte de pelo tanto de Williams como de Slate. En la serie, son inseparables y parece que esa química se ha replicado en la vida real. Para este encuentro las dos llevaban el mismo peinado y ambas iban vestidas de blanco, hecho que comentaron entre risas. La buena sintonía entre las dos intérpretes parece fundamental en un producto que, básicamente, habla del acompañamiento en la muerte con bastante sentido del humor.

El equipo artístico de la serie también quiso recordar a la verdadera Molly Cochan. Especialmente su amiga Nikki Boyer, que aquí ejerce de productora ejecutiva y admitió, casi al borde de las lágrimas, que pese a que Molly era "muy selecta" en sus gustos culturales, habría estado encantada de ver cómo la interpreta Michelle Williams. Una encarnación que todos podremos ver a partir de este viernes en Disney Plus, a través de una serie que, haciendo humor de la muerte y la enfermedad, ya suena a premiable. Tiempo al tiempo.