Ni el pantano de San Juan ni las de Cercedilla: 5 piscinas naturales a menos de una hora de Madrid para disfrutar este verano

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Cuando el calor aprieta en la capital, el cuerpo pide a gritos un chapuzón. Pero no todos los madrileños quieren aglomeraciones o desplazarse demasiado lejos para darse un baño en plena naturaleza. Más allá de los clásicos como el pantano de San Juan o las piscinas de Cercedilla, existen alternativas igual de refrescantes y con mucha menos afluencia. Desde pozas escondidas hasta complejos naturales entre montañas, estas son cinco piscinas naturales a menos de una hora de Madrid que merece la pena descubrir este verano.

1. Las Presillas de Rascafría

Ubicadas en el idílico Valle del Lozoya, Las Presillas de Rascafría son probablemente las piscinas naturales más bellas (y fotografiadas) de la Comunidad de Madrid. Formadas por el curso del río Lozoya, sus aguas frías y limpias se enmarcan entre zonas verdes perfectas para tomar el sol o hacer picnic. A lo lejos, el Monasterio de El Paular y las cumbres de Peñalara completan una estampa casi de postal. El acceso está controlado durante la temporada de verano, lo que garantiza cierta tranquilidad pese a su popularidad. El precio simbólico de entrada se destina al mantenimiento del área.

2. La Charca Verde (La Pedriza)

En plena sierra de Guadarrama, dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, La Charca Verde es uno de los enclaves naturales más impactantes de la Comunidad. Esta poza de aguas cristalinas —formada por el río Manzanares entre las rocas monumentales de La Pedriza— es un páramo tan bonito que merece la pena solo la visita. Se llega tras una caminata de unos 45 minutos desde Canto Cochino. Este entorno natural está protegido y no se permite el baño, pero sí que se puede acudir para estar en un entorno natural, alejado del calor de Madrid.

3. Pozas de Puebla de la Sierra

Puebla de la Sierra es uno de esos pueblos que parecen suspendidos en el tiempo, y sus pozas naturales lo convierten en un secreto muy bien guardado. Enmarcadas en la Sierra del Rincón, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, estas pequeñas piscinas naturales son ideales para quienes buscan silencio, naturaleza y aguas frescas sin artificios. El acceso se realiza a pie desde el mismo pueblo, en recorridos cortos pero inmersivos, perfectos para combinar senderismo y baño en un solo día.

4. Piscinas naturales de Riosequillo (Buitrago del Lozoya)

Situadas junto al embalse de Riosequillo, en Buitrago del Lozoya, estas piscinas naturales están completamente acondicionadas para pasar un día en familia. Se trata de una de las más grandes de la Comunidad de Madrid, con amplias zonas de césped, merenderos, áreas infantiles y vigilancia. Su entorno natural no tiene nada que envidiar al de otras más salvajes, y cuenta con buenas conexiones para quienes no quieran complicarse. Es un plan ideal para quienes buscan comodidad sin renunciar al paisaje de la sierra norte. La entrada es económica y puede reservarse online.

5. Playa del Alberche (Aldea del Fresno)

A solo 50 kilómetros de Madrid, en Aldea del Fresno, el río Alberche forma una amplia zona de baño muy popular entre quienes prefieren la tranquilidad de una playa fluvial. Rodeada de árboles y naturaleza, esta “playa” combina aguas poco profundas (ideales para niños) con remansos más hondos perfectos para nadar o relajarse. Es una opción muy cómoda y de acceso sencillo, con servicios cercanos, zona de merenderos y espacio suficiente para pasar un día completo sin necesidad de largas caminatas.