Contra el calorazo, otra de champagne: servir entre 6 y 8 grados (hielos bienvenidos)

Cuando las temperaturas suben, el champagne se convierte en la bebida perfecta para combatir el calor con estilo. Ya sea el icónico Veuve Clicquot, el refrescante Moët & Chandon Ice Impérial o el artesanal Ayala, cada uno ofrece una experiencia única siempre y cuando se sirva a la temperatura ideal. Aquí y ahora, vamos a explorar tres referencias clave, tres exquisitos champagnes con décadas de historia, savoir-faire y un poquito de marketing (del bueno también).

Veuve Clicquot, la viuda alegre

Veuve Clicquot, fundada en 1772 en Reims, ha mantenido su legado de excelencia a lo largo de los siglos, siendo pionera en la historia del champagne. Su cuvée más icónica, el Brut Yellow Label, es un claro reflejo de su saber hacer, mientras que la el Rosé resalta por su delicadeza y el aroma de frutos rojos. Ambas son un homenaje a la visión empresarial de madame Clicquot, quien, al tomar las riendas de la maison en 1805, se convirtió en una figura clave en la historia del champagne. Hoy, su filosofía sigue viva, fusionando tradición e innovación.

Su nueva iniciativa, Le Picnic by Veuve Clicquot, celebra la llegada del verano y la reinterpretación del arte del picnic, una experiencia que se distingue por su elegancia y la mezcla de lo espontáneo con lo refinado. Este verano, la maison llevará su distintivo encanto francés a rincones exclusivos de España, como Mallorca, Menorca, y Tenerife, invitando a los asistentes a disfrutar del champagne en paisajes únicos. Las cestas de picnic y la cuidada selección de la vajilla de Souleiado refuerzan la atmósfera veraniega de estos pop-up con burbujas.

La colaboración con Souleiado, marca emblemática del sur de Francia, añade un toque especial al picnic, con mantelería y vajilla estampada de inspiración provenzal. Sol, burbujas y alegría para el mejor verano de tu vida.

Moët & Chandon Ice Impérial, hielo con estilo

Moët & Chandon Ice Impérial es un champagne especialmente diseñado para ser disfrutado con hielo, con una estructura carnosa y refrescante, resultado de su mezcla de pinot noir, pinot meunier y chardonnay. Su proceso de maduración de 18 meses en bodega le confiere una complejidad aromática que resalta cuando se sirve a una temperatura ideal de 6 ° a 8 °C. Esta temperatura permite que los sabores se desplieguen de manera óptima, equilibrando la frescura y la complejidad del vino.

En cata, Moët & Chandon Ice Impérial convence por su brillante color dorado con reflejos ámbar, que anticipan su riqueza aromática. Los aromas intensos a frutas tropicales como mango y guayaba, junto con notas de frambuesa y cítricos frescos, invitan a una experiencia sensorial envolvente. En boca, se muestra amplio y suave, con una acidez equilibrada que potencia los sabores de frutas frescas, caramelo y un toque sutil de jengibre. El equilibrio entre frescura y complejidad es clave, y solo se logra cuando se sirve a la temperatura recomendada.

El modo de servirlo también es fundamental para disfrutar de sus cualidades. Moët & Chandon sugiere utilizar una copa grande con tres cubitos de hielo, lo que permite que el champagne se mezcle adecuadamente con el hielo sin perder su integridad. Para realzar aún más su frescura, se pueden añadir elementos como menta, pepino o frutos rojos. Ideal para acompañar mariscos, ensaladas frescas o postres frutales. ¡Ice, ice, baby!

Ayala, artesanía y prestigio

Fundada en 1860 en Aÿ-Champagne, Ayala es una de las casas más prestigiosas de la mítica región, conocida por su enfoque artesanal en la elaboración. Esta maison se distingue por su predilección por el chardonnay, especialmente de los mejores 'grand crus' de la Côte des Blancs, y por su estilo elegante y fresco, que busca expresar la pureza del vino. La Perle 2015 es una de sus creaciones más excepcionales, celebrando tanto el arte de la vinificación artesanal como el paso del tiempo, con una edición limitada a tan solo 9.980 botellas, un verdadero tesoro para los amantes del champagne.

La Perle 2015 destaca por la calidad de su añada, que se vio marcada por una sequía que, aunque desafiante, permitió una maduración óptima de las uvas. Con un 80 % de chardonnay y un 20 % de pinot noir, este champagne refleja el equilibrio y la complejidad de sus terroirs. Tras más de ocho años de crianza sobre lías con corcho natural, La Perle 2015 se presenta como un champagne de gran complejidad aromática, con un potencial de envejecimiento excepcional que asegura su evolución en botella.

El diseño de la botella de La Perle, con su forma ancha, refleja la historia y el saber hacer de Ayala. Un champagne que se caracteriza por un perfil aromático que se despliega en capas: aromas de pan tostado, tabaco suave y avellanas, complementados con notas florales secas y un toque de eucalipto. En boca, sorprende con notas de cítricos confitados, cacao y frutos secos, equilibrando frescura y generosidad. Esta cuvée no solo celebra el trigésimo aniversario de La Perle, sino que también rinde homenaje a la tradición de la maison, ofreciendo una experiencia sensorial muy especial y duradera.