El ritual para la noche de San Juan, la noche ideal para que las energías trabajen a nuestro favor: atraer al amor, la prosperidad, la paz y la abundancia

La noche del 23 de junio, víspera de San Juan, es mucho más que fuegos artificiales y baños en el mar. Según las tradiciones más antiguas, se trata de una de las noches con mayor carga energética del año, el momento ideal para cerrar ciclos, hacer limpieza interior y activar nuevos deseos. Para quienes buscan una forma sencilla y simbólica de canalizar esa energía, María, experta en magia, propone un ritual que puede hacerse desde casa y que no requiere más que intención… y unos pocos materiales cotidianos.

Una vela es suficiente para dar inicio al ritual, que comienza poco antes de la medianoche. María indica que se deben preparar dos papeles blancos, rompiendo previamente sus cuatro bordes. En uno se escribe aquello que se quiere soltar: miedos, malos hábitos, relaciones tóxicas, bloqueos o cualquier carga emocional que ya no se desea mantener.

Una vez pasadas las 00:00, hay que leer ese listado en voz alta, empezando por la frase “Yo, (nombre), quito de mi vida…”. Luego, con cuidado, se quema ese papel en la llama de la vela, dejando que el fuego simbolice la liberación de todo lo escrito.

El segundo papel toma un camino diferente. En él se escriben los deseos y objetivos para el nuevo ciclo: desde propósitos personales hasta anhelos emocionales o materiales. Ese papel no se quema. En su lugar, se guarda en una cajita protegida con hojas de laurel, una planta tradicionalmente asociada al éxito, la protección y la abundancia. “Lo ideal es que esa caja no la toque nadie y se mantenga cerrada hasta el próximo San Juan”, explica María. Al llegar de nuevo esa fecha, se abre para revisar cuántos de los deseos se han cumplido.

El ritual finaliza dejando que la vela se consuma por completo, sin apagarla antes de tiempo para poder cerrar el ritual. Es algo así como un journaling, pero con mucha intención y foco en nuestros objetivos.