Si este verano buscas un destino económico, poco masificado y con naturaleza deslumbrante, Macedonia del Norte puede sorprenderte. Este pequeño país balcánico, todavía fuera del radar del turismo de masas, ofrece paisajes impresionantes, ciudades con historia y precios mucho más bajos que en otros destinos europeos. Desde menos de 30 euros por noche en alojamientos con encanto hasta menús completos por menos de 10 euros, viajar por Macedonia del Norte es ideal para quienes quieren explorar Europa sin gastar una fortuna.
Uno de los grandes tesoros naturales del país es el Lago Ohrid, considerado uno de los más antiguos y profundos de Europa. Patrimonio Mundial de la UNESCO, este lago milenario alberga una biodiversidad única y se encuentra rodeado de montañas, playas de agua cristalina y pueblos con encanto. La ciudad de Ohrid, a orillas del lago, conserva un impresionante patrimonio histórico con iglesias medievales, fortalezas y callejuelas empedradas que invitan a perderse.
Un niño salta al río Treska durante un día caluroso, cerca de Skopje, República de Macedonia del Norte. (EFE)
A pocos kilómetros de la capital, Skopje, se encuentra otra maravilla natural: el Cañón de Matka. Este enclave de roca caliza y vegetación densa ofrece senderos, monasterios, cuevas y ríos donde practicar kayak o dar un paseo en barco por precios muy asequibles. En su interior se esconde la cueva Vrelo, una de las más profundas de Europa, todavía no explorada del todo. La belleza del entorno y la tranquilidad del lugar lo convierten en una visita imprescindible.
Más allá de sus paisajes, Macedonia del Norte es un país de contrastes culturales. Con influencias otomanas, bizantinas y balcánicas, el país ofrece una gastronomía variada, música tradicional y un ambiente auténtico y hospitalario. En los pueblos y ciudades, es habitual encontrar mercados locales, cafés animados y gente dispuesta a ayudar, aunque no hablen el mismo idioma. La vida aquí transcurre a un ritmo más pausado, ideal para desconectar.
Fotografía de un árbol en un campo cultivado, en la llanura de Ovche Pole (Macedonia del Norte). (EFE)
Uno de los grandes atractivos para el viajero es su coste de vida, muy por debajo de la media europea. Comer, dormir, moverse e incluso hacer excursiones organizadas cuesta considerablemente menos que en destinos como Italia, Francia o Croacia. Además, la moneda local (el denar macedonio) beneficia especialmente a quienes viajan con euros, lo que permite disfrutar de más por menos.
Aunque Macedonia del Norte no forma parte de la Unión Europea ni del espacio Schengen, no es difícil moverse por el país. Hay buenas conexiones por carretera, especialmente desde Skopje, y la falta de grandes multitudes permite descubrir sus rincones sin agobios. Eso sí, conviene informarse bien sobre los requisitos de entrada, ya que algunos países pueden necesitar documentación específica.
Si este verano buscas un destino económico, poco masificado y con naturaleza deslumbrante, Macedonia del Norte puede sorprenderte. Este pequeño país balcánico, todavía fuera del radar del turismo de masas, ofrece paisajes impresionantes, ciudades con historia y precios mucho más bajos que en otros destinos europeos. Desde menos de 30 euros por noche en alojamientos con encanto hasta menús completos por menos de 10 euros, viajar por Macedonia del Norte es ideal para quienes quieren explorar Europa sin gastar una fortuna.