'Bullying', falta de autoestima y ruina económica: la Victoria Beckham que no conocías llega a Netflix
Aunque cumple con todos los tópicos de la docuserie sobre famosos, la producción de la plataforma también descubre datos insólitos sobre la Spice pija y da un tirón de orejas al machismo despiadado
Victoria Beckham, en el cartel promocional de su documental de Netflix.
Imaginen: una serie de imágenes de Victoria Beckham con las voces en off de críticas despiadadas hacia ella. Eso es lo primero que podrán ver los espectadores que se acerquen, desde este jueves, a Netflix para ver el documental sobre la que fuese la 'Posh Spice'. Una producción sobre su gran aventura y su máximo sueño: ser diseñadora.
Tras ver los tres capítulos que lo integran, empecemos por decir que 'Victoria Beckham' contiene 0 minutos de originalidad, ya quesigue la estructura de docenas de documentales exactamente iguales.
El protagonista o la protagonista en cuestión se enfrenta a un reto (en este caso, un importantísimo desfile en la campiña francesa) que se resolverá al final del documental y que supondrá el clímax de la producción, como si de una ficción se tratase.
Antes de llegar a ese punto, se incluyen una serie de bustos parlantes (en este caso, los de Eva Longoria, Tom Ford o Anna Wintour) que hablan a cámara sobre las bondades y las dificultades de la heroína.
También se dan cita los flashbacks que contextualizan al personaje con imágenes de archivo acompañadas de música emotiva para que uno se ponga en la piel del mismo.
Victoria Beckham en la docuserie. (Netflix)
Como ocurre también en la ficción, el guion incluye un conflicto que se va resolviendo al final; sus cliffhangers (aquí es la lluvia que casi estropea el desfile, todo un punto de giro antes del 'happy ending', como bien sabe cualquier estudiante de guion) y cierto dramatismo.
Todos esos elementos están presentes en esta 'Victoria Beckham' que, como en el caso de Harry y Meghan o como el del propio David Beckham, intentan que se empatice con el personaje principal.
Algo que, en esta ocasión, es algo difícil. Porque el gran conflicto dramático es que a Victoria nunca se la tomó en serio como diseñadora y que se la tildó, (según la producción, muy a la ligera) de 'mujer de' o WAG. ¿Merecía un documental semejante 'injusticia'?
Victoria, en su época de 'Spice'. (Netflix)
Por eso, lo más interesante del asunto son los matices que nos descubren algo más de la que fuese una de las cinco chicas picantes. Hablamos de las imágenes de archivo de niña, por ejemplo. O de cómo su carácter, desde la faceta de controladora a una inseguridad exhibida y verbalizada sin tapujos, tiene su origen en la infancia. Algo muy freudiano... y muy cliché. "Esa niña cohibida era yo", llega a decir.
Se nota que, pese a ser un 'producto algoritmo', los montadores han dejado cierto espacio para los detalles insólitos. Incluso de la relación del matrimonio Beckham, tema que en absoluto es protagonista de la 'trama'.
Tom Ford y Victoria Beckham. (Getty Images)
En una secuencia, Victoria confiesa que siempre pareció mustia y triste en las alfombras rojas porque David suele colocarse a la izquierda y ese es el lado desde el que ella sonríe. Según ella, si lo hace desde el izquierdo, parece "un cerdo". Los más atentos observarán que repite la misma expresión que cree causar en las alfombras: "arpía deprimida".
Por cierto, los que esperen ver un atisbo de España, se quedarán con las ganas. Ni siquiera la que le olía a ajo o la que incluyó aquella niñera que produjo un rifirrafe de la pareja Beckham.
La única mención a nuestra querida patria es que Madrid fue el lugar donde conoció a Eva Longoria, una de las participantes más activas del documental.
Longoria y Beckham, amigas inseparables. (Gtres)
El ser juzgada por su físico desde que era una niña (sus propios padres, que participan en el documental, recuerdan lo triste que se ponía cuando, en las fotos grupales del colegio, la situaban en la fila de atrás por no considerarla lo suficientemente agraciada) es, sin duda, el gran trauma de Victoria. Y el maquillaje que se ponía a escondidas en la escuela, su gran 'Rosebud'.
El documental también nos recuerda cuánto le dolió ver publicada aquella sesión de fotos de 2007 para la firma de Marc Jacobs ("se estaban burlando descaradamente de mí") o su encuentro con Roland Mouret, la persona que dio alas a la señora Beckham para que iniciase su carrera en el mundo de la moda y presentase su primera colección de moda. "Sus enemigos eran el miedo y la falta de autoestima. Teníamos que acabar con la WAG para hacer el sueño realidad", dice Mouret.
Victoria Beckham en campaña promocional de su Victoria Beckham Beauty. (victoriabeckhambeauty.com)
Pese a su carácter de producto previsible, no faltan puntos polémicos. Un ejemplo: pese a ser una mujer hecha a sí misma, Victoria siempre trató de justificar el inicio de su empresa con la ayuda económica de su marido.
En algún capítulo incluso llega a confesar lo mal que lo pasó cuando dicho negocio casi se va al garete. Nada raro si vemos algunos datos.
Cuenta su nuevo socio, David Belhassen, que salvó a la firma de los números rojos invirtiendo en ella, que cuando vio las cuentas de la empresa se quedó asombrado de que ella gastase "70.000 libras en plantas y 15.000 en pagar que las regase" al año.
"A la gente le daba miedo decirme que no", razona ella al respecto. Tiempo después, consiguió que su imperio de la moda renaciese como el ave Fénix y logró no solo que se respetasen sus modelos (la presencia de Wintour en esta producción o en sus desfiles es la prueba definitiva) sino que se la tomase por fin en serio.
Anna Wintour junto a David Beckham en un desfile de Victoria Beckham. (Cordon Press)
A los amantes de los chascarillos les encantará saber que al hogar de los Beckham se le llama Beckingham Palace, que Victoria es capaz de bromear sobre los pezones firmes de las modelos pese a su hieratismo o que tiene un gallinero.
Esas son, al fin y al cabo, las perlas de este documental diseñado para demostrar que Vicky Beckham no era "otra famosa más que quería ser diseñadora". Un objetivo que cumple, además de dar un tirón de orejas al machismo que permitió que se valorase el físico de las señoras como si estuviesen en una feria de ganado.
Sin embargo, los tres capítulos dejarán con ganas de más a los que quieren saber más allá de su sueño fashion. Porque, ¿quién es realmente Victoria Beckham? Habrá que esperar a la secuela para averiguarlo...
Imaginen: una serie de imágenes de Victoria Beckham con las voces en off de críticas despiadadas hacia ella. Eso es lo primero que podrán ver los espectadores que se acerquen, desde este jueves, a Netflix para ver el documental sobre la que fuese la 'Posh Spice'. Una producción sobre su gran aventura y su máximo sueño: ser diseñadora.