En medio del Mediterráneo, frente a la costa de Alicante, se encuentra Nueva Tabarca, una pequeña isla que ha ganado fama por una estadística curiosa: sus habitantes humanos son menos numerosos que sus gatos. Aunque la cifra exacta de felinos varía según los censos, lo cierto es que la población humana permanente ronda los 50 a 60 residentes, mientras que la colonia felina se estima en más de 150 ejemplares en temporadas bajas, y puede duplicar ese número durante los meses de verano.
Nueva Tabarca tiene unos 55-60 habitantes permanentes, según registros recientes, y la densidad de habitantes es baja comparada con la presencia continua de gatos en sus calles, plazas y rincones. Los gatos forman colonias que se han convertido en parte del paisaje y de la vida diaria de la isla, especialmente cuando baja el turismo. En invierno, con pocos residentes humanos, estos animales parecen ser los “dueños silenciosos” de Nueva Tabarca.
Estas plantas pueden afectar a tus perros o gatos. (Pexels/ Nothing Ahead)
El Ayuntamiento de Alicante ha reconocido la situación y en los últimos años ha desplegado campañas de Captura, Esterilización y Suelta (CES) para controlar la población de gatos. El daño que puede generar una colonia felina demasiado numerosa incluye quejas de vecinos por suciedad, olores, acumulación de alimentos, presencia de parásitos y la necesidad de coordinar puntos de alimentación ética.
Un hito relevante fue la operación registrada en una campaña en la que se esterilizaron y liberaron al aire libre cerca de 160 gatos pertenecientes a seis colonias distintas de Tabarca. Esta intervención forma parte de los esfuerzos para evitar que la población felina crezca sin control en un espacio tan reducido.
Las claves de la psicología sobre los gatos. (Pexels/EVG Kowalievska)
Para muchos visitantes, esta abundancia de gatos le da un aire pintoresco y singular a la isla. Callejones empedrados, plazas tranquilas y muros cálidos al atardecer se ven salpicados por felinos descansando al sol o husmeando por las esquinas. Esta convivencia natural gato-humano se ha convertido en parte del encanto turístico de Nueva Tabarca, especialmente fuera de la temporada alta.
Pero no todo es idílico: también existen retos prácticos. Control sanitario, esterilización, gestión de residuos, alimentación responsable y mantenimiento de espacios limpios han sido hábitos debatidos entre los vecinos, las autoridades locales y asociaciones animalistas. Todas las partes coinciden en que el objetivo debe ser preservar esa particular “marca” de la isla —los gatos en sus calles— sin que ello comprometa la calidad de vida de sus residentes ni la salud pública.
En medio del Mediterráneo, frente a la costa de Alicante, se encuentra Nueva Tabarca, una pequeña isla que ha ganado fama por una estadística curiosa: sus habitantes humanos son menos numerosos que sus gatos. Aunque la cifra exacta de felinos varía según los censos, lo cierto es que la población humana permanente ronda los 50 a 60 residentes, mientras que la colonia felina se estima en más de 150 ejemplares en temporadas bajas, y puede duplicar ese número durante los meses de verano.