Sergio Álvarez inaugura (por fin) su Centro de Alto Rendimiento Hípico en Madrid

Sergio Álvarez Moya ha comenzado 2018 cumpliendo uno de sus sueños. A comienzos de enero, el jinete asturiano veía por fin finalizadas las obras de su Centro de Alto Rendimiento (CAR) Hípico en Madrid. Con unas modernas instalaciones y capacidad para albergar más de cuarenta caballos, la llamada Finca Hípica La Moraleja cuenta con pista de galope, caminadores automáticos, varios guadarneses y unos boxes de lujo con ventana exterior en los que los caballos podrán disfrutar de calefacción y aire acondicionado. El picadero cubierto destaca por los amplios ventanales situados en la parte superior que permiten que se pueda disfrutar de luz natural mientras se entrena. También cuenta con varias pistas exteriores separadas por una valla de madera.

Ocho meses después de adquirir el terreno de 26.000 m2 situado en la urbanización La Moraleja, el exmarido de Marta Ortega ya ha comenzado a poder disfrutar y explotar su proyecto. En el CAR, los días 10 y 11 de enero, un total de seis jinetes pertenecientes al equipo nacional de saltos recibían clases magistrales impartidas por Henk Nooren, el nuevo entrenador de saltos del equipo nacional. Nooren se incorporó a su puesto como entrenador tras la marcha de Eric Van Der Vleuten, quien compaginaba el entrenamiento con la monta de los caballos de Marta Ortega.

Algunas voces culparon entonces de su marcha a la hija del dueño de Inditex, pero Sergio Álvarez fue de los primeros en alzar la voz para defender a su exmujer y madre de su hijo. “Marta (que ha tenido siempre caballos y ayudado al equipo) es libre de confiar sus caballos a quien considere”, zanjaba el jinete en una publicación hípica.

Un éxito a pesar de la ‘ruptura’ con Inditex

Al actual jinete de saltos número uno de España, y uno de los quince mejores del mundo, tampoco parece haberle afectado otra polémica relacionada con su exfamilia política. El primer patrocinio de Massimo Dutti a un jinete recaía sobre el hijo de Van der Vleuten, lo que no ha sido visto con buenos ojos en la hípica española. Y es que salvo la cesión por parte de Marta Ortega del gran Carlo 273, que tantos triunfos le ha regalado a Álvarez Moya, el jinete ha demostrado no necesitar a la familia Ortega para triunfar como jinete y empresario hípico.

Además de ser uno de los jinetes españoles más prometedores de todos los tiempos, ha logrado con su negocio de cría y entrenamiento de caballos poder pagar las facturas de un deporte costoso que no permite vivir solo de la competición. Negocios a los que hay que sumar el nuevo Centro de Alto Rendimiento en el que ya están programadas una serie de actividades a futuro. Los días 22 y 23 de enero, el jinete acogerá en su finca a otros seis jinetes para un nuevo clinic de salto, como se denomina en el argot hípico a las clases magistrales.