Malú, rota de dolor: muere su perrita Lola tras 11 años siendo su "amor incondicional"

Malú ha comenzado el 2018 despidiéndose de uno de los pilares fundamentales de su vida: su perrita Lola. La cantante está viviendo un momento profesional muy bueno, estrenando disco con gran éxito y con numerosos proyectos en televisión como 'La Voz', pero ese triunfo no se termina por trasladar al terreno personal. En el amor no está en su mejor temporada, después de haber roto con Gonzalo Miró, aunque se rumorea que ya ha encontrado sustituto y el afortunado es su compañero de programa, Pablo López. Sin embargo, la pérdida de su perrita le ha sumido en la más amarga tristeza, dado que junto a ella ha vivido sus grandes momentos personales y profesionales.

“Mi gente… se ha ido mi Lola… mi pequeño demoniete… mi loquita… Once años de amor incondicional… Once años de pises descontrolados y desesperantes… Once años de una vida… Gracias Lolita mía”, escribía Malú en su perfil de Instagram como acompañamiento a una tierna imagen de su mascota en brazos. Un duro varapalo del que tratará de recomponerse con tiempo y con el apoyo de los suyos, así como de sus incondicionales seguidores.

Lola, la perrita que la ha acompañado en los últimos once años, siempre ha sido una gran protagonista de las redes sociales de Malú, una cantante muy comprometida con los derechos de los animales. A la cantante le gusta compartir imágenes de sus perros, donde demuestra el amor que les profesa y la admiración que siente por su forma de entender la vida: “Seres peludos e irracionales que escuchan de verdad a su cuerpo. Ellas no perdonan la siesta, por algo será”, escribía hace unos meses para ilustrar una imagen de sus tres perras plácidamente dormidas sobre el sofá.

Ahora, a Malú le toca decirle adiós a la pequeña Lola, una yorkshire que se había convertido en su ojito derecho y la auténtica princesa “comestible” de la casa. Son muchas las imágenes que existen de ella en su cuenta personal de Instagram, por lo que sus seguidores entienden a la perfección el dolor que la embarga ahora que ha iniciado su partida y deja un vacío en su hogar. Un duro proceso del que seguro se repondrá con el cariño que le darán sus otras dos perritas, Danka y Rumba. ¡Ánimo, Malú!