Es noticia
Menú
La influencer Gigi Vives habla del trato a las instagramers: "La gente es muy hija del mal"
  1. Famosos
ENTREVISTA

La influencer Gigi Vives habla del trato a las instagramers: "La gente es muy hija del mal"

Confiesa que gran parte de su tirón se lo debe a Dulceida, a la que conoce desde los 15 años. Nos recibe y nos habla del oficio de postear en la red imágenes de uno mismo

Foto: La influencer Gigi Vives. (Foto: Albert Mullor)
La influencer Gigi Vives. (Foto: Albert Mullor)

Gigi Vives tiene 413.000 seguidores en Instagram y se ha convertido, sin que fuera tal su empeño, en lo que hoy conocemos como 'instagrammer', personajes conocidos gracias a la red social en la que la imagen usa los filtros como traje y los 'likes' como alimento. ¿Son los viajes y las vidas de los 'instagrammers' tan paradisiacos como aparentan o tanto filtro Valencia esconde tras de sí un revés granulado? ¿Cuál es el secreto para convertirte en una estrella de las redes sociales? Hablamos con Gigi para descubrirlo.

Lo primero que Gigi admite es que le debe gran parte de su éxito a su amiga, la popular Dulceida, que, tal y como la propia Vives afirma, ha sido la que le ha dado el empujón que necesitaba para sacar su verdadero yo. La catalana nos recibe en su casa con un dos piezas de 'print' animal de inspiración pijama y con un moño alto desaliñado que se encarga de recoger su melena recién teñida de marrón. De rubia oxigenada, Vives ha pasado a convertirse en una suerte de Angelina Jolie patria cuyos voluminosos labios resaltan con especial fuerza con su nuevo look, que pudimos ver por primera vez en el desfile de Ze García, en el que desfiló junto a 'millennials' como Dulceida y Laura Escanes.

Amiga desde los 15 de Dulceida

“No voy a volver a desfilar en mi vida: jamás he sentido semejante miedo ni me he sentido tan juzgada. Cuando me vi maquillada como un maniquí y peinada como una leona de cincuenta años, esperando 20 minutos para tener que desfilar, casi me da algo. Desfilar te fuerza a juzgarte a ti misma y aunque algunas modelos que desfilaban con nosotras eran majas, otras nos miraban sin entender qué pintábamos ahí, como pensando ‘ahí está la influencer esta’, explica. "Lo hice porque admiro muchísimo A Ze y a su trabajo y por supuesto, lo adoro como persona. Estoy muy orgullosa de lo que hace y de todo lo que ha logrado", matiza.

Conoce a Aida Domènech, la famosa Dulceida, desde los 15 años, y cuando habla de ella su admiración es más que palpable. Alaba la pasión que deposita en todo lo que hace y la forma en la que ha logrado ser la 'influencer' más importante de nuestro país. Su amistad le ha hecho notar 'el efecto Dulceida', pues tras salir a la luz el Dulcesquad, compuesto por un grupo de amigos 'influencers' y fotógrafos, sus seguidores en las redes se dispararon.

Ella es consciente, pese a todo, de que muchos de ellos la siguen por ser la 'amiga de'. “La coletilla siempre se repite cuando me encuentro a estos fans, porque me conocen como ‘la amiga de Dulceida’. Yo ya tenía mis seguidores, que iban aumentado de forma paulatina, pero al ser parte del Dulcesquad, todos nos retroalimentamos. Ella me ha dado el 'push' que necesitaba, aunque yo sigo haciendo los contenidos que me gustan. Si te gusta bien y si no… también”, afirma Gigi con contundencia, que asegura que aunque escucha a sus seguidores, no condicionan lo que sube a su Instagram.

“Aida me decía que no mostraba en mis redes cómo soy realmente, y al aparecer en sus vídeos y en los de los Tripletz -compuesto por los carismáticos Lucas Loren y Sergi Pedrero, exrepresentante de Dulceida-, la gente descubrió cómo soy. Ella me dio el fenómeno fan que yo no tenía”, asegura. Como influencer, le preguntamos cómo reacciona ella ante los 'haters', esos que atormentan a Laura Escanes y los que impulsaron a la bloguera Lovely Pepa a denunciar ocho años de acoso en su canal de Youtube. Dulceida, Escanes y Paula Echevarría son algunas de las que le han mostrado públicamente su apoyo.

“En realidad creo que la razón por la que no tengo muchos detractores es el tipo de contenido que hago. Si posas en bikini critican tu físico y si tratas temas delicados… -mide sus palabras y levanta la mirada- la gente te ataca”. Se refiere a los que insultan a Dulceida por su condición sexual. Cuando Aida Domènech, que hasta ese momento había estado con hombres, se enamoró de una mujer -Alba, con la que se casó en el 2016- y así se lo hizo saber a sus seguidores en un vídeo de Youtube que cuenta con más de 3 millones de visualizaciones. “Aida recibe comentarios de gente que la llama bollera y la insulta por su orientación sexual. También tengo amigas a las que llaman gordas, esqueléticas, enfermas… La gente es muy hija del mal. El odio se desata más cuando sales en Youtube, porque cuando la gente te pone voz, cree que tiene derecho a decirte de todo”, afirma con tristeza.

Pelayo y el error de 'Cámbiame'

Le duele especialmente cuando lee en sus comentarios acusaciones de ser una niña de papá. “Trabajo desde los 15 años. He sido camarera, canguro y he trabajado en Hollister. Me acabo de independizar y me lo pago yo todo. De hecho, aunque alguna vez he podido darme un caprichazo, me duele gastarme un dineral en un bolso. También me acusan de no tener estudios y tengo mi carrera, pero si no hubiera estudiado, ¿qué pasaría?”, se pregunta. “El odio viene de la falta de información y de la tranquilidad de estar detrás de una pantalla. Dudo mucho que si me vieran por la calle me dirían esas cosas que me escriben a la cara”.

Hablando de pantallas, ¿entra en sus planes trabajar en televisión? “¡Para nada! Nunca me ha llamado. De hacer algo, sería en un canal que me gustara realmente lo que hace y tendría que tratarse de algo tipo 'Plain Jane', en el que Louise Roe renueva el armario de la gente”. Pero entonces, ¿encaja tal vez 'Cámbiame' en sus esquemas? “No soy de Mediaset. Entiendo y respeto lo que hace, pero no es para mí".

De hecho, creo que Pelayo, que me encanta, ha cometido un error por estar ahí. El programa le ha hecho famoso, pero yo me lo imaginaba haciendo otras cosas y nunca llegaría a eso”, asegura. Gigi Vives no planea sus looks ni se viste para tomar la foto perfecta. “En realidad, es al revés. Si me veo mona un día y veo un sitio que me gusta, hago una foto. Pero la gente se pasa horas decidiendo qué ponerse y buscando un sitio concreto y eso no es para mí, aunque sé que los looks venden mucho. Sé que hay muchas niñas que quieren ser instagrammers por los regalos y por los K´s, pero eso no va conmigo”.

Planes de vida anti-instagramer

Confiesa que nunca ha recibido un regalo realmente exclusivo o caro de una marca y que sube productos de aquellas firmas con las que guarda buena relación. “Yo he hecho cosas que ahora veo y me pregunto cómo pude hacerlas, pero es que ahora Instagram es mi herramienta de trabajo. Antes me adaptaba a la marca, pero al trabajar con ciertas firmas que dan nivel, he descubierto que las marcas confían más en mí y que escuchan lo que les digo. Al ver los resultados, comprueban que sé qué contenido va a funcionar mejor para mis redes.

He conseguido que ahora me den un producto y que me den total libertad creativa, que es algo que ahora que tengo representante pedimos en el contrato siempre. Ni las instagrammers ni yo somos un catálogo. No puedes vender todo en Instagram, aunque hay muchas que lo hacen. Creo que pierdes credibilidad y que terminas diciendo ‘sí’ a todo. Yo no tengo un fee establecido, ahora valoro más el tema del dinero y sé qué pedir y qué no pedir. Antes hacía muchas cosas gratis por las que más tarde descubrí que otras cobraban”, afirma.

Sus planes para el futuro son anti-instagrammer. De hecho, planea dejar de serlo. “Siempre quise estudiar diseño de moda, pero me decanté por la comunicación. Mi padre trabaja en el sector textil y sueño con formar mi propia marca, hacer desfiles, shootings… Me gustaría hacer entrevistas a personajes del mundo de la moda y de la belleza. También me encantaría tener una colección cápsula con una firma de maquillaje, como ha hecho Gigi Hadid”, explica desde su admiración por la modelo homónima.

“En realidad, me gustaría alejarme de Instagram y dejarlo en un segundo plano. Aunque es mi trabajo y es lo que me da dinero, lo cierto es que me aburre, porque al final todo lo que hacemos es repetitivo. No quiero cogerle manía”. Nos despedimos de la instagrammer que no quiere serlo deseándole un buen viaje, pues al día siguiente se irá con su hermana pequeña a París. Tras él, seguirá luchando por viajar a un lugar en el que los 'likes' no importen y los filtros no existan. 'Bon voyage', Gigi.

Gigi Vives tiene 413.000 seguidores en Instagram y se ha convertido, sin que fuera tal su empeño, en lo que hoy conocemos como 'instagrammer', personajes conocidos gracias a la red social en la que la imagen usa los filtros como traje y los 'likes' como alimento. ¿Son los viajes y las vidas de los 'instagrammers' tan paradisiacos como aparentan o tanto filtro Valencia esconde tras de sí un revés granulado? ¿Cuál es el secreto para convertirte en una estrella de las redes sociales? Hablamos con Gigi para descubrirlo.

Dulceida Instagram Laura Escanes