Laura Matamoros se pone "histérica" tras sufrir un susto en su séptimo mes de embarazo

“El peor día de mi vida”. Así titula Laura Matamoros su última entrada en su videoblog en el canal Mtmad de Telecinco, en el que narra los pormenores de su vida más allá de sus colaboraciones, cada vez más esporádicas, en televisión. La hija más mediática de Kiko Matamoros se encuentra en la recta final de su embarazo, concretamente en el séptimo mes, y acaba de vivir la peor experiencia desde que conociese la feliz noticia de que estaba esperando su primer hijo.

Por fortuna, todo quedó en un susto, pero aún tiene el miedo metido en el cuerpo, después de haber atravesado “la peor noche del embarazo, por no decir la peor noche de mi vida”, tal y como explica en su cuaderno de bitácora personal. “Lo he pasado tan sumamente mal, me han surgido tantas preguntas”, continúa acercando Laura Matamoros a sus fans la agonía que vivió la noche en la que experimentó fuertes dolores abdominales, que en un principio atribuyó a posibles contracciones. Creía que el bebé se adelantaba dos meses a la fecha prevista y el hecho de que sentía “patadas que no eran normales” la alarmaron más si cabe.

Ante esta situación de estrés, Laura Matamoros tuvo que acudir rápidamente a urgencias para que los facultativos pudiesen arrojar luz sobre los fuertes dolores que padecía, temiendo que la vida de su retoño corriese peligro. Afortunadamente todo está bien, como así se ha apresurado a matizar antes de continuar explicando cómo fue esa amarga noche: “Todo está normal y el niño sigue con su peso estable de 1,3 kilos”. Ella, por su parte, ha ganado 15 kilos durante el embarazo y se teme que seguirá subiendo, algo que no le preocupa en exceso, a pesar de que muchas personas la hayan criticado por ello: “Ya los perderé cuando nazca el bebé, pero es verdad que la gente es muy desagradable”.

Eso sí, ya está en preaviso de que el bebé podría adelantarse, por lo que ha preparado la bolsa con todo lo necesario para el parto. Un proceso que ahora más si cabe le provoca inquietud, como es normal en una mamá primeriza, pero que afronta con la misma fortaleza de la que ha hecho alarde primero en 'Gran Hermano VIP' y después en 'Supervivientes'.