Enrique Iglesias se come a besos a uno de sus mellizos en un vídeo que ya es viral
El artista ha pasado de evitar compartir su vida privada con sus seguidores a regalarles cada vez más imágenes y vídeos de sus mellizos. El vídeo de hoy tiene ya 13 millones de reproducciones
Enrique Iglesias está experimentando el amor que solo un padre puede sentir hacia su hijo. Es un amor irrefrenable, incombustible, que hace que todo tu mundo gire entorno a tu retoño, en su caso, a sus mellizos, con los que se derrite con cada gesto. Así lo ha demostrado el propio cantante a través de un vídeo compartido a través de su cuenta personal de Instagram, en la que le da cientos de besos en la carita a uno de sus hijos.
Si hace unos meses era raro ver cualquier atisbo de vida privada en sus cuentas públicas de las redes sociales, ahora es más habitual ver cómo presume de la familia que ha creado. El último vídeo que ha subido en el que agobia al pequeño entre arrumacos y besos ya acumula 13 millones de seguidores: “No me canso de mi sol”, escribía Enrique Iglesias, que a los 42 años ha descubierto cuánto se puede querer a un hijo.
Antes de este vídeo, el cantante ya había publicado una instantánea durmiendo con uno de sus mellizos, mientras que su novia, la tenista Anna Kournikova, hacía lo propio con el otro. Se sincronizaron para presentar a sus mellizos a la vez en sus respectivos perfiles públicos y tratar con ello de rebajar la atención mediática que les persigue desde que se conoció que se habían convertidos en papás por sorpresa. Nadie reparó en que la deportista estaba embarazada y la noticia de su alumbramiento pilló a todos con el pie trastocado.
Enrique Iglesias está experimentando el amor que solo un padre puede sentir hacia su hijo. Es un amor irrefrenable, incombustible, que hace que todo tu mundo gire entorno a tu retoño, en su caso, a sus mellizos, con los que se derrite con cada gesto. Así lo ha demostrado el propio cantante a través de un vídeo compartido a través de su cuenta personal de Instagram, en la que le da cientos de besos en la carita a uno de sus hijos.