Corona de espinas, lágrimas y legionarios: la Pasión según Raquel Bernal

Raquel Bernal, la empresaria venezolana amiga de Antonio Banderas, compartía la Semana Santa mucho antes de casarse con Álvaro Muñoz Escassi. Vive entre Miami, Punta Cana y Madrid, ciudad en la que ha estudiado su hija y donde su madre, Paloma, pasa largas temporadas.

Aunque su agenda laboral y personal es complicada, siempre guarda días para participar de la Semana Santa de España. Antes de conocer a Banderas ya acudía a Málaga, ciudad en la que fue nombrada camarera de la Virgen de Lágrimas y Favores, de la que el actor español es también devoto, mayordomo y hermano mayor.

La novedad de este año es que Raquel Bernal ha sido la encargada de imponer la corona de espinas al Cristo de la Buena Muerte, conocido como el de Mena. Se trata de una ceremonia muy emotiva en la que se concede este privilegio a las personas que han favorecido a la hermandad.

"Es un acto muy especial y estoy muy agradecida", explicaba Raquel Bernal a Vanitatis. La liturgia está acompañada por los legionarios, que son los encargados de velar al Cristo en la iglesia de Santo Domingo hasta la mañana del Jueves Santo, cuando se hace su traslado al trono procesional.

La empresaria, que se hizo conocida mediáticamente en España por su boda con el jinete Escassi, participó también el sábado, 24 de marzo, en el encendido. Y este domingo acudió a la iglesia de San Juan donde se encuentra la Virgen de Lágrimas y Favores.

Este domingo de Ramos, la venezolana acompañó también a la Virgen de la que es camarera. Este título lo reciben personas que han ayudado a la hermandad. Raquel Bernal se encarga de que haya siempre flores frescas en la iglesia y ha donado dinero para restaurar la cúpula del tempo.