Los dos pecados (gastronómicos) de Paula Echevarría en Semana Santa

Ya lo dice el dicho: “Todo lo que me gusta es pecado o engorda”. Lo mismo debe de pensar la actriz Paula Echevarría, solo que a ella, a juzgar por las imágenes que ha subido a sus redes sociales, eso parece importarle poco.

La protagonista de 'Velvet' está pasando unos días en su Asturias natal, disfrutando de los suyos y respirando un poco el fresco aire del norte antes de volver a la batalla del día a día: su trabajo, su historia pasada con David Bustamante, el renacer del amor junto a Miguel Torres, los 'paparazzi' acechando a la vuelta de la esquina…

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Los últimos meses en la vida de la influencer han sido muy agitados, así que no se lo ha pensado dos veces, ha puesto un poco de tierra por medio y se ha refugiado en Cangas para hacer lo que hace la gente normal: salir de cañas, echarse unas risas y bajar un poco la guardia.

Pero no ha sido a lo único a lo que se ha dedicado la actriz que se dio a conocer en 'El comisario'. Como hemos podido comprobar en sus redes sociales, Paula es muy fan de la buena comida y, de hecho, es bastante habitual que comparta imágenes en las que podemos ver a la actriz sentada a la mesa, disfrutando de una buena sobremesa junto a un grupo de amigos. Pero ahora, Paula nos ha desvelado cuáles son dos 'pecados culinarios' a los que no se puede resistir: la fabada (como buena asturiana que es) y las torrijas, postre típico de la época. Mucho nos tememos, por la frase que ha escrito junto a la imagen, que esa cazuela en la que nadan morcilla, chorizo y fabes es fruto de una deliciosa receta casera.

El menú no puede ser más altamente calórico, así que mucho nos tememos que si quiere llegar a tiempo a la operación bikini, Paula va a tener que 'pagar' su penitencia cuando termine la Semana Santa y volver a las rutinas gimnásticas, a las que, por cierto, no parece tenerle mucho miedo. Como decía aquella famosa frase de una serie de los 80: “La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar: con sudor”.