Las verdaderas razones del cierre del restaurante de los Verdasco

La familia Verdasco cierra uno de sus famosos restaurantes de Madrid, la Rayúa de Majadahonda. Se trata de uno de los dos locales que José Verdasco, padre del tenista Fernando Verdasco, fundó por su cuenta cuando dejó de acompañar a los torneos de tenis a su famoso hijo. El otro restaurante del mismo nombre, La Rayúa, se encuentra ubicado en el barrio de Malasaña, en el centro de Madrid.

La Rayúa de Majadahonda se traspasa el próximo mayo, pero la razón no es económica: para el patriarca del clan ha llegado el momento de tomarse un descanso, porque el estrés le está pasando factura.

Fuentes cercanas a la familia salen al paso de los rumores explicando, muy molestas, que las verdaderas razones de este traspaso no tienen nada que ver con dificultades económicas, ni con malos resultados financieros. Muy al contrario, su imperio hostelero está en buena forma y mantiene con muy buen nivel de vida a todos los descendientes de la famosa bisabuela.

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La salud del padre y el relevo

El traspaso tiene que ver con la salud del padre del tenista, que se ha visto afectada por su duro ritmo de trabajo, y aunque el próximo junio cumple solo 59 años, ahora tiene que cuidarse. Así, los famosos cocidos de este lugar de la zona Norte de Madrid, cuyo nombre era el apodo de Cándida Santos, bisabuela del tenista, que en 1870 fundó los restaurantes La Bola y Café de Chinitas, dejarán pronto de ser un plato estrella para dar paso al pollo tandoori y otras especialidades de la cocina hindú que será la que se instale en el lugar.

También tiene que ver con la falta de una nueva generación Verdasco que quiera hacerse cargo de los negocios familiares de hostelería. Ni Fernando ni sus hermanas, ni sus primos han encaminado sus pasos hacia este mundo. Cada uno ha estudiado o se ha formado en distintas disciplinas, todas ellas muy alejadas de los fogones, y no tienen intención de continuar la saga familiar.

Fernando vive del tenis y fuera de Madrid, concretamente en Doha; su hermana pequeña, Ana, estudia diseño, próximamente se trasladará dos años a Milán y su intención es dedicarse al mundo de la moda. Su otra hermana, Sara, casada con Juan Carmona, hijo del guitarrista de Ketama, aún se recupera de las graves lesiones tanto físicas como psicológicas que le dejó un grave accidente que sufrió en Miami y que a punto estuvo de costarle la vida, poco después de su boda. Y tampoco desea continuar la saga familiar.

Y en cuanto a sus primos, uno ha estudiado Historia del Arte y además vive en Irlanda; otro trabaja en una empresa de videojuegos y un tercero se ha instalado en Oregón, donde ha montado una empresa de becas deportivas para jóvenes que deseen estudiar en Estados Unidos.

José, el padre de Fernando Verdasco, un hostelero a la antigua que se levanta a las 7:30 h de la mañana para ir personalmente al mercado a comprar mercancía y que permanece en el restaurante hasta la hora del cierre, nota que necesita descansar para que su estómago y su hígado no se resientan más. Nada grave insisten.

Ana Boyer, nueva 'mánager' de Fernando

Las mismas fuentes cercanas a la familia aseguran que la intención de los padres del tenista, José Verdasco y Olga Carmona, es pasar mas tiempo juntos, sobre todo ahora que él ya no acompaña tanto a su hijo en sus viajes ni se ocupa de sus asuntos financieros, ni de las casas que posee en Madrid, ya que todos los negocios de Fernando han comenzado a ser supervisados por su esposa, Ana Boyer.

José y Olga planean disfrutar más de la vida y pasar largas temporadas entre Miami, ciudad que apasiona a Olga, Doha, donde vive su hijo, y Huelva, la tierra natal de José. El centro de estética que Olga abrió recientemente en Majadahonda quedaría al cargo de su socia María José, que fuera esteticista personal de Victoria Beckham durante el tiempo que esta vivió en Madrid.

La familia Verdasco, José, Agustín, Fernando y Maite, padre y tíos del famoso tenista, son propietarios del Grupo Bamba, al que pertenecen sus tres grandes restaurantes, La Bola, Café de Chinitas y La Cañada. Este último, verdadero buque insignia de la empresa, se asienta en un local propio, en unos terrenos de la finca familiar de Boadilla del Monte. Y se dedica sobre todo a bodas y grandes eventos.

Tanto La Bola como el Café de Chinitas están instalados en locales alquilados en el centro de Madrid y son famosos por sus cocidos en puchero que se sirven todo el año. Los dos los lleva una prima, Mara Verdasco.

El restaurante La Rayúa situado en Malasaña, propiedad solo de José Verdasco al igual que el de Majadahonda, está también instalado en un local de alquiler, y aunque de momento lo supervisará Sara Verdasco, a la que los médicos han aconsejado que se mantenga ligeramente ocupada, en cuanto pueda lo dejará.

Las mismas fuentes añaden que todos los restaurantes del grupo son rentables, incluido el de Majadahonda, que arrancó despacio los dos primeros años pero había logrado remontar la crisis. Sin embargo el esfuerzo no compensa puesto que compromete la salud del jefe del clan. Este restaurante fue recientemente visitado por el jugador del Atlético Filipe Luis, quien posó a las puertas del mismo con Fernando Verdasco tal y como publicó en su cuenta de instagram.