Los March o cómo hacer negocio de la boda de su hijo alquilando el avión privado
El 'no enlace' de la Sierra Norte de Sevilla sigue dando que hablar. Revelamos algunos detalles sorprendentes de la fiesta y el pequeño negocio aeronáutico que hizo la familia
El sábado 5 de mayo, el matrimonio formado por Carlos March Delgado y Conchita de la Lastra celebraron en su finca sevillana de Altarejos la fiesta posnupcial de su hijo Carlos con Mónica Benjumea. La pareja se había casado el 7 de abril en una finca alquilada también cerca de Sevilla. La diferencia entre una y otra convocatoria fue como la noche y el día. La boda verdadera fue de perfil bajo con la asistencia de gente joven y pocos apellidos sonoros. Una decisión de Carlos y Mónica, cuyo estilo de vida es más parecido al de cualquier hijo de profesión liberal al ser el joven miembro de una de las familias más poderosas en el mundo empresarial y financiero.
En cambio, la 'no boda' fue todo lo contrario. El lugar elegido fue Altarejo, la espectacular finca de diez mil hectáreas en la Sierra Norte sevillana. Un campo único en España donde el jefe de esta rama de la familia ha creado un jardín de cuento con más de trescientas variaciones de flores, entre ellas plantaciones de rosas de injertos exclusivos. Carlos March Delgado cuida personalmente de sus rosas y algunas de las especies se han presentado a concursos internacionales.
Negocio con el jet de papá
La finca cuenta también con pista de aterrizaje para el avión privado de la familia March y de las amistades que forman parte del poder económico y empresarial. En esta ocasión hubo muchos invitados que prefirieron viajar hasta Altarejo en este medio de locomoción. Los March ofertaron su avión a los invitados que desde Madrid eligieron esta opción. Un privilegio que no está al alcance de todos los bolsillos y más rápido que viajar en AVE o en coche. Según las empresas de alquiler, el precio básico oscila entre los tres mil y los ocho mil euros hora para un pasaje a partir de diez personas. Lo que no se sabe si el matrimonio anfitrión hizo precio a los amigos.
Según la información recabada por Vanitatis, hubo al menos tres viajes de ida y otros tantos de vuelta. El horario de vuelo estaba marcado a las seis de la tarde, las 9 y las 12 de la noche. En vez de autobuses, aviones para apellidos sonoros. Entre los invitados acudieron Anna Gamazo y Juan Abelló, Elena Cué y Alberto Cortina, los Alcocer, Fierro, Marisa y Alfonso de Borbón, Florentino Pérez, Samuel Flores, Carlos Gutiérrez Maturana, el empresario portugués Joao Flores y Tita, su mujer, María Cecilia Sarasola, Pascua Ortega y Jaime de Marichalar .
El sábado 5 de mayo, el matrimonio formado por Carlos March Delgado y Conchita de la Lastra celebraron en su finca sevillana de Altarejos la fiesta posnupcial de su hijo Carlos con Mónica Benjumea. La pareja se había casado el 7 de abril en una finca alquilada también cerca de Sevilla. La diferencia entre una y otra convocatoria fue como la noche y el día. La boda verdadera fue de perfil bajo con la asistencia de gente joven y pocos apellidos sonoros. Una decisión de Carlos y Mónica, cuyo estilo de vida es más parecido al de cualquier hijo de profesión liberal al ser el joven miembro de una de las familias más poderosas en el mundo empresarial y financiero.
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