La sorprendente reaparición (entre íntimos) de Isabel Preysler
El motivo de la vuelta estelar de la pareja fue asistir a la boda de Bernardo Gallagher y Laura Contreras. La pareja de Vargas Llosa sorprendió por su cambio físico
Isabel Preysler no se dejaba ver públicamente desde hace tiempo como ya adelantó Vanitatis. Por fin la reina de corazones apareció en una fiesta privada acompañando a Mario Vargas Llosa. Fue el sábado pasado en el elitista Club Puerta de Hierro de Madrid. El motivo de la reaparición estelar de la pareja fue asistir a la boda de Bernardo Gallagher y Laura Contreras.
El novio es hijo del empresario David Gallagher, uno de los hombres más influyentes de Chile y amigo personal del nobel. Es miembro del directorio de Cencosud, forma parte de la Universidad de Oxford, director del Consejo Chileno de Relaciones Internacionales y columnista del diario 'El Mercurio'. Muchas de las amistades se desplazaron desde diversas ciudades de Latinoamérica y Europa para estar junto a los novios el día de su boda. Además de los íntimos españoles.
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Tan protagonista como la novia
Y una de las mujeres que más llamó la atención en la fiesta nupcial fue Isabel Preysler. La razón de esta sorpresa fue el cambio físico que mostraba ese noche. De ahí que muchos coincidieran en que los aparentes nuevos retoques a los que se ha sometido Preysler hayan sido la causa de su alejamiento social público. La opinión generalizada era positiva aunque también hubo detractores que consideran que no puede aparentar menos años que su hijas Chábeli y Tamara.
Isabel Preysler sumplió 67 años el pasado febrero y de todo el grupo de amigas de parecida edad es la que se mantiene más en forma. Ella misma ha explicado en muchas ocasiones su rutina tanto en alimentación como en ejercicios físicos. Tiene su preparador personal, que quiso compartir con Tamara, aunque la hija es menos constante que la madre. Hace yoga y juega al tenis.
En cuanto a la dieta alimenticia toma diariamente un batido con mezclas de verduras y fruta. No toma fritos, pan, grasas y carne excepcionalmente. Su única debilidad es el chocolate negro. A lo largo de su vida y como demuestra la hemeroteca se ha sometido a intervenciones estéticas y mantiene sesiones de belleza en los centros Massumeh y Maribel Yébenes.
Isabel Preysler no se dejaba ver públicamente desde hace tiempo como ya adelantó Vanitatis. Por fin la reina de corazones apareció en una fiesta privada acompañando a Mario Vargas Llosa. Fue el sábado pasado en el elitista Club Puerta de Hierro de Madrid. El motivo de la reaparición estelar de la pareja fue asistir a la boda de Bernardo Gallagher y Laura Contreras.
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