Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, un paseo por las estrellas (en La Palma)

Durante un tiempo fue Mario Vargas Llosa el que acompañaba a los actos sociales a Isabel Preysler. Se incorporó a la vida más mundana de su novia. Aún se recuerda la entrada triunfal de la reina de corazones y el nobel en la inauguración de la tienda Porcelanosa en la Quinta Avenida neoyorquina que tanto dio que hablar en las tertulias literarias. De un tiempo a esta parte han cambiado las tornas, y es Mario el que organiza la agenda lúdica de la pareja. Hace una semana acudieron al club Puerta de Hierro a la boda del hijo del empresario chileno David Gallagher, gran amigo de Vargas.

Y ahora, su última escapada tampoco la marca Isabel. La pareja viajó a la isla de La Palma, donde la cátedra que lleva el nombre del nobel prepara el Congreso de Escritores Hispanoamericanos en la localidad de los Llanos para el mes de septiembre. Esa es la razón de este viaje relámpago de setenta y dos horas donde Isabel solo llevó una maleta de cabina. Los novios disfrutarán de una visita guiada y privada por las instalaciones del Instituto Astrofísico de Canarias, ubicado en el municipio de Garafía. Allí se encuentra el observatorio del Roque de los Muchachos al borde del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. En el aeropuerto, les esperaban Rafael Rebolo y Rafael Arencibia, director y administrador respectivamente del centro.

Uno de los atractivos para los visitantes es poder observar el firmamento nocturno, de ahí que los más privilegiados puedan quedarse a dormir y compartir la vida con los científicos de todo el mundo que se instalan en este recinto. No es un hotel de lujo, sino un lugar de investigación donde los estudiosos duermen de día y trabajan de noche. Se pide silencio para no alterar el sueño de los profesionales. Hay un comedor y salas comunes para los investigadores, y en este caso también para Isabel y Mario, que conocerán de primera mano por qué las condiciones de este cielo son únicas y por qué existe la denominada Ley del Cielo, que afecta a las islas de Tenerife y La Palma, y que trata de evitar la contaminación lumínica, radioeléctrica y la que producen las rutas aéreas.

Una vez que finalice su paseo por los cielos estrellados desde el observatorio, tienen previsto hacer turismo por la zona y disfrutar de los restaurantes de La Palma. Da la casualidad que hace un mes se rodó un corto en el hotel Hacienda de Abajo con Pilar González de Gregorio, hija de la duquesa roja, como creadora del guion. En la historia se contaba cómo la reina de Inglaterra había decidido esconderse en este lugar agobiada por la boda de su nieto Harry con Meghan Markel.

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