Toñete, la promesa del toreo de la que muy pronto todo el mundo hablará

Hace vida de torero. Sin concesiones, sin licencias. Quiere -y puede- granjearse un futuro en el arte de Cúchares. Tiene 21 años, cursa estudios universitarios cuando el toro le da “permiso” y es rico de cuna, condición ésta que algunos no le perdonan.

Él, que gasta modales exquisitos, traga quina y hace oídos sordos cuando le señalan como el “hijo de papá”. Y sí, por supuesto que tiene padre, el empresario Antonio Catalán, hoy tan feliz como preocupado por la decisión que hace ya unos cuantos años tomó el pequeño de sus hijos: Toñete, que es el nombre con el que ha querido anunciarse en los carteles.

Desde entonces, su prioridad ha sido y es el toro, aunque jamás descuida su entorno familiar ni el de amigos más cercanos, a los que sigue viendo y con los que comparte tanto los éxitos que va cosechando tarde a tarde en los ruedos -como el épico triunfo que bajo un aguacero logró en la pasada feria de San Isidro-, como también los momentos difíciles. Por uno de estos pasa ahora el joven torero: Toñete se encuentra postrado en la cama de un centro médico madrileño -Hospital La Luz-, al que ha sido trasladado desde Mérida, tras sufrir un percance cuando toreaba en el campo a puerta cerrada.

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El novillero, que está anunciado en la próxima feria de Pamplona, buscando la mejor preparación de cara a ese importante compromiso, se entrenaba con su cuadrilla en una finca extremeña. Conocedor de la idiosincrasia que tanto caracteriza a la afición pamplonica, donde el triunfo no es una casualidad, pretendía/pretende llegar a ese paseíllo en plenas facultades.

Según el parte médico, tras una primera exploración física y la realización de pruebas complementarias, Toñete sufrió un “politraumatismo, trauma vertebral y pélvico sin fracturas. Contusión medular”. El mismo parte dictaba el ingreso hospitalario del torero para realizarle una “observación neurológica”.

Es probable que el diestro abandone mañana el hospital para seguir la recuperación en un ambiente más familiar. Durante unos días, según el entorno próximo al torero, “tendrá que guardar reposo”, para llegar en óptimas condiciones a su paseíllo del próximo 5 de julio, en el coso de Pamplona.