El teatro de Antonio Banderas provoca críticas entre los arquitectos de Málaga

Antonio Banderas ha vuelto para quedarse, pero en este caso no es solo para protagonizar la próxima película de Pedro Almodóvar, sino para iniciar una nueva faceta, en este caso como empresario teatral en Málaga. Sin embargo, no todo han sido parabienes en su regreso a la ciudad que le vio nacer. Su compra del Teatro Alameda, además de buenas palabras en el mundo de la cultura, también llega acompañada de algunas suspicacias por cómo se están produciendo los acontecimientos. El Colegio de Arquitectos de Málaga critica el modo en que se ha gestionado la concesión de los permisos necesarios para emprender la reforma del local.

Francisco Sarabia, decano del Colegio de Aquitectos, explica a Vanitatis el origen de esas suspicacias: "En circunstancias normales el tiempo del trámite para conseguir la licencia [de reforma] dura una media de un año. Eso significa que hay expedientes que duran 4 o 5 meses y otros que superan el año. En este caso, el expediente ha tardado un mes escaso; la licencia se solicitó el 14 de febrero y se le concedió el 15 de marzo".

Todo ello incluyendo el tiempo necesario para recabar el informe favorable de los técnicos del Ayuntamiento y también para obtener el preceptivo informe del Cuerpo de Bomberos. Según Sarabia, "desde la experiencia de representar a un colectivo de 1.200 arquitectos, el día a día de los profesionales es muy distinto: sabemos que para que un documento suba de la primera planta a la segunda se puede tardar una semana; en este caso el expediente de la licencia tardó en gestionarse un día".

Otro tema, la 'obra menor'

Otro tema que ha levantado ampollas en el sector es la calificación de la obra del nuevo teatro como 'obra menor'. Desde el colectivo se plantean dudas a este respecto. La calificación de obra menor obedece a criterios técnicos que, en muchos casos, dependen de la interpretación de la Gerencia de Urbanismo de Málaga.

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Hay un criterio que se sigue habitualmente y que dicta que si la obra afecta a la fachada del edificio, suele considerarse como un cambio en la configuración de los elementos estructurales del mismo, y como tal recibe la calificación de obra mayor. El proyecto de Teatro del Soho presentado a Urbanismo por Francisco Guillén, el arquitecto al que Banderas ha confiado el proyecto, además de una reforma del interior del inmueble, presenta cambios en la fachada y, sin embargo, se le ha concedido un permiso de obra menor.

Según Sarabia, "lo mejor de toda esta polémica es que la Gerencia de Urbanismo de Málaga ha demostrado que puede tramitar una licencia de obra en menos de un mes. Esta anomalía en el procedimiento tiene un coste político y lo que se ha hecho con este caso no está bien visto por los arquitectos o no se ha sabido vender. Es cierto que el Teatro del Soho es un proyecto importante para la ciudad, pero también lo es que estamos acostumbrados a que un documento tarde una semana para subir de una planta a otra". Sarabia sostiene, además, que "desde hace tiempo, los arquitectos de la ciudad demandamos a la Gerencia soluciones que agilicen la concesión en las licencias".

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Preguntado sobre si se puede hablar de trato de favor, el decano de los arquitectos apunta no querer "hablar de trato de favor, pero es evidente que alguien se ha preocupado de que todo el proceso vaya más rápido".

Y es que todo en relación con el futuro Teatro del Soho de Málaga se está realizando en tiempo récord. El sueño empresarial de Banderas nació hace siete meses, el 4 de enero de 2018. Radicada en la calle Granada, de Málaga, Banderas creó con esa fecha la sociedad Teatro del Soho S.L. junto a su hermano Francisco Javier, al que nombró administrador único de la empresa.

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Con un objeto social dedicado a la “promoción, representación técnica, organización y planificación de toda clase de espectáculos artísticos, teatrales, musicales, culturales, cinematográficos y cualquier clase de actuaciones de teatro”, la aventura del malagueño nacía con un capital social de 60.000 €. Se trata de la segunda intentona del actor malagueño de hacerse cn un teatro después del intento fallido de comprar los antiguos cines Astoria en mayo de 2017.

Banderas ha mostrado ilusionado esta misma semana las primeras imágenes del interior de la reforma. El actor malagueño, que pasará los próximos meses en España para participar en 'Dolor y gloria', la nueva película de Pedro Almodóvar, podrá seguir el curso de las obras en primera persona. Ajeno a la polémica, el actor se ha marcado ya una fecha en el calendario para levantar el telón: septiembre de 2019. El actor verá hecho realidad un ambicioso proyecto que pretende dar a la ciudad de Málaga un teatro con dos salas: una pequeña para montajes experimentales y una principal, con más de 600 butacas para albergar grandes producciones.

Un proyecto de grandes dimensiones para el que Banderas reconoce que tendrá que buscar inversores privados. Según el propio actor, empresarialmente este sueño suyo "es una ruina, pero por lo menos me he buscado una manera romántica de arruinarme".