Exclusiva: Luis Alfonso de Borbón viaja a Venezuela en medio de la polémica

Luis Alfonso de Borbón ha puesto tierra de por medio después de la polémica que ha supuesto su presencia en la concentración convocada por el Movimiento España en el Valle de los Caídos (El Escorial) el domingo pasado. Este lunes viajaba con destino a Venezuela por motivos laborales, ya que es vicepresidente internacional del Banco Occidental de Descuento, propiedad de su suegro, Víctor Vargas.

La asistencia del bisnieto de Franco a la misa organizada por partidarios del dictador ha llamado la atención. Esta liturgia formaba parte de la 'peregrinación' hasta el lugar donde se encuentra enterrado Franco, en pleno debate sobre su exhumación por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. En esta cuestión no están de acuerdo todos los miembros de la familia y de ahí que se haya complicado el proceso, y más aún con la presencia del bisnieto en un acto donde las consignas y banderas inconstitucionales arroparon su presencia.

Hace años, Carmen Franco, que intuía lo que iba a suceder en el futuro, mantuvo conversaciones con personas relacionadas con el Gobierno de Rodríguez Zapatero para que los restos de su padre se trasladaran al panteón del cementerio de El Pardo, donde estaba enterrada Carmen Polo. Una alta instancia de la Conferencia Episcopal, en el periodo del arzobispo emérito Antonio María Rouco Varela, paró el proceso.

Los que conocen al duque de Anjou (título que le corresponde en Francia) saben que siempre ha procurado mantener un perfil bajo y no pronunciarse con respecto a cuestiones que puedan crear polémica. Su presencia en la liturgia religiosa y después recibiendo los aplausos y vítores de una concurrencia que se identificaba con los cuarenta años de dictadura que hubo en España ha sido una sorpresa incluso para sus amistades. “A Luis le tocó vivir situaciones muy duras. El divorcio de sus padres, la muerte de su hermano, la de su hermanastra y el fallecimiento del duque de Cádiz. Podía haber sido un chico problemático y no lo fue. Es una persona muy tranquila y con una vida familiar y laboral estable. Por eso nos ha extrañado su presencia en el Valle de los Caídos, que solo puede traerle complicaciones”, explican a Vanitatis.

El bisnieto de Alfonso XIII, que acudió a la misa dominical con su mujer, Margarita Vargas, y sus tres hijos, explicó que lo hizo “para rezar” como muchas otras familias y gente venida de toda España y del extranjero.

Lo que sorprende realmente es el cambio de registro de Luis Alfonso. Nunca quiso tener una gran presencia en las conmemoraciones de los legitimistas franceses que cada año celebraban sus reivindicaciones en la iglesia de Saint-Denis. En esta basílica se encuentran las sepulturas de la mayoría de los reyes de Francia. Luis Alfonso acompañaba a su padre hasta que este murió. Fue entonces cuando su abuela Emanuela Dampierre y su tío Gonzalo quisieron mantener esa tradición y Carmen Martínez-Bordiú se negó: “Cuando cumpla 18 años que decida lo que quiera”.

Y así fue, recogió el testigo paterno, pero más de una manera simbólica que presencial. “No reivindico ni pretendo nada. Mi papel es asumir la herencia histórica y cultural de la familia real de Francia”, decía cuando le preguntaban si tenía intención de seguir los pasos de su padre. Precisamente como heredero de la dinastía, una de sus 'obligaciones' fue presidir el 'entierro' del corazón de su antepasado Luis XVII en la cripta real de Saint-Denis junto a su padre, Luis XVI, y María Antonieta.

A diferencia de las actuaciones del duque de Cádiz, implicado totalmente con los legitimistas y sus celebraciones, Luis Alfonso prefirió mantener un perfil mucho más bajo y con poca repercusión mediática tanto en Francia como en España. Lo de ahora sorprende.