Exclusiva: Begoña Gómez se coge una excedencia para ejercer como 'segunda dama'

Begoña Gómez ha tomado una decisión. Tras pasar unas semanas meditándolo, la esposa del presidente del Gobierno ha decidido acogerse a una excedencia y dejar su empleo temporalmente de forma voluntaria, tal y como confirman a Vanitatis fuentes de toda solvencia. Gómez ejercía hasta ahora como directora de consultoría en externalización comercial del Grupo Inmark para Europa.

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Begoña Gómez es licenciada en Marketing por ESIC y experta en 'fundraising' y captación de fondos para organizaciones no lucrativas (ONL). Además, la pareja del presidente tiene un perfil docente. Ha sido profesora de distintas escuelas de negocios y ha codirigido el máster en Dirección de Captación de Fondos Públicos y Privados para ONL de la Universidad Complutense de Madrid. Este año también ha dirigido la Diplomatura Universitaria de Técnico en Fundraising de la Complutense.

Gómez es, pues, una experta en el llamado Tercer Sector (el que no pertenece ni al sector público ni al privado, compuesto principalmente por entidades sin ánimo de lucro). Su actividad profesional podría haberla situado en una posición incómoda por un conflicto de intereses, por lo que ha decidido abandonar temporalmente su carrera para centrarse en su vida en la Moncloa.

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Ir ganando visibilidad

El perfil de Begoña Gómez en estos primeros meses de Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo ha sido absolutamente discreto. Se ha dedicado a organizar el traslado familiar a las estancias privadas de la Moncloa (salvo pintar, no han reformado nada más) y poner en orden su nueva vida. Su intención a partir de ahora es, sin embargo, ir ganando en visibilidad y sacar partido de su nueva situación para apoyar proyectos que lo necesitan. Precisamente por su conocimiento del sector, es consciente del valor que tiene su nueva proyección para este tipo de causas.

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El rol de Gómez se parecerá más al de una primera dama estadounidense, salvando las distancias. Es común que las esposas de los presidentes americanos, cuyo estatus sí está regulado, elijan uno o dos proyectos a los que dedicar sus esfuerzos. Michelle Obama, por ejemplo, se centró en mejorar la nutrición de sus conciudadanos, y Melania Trump atiende especialmente las causas infantiles. En España, la 'segunda' dama (la primera siempre es la Reina) no tiene un papel definido y queda a elección de la persona que acompaña al presidente del Gobierno decidir qué quiere hacer con esa nueva trascendencia.

Sus antecesoras en Moncloa optaron por un rol casi anónimo. Sonsoles Espinosa, la mujer de José Luis Rodríguez Zapatero, huyó de cualquier protagonismo, exactamente igual que lo ha hecho en los últimos años Elvira Fernández, la esposa de Mariano Rajoy. El único protagonismo que ha tenido Fernández se lo dio precisamente este fin de semana el expresidente Rajoy en el congreso extraordinario del Partido Popular con las siguientes palabras:

“Tengo que dar las gracias a unas personas que me han acompañado en la sombra. Las que con su generosidad han permitido que yo hiciera realidad mis sueños. Me refiero a mi familia. Durante estos años he faltado a muchas fiestas familiares, a reuniones del colegio, a cumpleaños. A todo lo que significa la vida de una familia normal. Y nunca he escuchado reproches. Y si he escuchado alguno, ni me acuerdo”, dijo Rajoy. “Mi familia ha tenido que sufrir las incomodidades y los sinsabores de la política. Muchas veces he llevado los problemas del trabajo a casa. Pero nunca los de casa al trabajo, porque siempre había quien lo solucionaba todo con cariño. Gracias por todo, Viri”.

Pedro Sánchez también ha hablado de su esposa en términos muy cariñosos. Ha reconocido que su optimismo y su espíritu crítico son, probablemente, las facetas que más definen a la madre de sus dos hijas. Lo dijo en una entrevista de televisión con Bertín Osborne, al reconocer que a menudo enfrentaba duras críticas por su parte. "Me da mucha caña", dijo.

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La primera vez que se dejó ver tras ganar su marido la moción de censura fue en una cena solidaria organizada por el doctor Pedro Jaén para recaudar fondos para el proyecto Albinos en Tanzania. Allí, en una charla con Vanitatis, ya anunció que no tenía intención de ser una mujer florero: “Creo que puedo ayudar y dar visibilidad a cuestiones solidarias”, dijo. Y acaba de dar el primer paso para hacerlo.