La primera Diada de Carles Puigdemont y su mujer, Marcela Topor, separados

Hace justo un año, Carles Puigdemont y Marcela Topor eran protagonistas de la manifestación independentista que llenó las calles de Barcelona. Las cosas han cambiado mucho desde entonces y esta será la primera Diada que pase separado el ex matrimonio presidencial. El 'procés' ha transformado la sociedad y también a algunas familias. Sus consecuencias, en este caso, son claras: Puigdemont vive en Bélgica y su mujer y sus hijas, en Girona.

La vida del expresidente de la Generalitat nada tiene que ver con la de entonces. Y la de Topor también ha cambiado en muchos aspectos. Desde Vanitatis hemos intentado confirmar si participaría en la manifestación de este martes y no hemos recibido respuesta oficial. Lo que está claro es que, haga lo que haga, nada será ya como antes.

El año pasado, la primera en sacar fotos de su marido era ella, orgullosa y contenta. Vestida de rojo, contrastaba con el blanco de la camisa de su marido. Desde que Puigdemont se fue a Bruselas, las apariciones públicas de la ex primera dama catalana han sido bastantes. Acudió a un desfile en Barcelona, recibió un premio en Girona, donde su marido había sido alcalde, y se ha manifestado en favor de los políticos presos en varias ocasiones. También ha reclamado que vuelvan los que se marcharon tras el 1 de octubre y ha estado presente en el Parlament diversas veces.

Mientras su vida privada sufría la ausencia de su marido y padre de sus hijas, su trabajo ha mejorado. Mantiene su empleo como presentadora y entrevistadora en el programa en inglés 'Catalan Connections' de El Punt Avui Televisión. Y desde marzo presenta 'The Weekly Mag', un programa de entrevistas de la televisión de la Diputación de Barcelona. La Xarxa es una red de emisoras locales que emite en todo Barcelona y que depende del partido de su marido.

El puesto es controvertido puesto que la experiencia de Topor -pese a que hay sectores que han intentado engrandecer su currículum- va estrechamente ligada a la carrera de su marido. Rumana de origen, habla cinco idiomas, lo que muchos usan como justificación para que pueda presentar un programa en televisión. Hasta ahora lo hacía en una empresa privada, la de 'El Punt Avui', pero desde hace unos meses lo hace en una empresa pública y cobra 6.000 euros al mes por ello.

Da la casualidad, además, que la empresa privada en la que también trabaja Topor ha entrado en fuertes pérdidas, tal y como publica estos días 'Vozpópuli'. Según la información de Rubén Arranz, el año pasado, 2017, esta compañía cerró en números rojos por primera vez en los últimos seis años y registró unas pérdidas de 1,5 millones de euros, según figura en su último informe de cuentas depositado en el Registro Mercantil.

La ex primera dama compagina ambos trabajos, y el de La Xarxa (pública) la obliga a viajar a Barcelona de vez en cuando. Será acaso este uno de los motivos por los que los vecinos de la zona del Golf de Girona, donde el matrimonio compró una casa hace unos años por 700.000 euros, la ven poco. “Nunca”, puntualizan a Vanitatis. Ni siquiera ven el coche de Mossos que solía hacer vigilancia ante el chalet.

La pareja cuenta con un piso en el centro de la ciudad, en la plaza Catalunya, y son varias las personas que señalan a este medio que Topor vive allí con sus dos hijas, una preadolescente, lo que le facilita los movimientos y el ocuparse de la familia sin el apoyo de la pareja. Y si el año pasado se manifestaba con su marido, este empezaba la jornada con una dedicatoria a todos los independentistas, incluido, claro, Carlos Puigdemont.