¿Quién le cayó mejor a Obama: Rivera, Sánchez o Iglesias? James Costos lo desvela
La obra narra detalles curiosos acerca del que fuera embajador de EEUU en Madrid entre 2014 y 2017, un hombre que estrechó lazos imposibles
James Costos nunca respondió al estereotipo del embajador de toda la vida. Además de normalizar lo que se ha llamado la 'diplomacia gay', convirtió la embajada de Estados Unidos en Madrid en un lugar de encuentro entre personalidades muy diversas. De cómo un alto ejecutivo de HBO acabó siendo el embajador de la administración Obama en España trata 'El amigo americano, el hombre de Obama en España' (editorial Debate), un libro de memorias del propio Costos escrito al alimón con Santiago Roncagliolo. La obra se publica el próximo 3 de octubre y revela detalles curiosos acerca de este conector de personas que puso la homosexualidad en las altas esferas del mapa político y estrechó lazos a menudo imposibles.
Tal y como reza en las primeras páginas del libro, cuando reclamaron a Costos desde la Casa Blanca este creyó que se trataba de una broma pesada. Una vez en su cargo, pareció entender enseguida la filosofía unificadora del presidente Obama y convirtió la embajada estadounidense en una 'dance floor diplomacy'. Las fiestas, los encuentros informales en los que se daban pasos de gigante, fueron habituales y muy preciados por la sociedad madrileña de estos últimos años.
Algunos de los pasajes del libro, que ya han sido adelantados por la editorial Destino, no tienen desperdicio. Por ejemplo, las páginas que revelan la primera vez que Costos se encontró con un rey Juan Carlos “cansado”. Corrían los tiempos de Botsuana y el emérito no estaba en su mejor momento. “El mismo monarca había perdido popularidad tras su participación en una cacería de elefantes, un pasatiempo demasiado suntuoso en medio de la crisis que azotaba el país, por el cual se había tenido que disculpar públicamente (…) El hombre que apareció ante mí era un rey cansado, dolorido, agobiado por su propio peso. A sus 75 años, se apoyaba en dos bastones para dar cada paso y todo movimiento le causaba dolor”.
Entre la mucha gente que conoció en la embajada, Costos también recuerda cuando se encontró por primera vez con los que hoy son los Reyes de España. Fue en los Premios Príncipe de Asturias. Su recuerdo de ambos es idílico. “La princesa Letizia me invitó a sentarme justo entre los dos, y no dejó de pasarme comida que iba combinando con sus propias manos. Tenía un gran sentido del humor y se mostraba muy preparada para su cargo (…) Por no mencionar lo guapos que eran. Si hubiese que rodar una película sobre príncipes, ellos se llevarían de calle todos los castings. Ese día, aparte de dejarme seducido, se portaron conmigo como viejos amigos. Ella se burló de mi pésimo español (ella se sigue burlando de mi pésimo español)”, recuerda.
En algunas ocasiones, su habilidad para tender puentes llevó al embajador a presentar a personajes de lo más dispares. Por ejemplo, ¿quién cree que le cayó mejor a Obama: Rivera, Sánchez o Iglesias? Dentro de las páginas de 'El amigo americano' está la respuesta. Ocurrió durante una visita del mandatario estadounidense a España. Su apretada agenda solo le dejó tiempo para presentarle a los líderes de la oposición en la base aérea de Torrejón de Ardoz. “Podrían saludarse 15 minutos en total, mientras el avión presidencial se prepara para volar a Rota. Hasta ahí llegaron Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias (…) En ese breve instante, yo diría que Obama congenió especialmente con Albert Rivera, a quien lo unía su juventud y su aire de dinamismo”.
Ese mismo día, Costos también tuvo que ingeniárselas para frenar a un Pablo Iglesias que quería saltarse el protocolo y regalarle a Obama un libro, 'La brigada Lincoln', sobre los voluntarios norteamericanos que pelearon por la República en la Guerra Civil. “Comparar los regalos a Obama de Rajoy e Iglesias, el jamón que obsequió Mariano y el libro de Iglesias, es una excelente manera de entender sus diferencias”, rememora.
Algunos de esos pasajes han despertado la admiración de gente tan dispar como el presidente Eric Schmidt, amigo de Costos y presidente ejecutivo de Google, o de la actriz Gwyneth Paltrow, que ha asegurado que 'El amigo americano' es “el maravilloso retrato, íntimo y divertido, de un hombre que ama España desde el fondo de su corazón estadounidense”. Schmidt y Paltrow, dos personas tan dispares como el propio James Costos, el embajador gay que si va a ser recordado por algo, será por no tener miedo a las mezclas y por derribar los infranqueables muros (de corrección política, de protocolos imposibles) típicos de su cargo. Los detalles de la caída de esos muros verán la luz el próximo 3 de octubre en las librerías.
James Costos nunca respondió al estereotipo del embajador de toda la vida. Además de normalizar lo que se ha llamado la 'diplomacia gay', convirtió la embajada de Estados Unidos en Madrid en un lugar de encuentro entre personalidades muy diversas. De cómo un alto ejecutivo de HBO acabó siendo el embajador de la administración Obama en España trata 'El amigo americano, el hombre de Obama en España' (editorial Debate), un libro de memorias del propio Costos escrito al alimón con Santiago Roncagliolo. La obra se publica el próximo 3 de octubre y revela detalles curiosos acerca de este conector de personas que puso la homosexualidad en las altas esferas del mapa político y estrechó lazos a menudo imposibles.