Las mujeres que marcaron la vida de Mario Conde (sin contar con Aramís Fuster)

Dicen que el amor es ciego, tanto que incluso puede llegar a vincular a mundos tan opuestos como el del esoterismo y la banca económica. Dicho escenario ha sido el que nos ha planteado Telecinco con el ‘idilio platónico’ que la concursante de ‘GH VIP 6’, Aramís Fuster (697 años, según ella), vive con Mario Conde (70), empresario y expolítico español. Un enamoramiento que ha traído llorando por las esquinas a la bruja más famosa de España dentro del reality y que parece haber llamado la atención del exbanquero.

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Conde, que vivía sus horas más bajas en 2002 al entrar en prisión por un delito de estafa en el marco del caso Banesto, ha correspondido mediáticamente a Fuster con un libro firmado que hizo llegar al plató de Telecinco. En el tomo se podía leer: “Para Aramís Fuster con afecto, Mario Conde”. Esto arrancó las lágrimas de la tarotista, que por un momento se puso seria y se dirigió a su ‘amado’: “Le agradezco este detalle y le pido disculpas porque nunca fue mi intención que su nombre saliera en la pantalla”. Ante esto, un equipo de reporteros del programa ‘Socialité’ se ponían en contacto con aludido, que se limitaba a contestar: “Se mandó el libro y ya está, no hay que darle más importancia”. Parece que así concluía una historia de amor tan surrealista como divertida.

Aunque la vidente VIP no ha sido la única mujer que ha llamado la atención del personaje mediático. En un tono mucho más serio, Conde se ha casado en dos ocasiones. La primera, Lourdes Arroyo, el gran amor de su vida y para la que siempre tiene un recuerdo. El amor surgía de forma casi automática y ambos se casaban en el año 1973 en Illescas (Toledo). Ella entonces tenía 20 años y el 24, cuando Arroyo era entonces conocida en los círculos más pudientes de la capital por provenir de una familia acomodada asentada en Madrid. De hecho, la urbanización Los Arroyos, cercana a El Escorial, está edificada sobre los terrenos de la familia de Lourdes.

Un trágico final para el matrimonio

Fue esta misma la que siempre abanderó su discreción y anonimato, el cual quiso mantener con Conde durante su matrimonio. Una unión que duró casi 35 años y que se presuponía idílica, en la que tuvieron dos retoños: Mario y Alejandra, los únicos dos hijos del político. Por desgracia, Arroyo fallecía en 2007 a causa de un tumor cerebral poco después de que Conde hubiera vivido sus momentos más convulsos en frente de toda España. En el octavo aniversario del fallecimiento de Arroyo, era Conde quien compartía esta foto de la misma en sus redes sociales personales.

Así las cosas, dos años más tarde parecía que la suerte le sonreía una vez más al empresario. Este conocía en su gimnasio a María Pérez-Ugena Corominas (51), profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Rey Juan Carlos y mucho más joven que él. Ambos se casaban por segunda vez (ella también contrajo matrimonio antes) en 2010, solo un año después de conocerse. Una boda íntima con solo 10 invitados en Chaguazoso (Orense), el refugio del exbanquero y hogar del matrimonio. Se separaron en 2016. Las circunstancias personales de María y los negocios de Mario les hacían pasar bastante tiempo separados.

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Ella dejó sus clases presenciales y comenzó a impartirlas de manera online tras darse el 'sí quiero'. Pero a los viajes por trabajo de Mario se suman las temporadas que María se marchaba a Almería para estar con su madre. Es allí donde la profesora se fue cuando, cansada del banquero y sus aventuras, decidió hacer las maletas y dejar atrás el hogar conyugal y cinco años de matrimonio. Era ese mismo año cuando Conde entraba de forma temporal en prisión por cuarta vez.

Conde sigue su vida en Galicia, no ha vuelto a probar suertes en asuntos del corazón y vive alejado de los focos. Muchas de las fotografías que sube a sus redes sociales son de su hija Alejandra y sus tres nietos, a los que adora. Todo en un perfil mediático muy bajo. Hasta que Aramís habló de él.

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