El cumpleaños de Tana Rivera en el año que vivió peligrosamente

Tana Rivera cumple hoy 19. Y no ha sido un año cualquiera para ella. La única hija de Eugenia Martínez de Irujo y la primogénita de Fran Rivera ha vivido todo tipo de aventuras en lo que vamos de 2018. Cual Sigourney Weaver en 'El año que vivimos peligrosamente', ha atravesado situaciones difíciles que la han sacado del entorno feliz donde se ha criado. Pero a diferencia de esta cinta de 1982, el escenario no ha sido Yakarta, Indonesia, durante el derrocamiento del presidente Sukarno, sino que la historia se sitúa en Ghana y no había un rodaje por medio. Pero vayamos por partes.

Tras su segundo traspiés en la Selectividad (algo que su madre no ha dado mucha importancia, al menos públicamente), a Tana Rivera le esperaba un verano trabajando como voluntaria en proyectos de desarrollo en la mencionada república de la Costa de Oro de África. La ONG, que luego acabaría estafándola, se llamaba Yes We Help y estaba liderada por un empresario catalán. Sus compañeras de fatigas en Winneba, una ciudad de 60.000 personas, desmintieron que fuera allí castigada por sus padres, como se había dicho, por no aprobar sus estudios.

De Egipto a Ghana pasando por La Pizana

Tana quedó enamorada de África después del viaje que hizo el pasado marzo con su madre y Narcís Rebollo a Egipto. Pero el 2018 le deparaba un desagradable incidente. Tres hombres armados habían irrumpido en su residencia en Ghana y tuvo que ser evacuada de la ciudad ghanesa Winneba -tres meses después del viaje al país de las pirámides- por la policía local y con colaboración de la embajada española en el país junto a otros voluntarios.

La nieta de la fallecida duquesa de Alba reapareció una semana después, el 29 de julio, sana y salva en el concierto de Morat, dentro del Universal Music Festival, junto con su madre, que anunció rotunda que tomará acciones legales contra dicha ONG, para la que su hija estuvo colaborando un mes.

El brazo protector de mamá

Francisco y Eugenia se separaron en 2002, cuando Cayetana apenas tenía 3 años, por lo que ha vivido gran parte de su vida con padres divorciados y eso le ha marcado el carácter. En una familia que orbita alrededor de la figura de la duquesa de Alba, la aristócrata que consiguió hacer durante toda su vida lo que le dio la gana, Tana, su nieta preferida, ha crecido con cierto grado de libertad y le gusta tomar decisiones por sí misma. Pero tras esta difícil situación en África, Tana volvió al regazo protector de su madre, su modelo y con la que tiene una envidiable relación.

Este año también está marcado por su puesta de largo, que se convirtió en el evento social de final de verano, estratégicamente colocado en distinto mes que la boda de su primo, Fernando Martínez de Irujo con Sofía Palazuelo, futura duquesa de Alba. Tana pasó de ser la adolescente timada a la reina de la fiesta. El 15 de septiembre la cita era en La Pizana, la finca que la duquesa de Alba regaló a su hija tras la boda de esta con el diestro, ubicada en la localidad de Gerena, a las nueve de la noche.

Amor y menos píxeles

La duquesa de Montoro, de Caprile como su hija, se hizo cargo de los gastos que suponía agasajar, cual boda, a su niña. Con ella se rompió la tradición familiar de celebrar esta fiesta en el palacio sevillano de Dueñas, histórica propiedad de los Alba. Tana Rivera, que llevaba once meses despixelada, lució como nunca. Presumió radiante de un modelo de Lorenzo Caprile y favoreció, una vez más, la buena sintonía entre sus progenitores y las dos dispares sagas. La joven se paseó feliz del brazo de su padre y del novio de su madre, con quien tiene una excelente relación (no en vano sus primeras prácticas fueron en el chalet del madrileño paseo de los Cerezos de Pep’s Music Group, la discográfica del empresario Pepe Barroso, que desde 2016 está vinculada al gigante Universal, presidido por Rebollo).

Para Tana este verano también ha sido el del amor. Ha presentado a los suyos en su puesta de largo a su pareja, Curro Soriano (21), su primera gran ilusión. Sevillano, dos años mayor que ella y deportista. Se conocen desde hace años, pero ha sido este verano cuando ha surgido la chispa entre ellos. Con él comparte su afición por el toro y el flamenco (y su alergia a las redes sociales).

VEA AQUÍ: El vídeo más comentado de la puesta de largo de Tana Rivera

En este otoño caliente, no ha dejado de tomar decisiones. Y no nos referimos a optar también por un modelo de Caprile en la boda de los duques de Huéscar. Después de su puesta de largo empezó un módulo en Sevilla y estaba viviendo con su padre, Lourdes Montes y sus hermanos, pero solo en seis días tomó la decisión de volver a Madrid con su madre. Eugenia, que estaba preparando la gran boda de los Alba, quiso -como siempre- quitar hierro al asunto. En declaraciones a Paloma Barrientos, dejó claro que la decisión de Tana no ha tenido nada que ver con problemas de convivencia: “Ella está muy bien y yo estoy muy contenta. Ella ya está estudiando, ha empezado aquí el mismo módulo que estaba haciendo en Sevilla", añadía.

Por su parte, Fran daba también estos días su versión: "Suena raro, porque en seis días se ha ido, pero ella no ha acabado de encontrarse aquí a gusto y tiene su vida montada en Madrid desde hace muchos años. Para mí ha sido un palo grande, pero bueno, lo importante es que mi hija esté bien". Y el resto de la historia apunta a que la seguirá escribiendo ella.