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Rania de Jordania y otros ejemplos extremos de 'Tu cara (ya) no me suena' (por la cirugía)
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A la felicidad por el bótox

Rania de Jordania y otros ejemplos extremos de 'Tu cara (ya) no me suena' (por la cirugía)

Ha sido la penúltima de una larga lista de celebrities que un buen día decidieron darle un empujoncito a su imagen a base de bisturí y se les fue la mano

Foto:  Rania, en una imagen reciente. (Getty)
Rania, en una imagen reciente. (Getty)

Rania de Jordania ha estrenado cara esta semana. La cosa en sí no es noticiable porque la reina hachemita pasa por el taller cada cinco o seis meses. El pulso que mantiene con el paso del tiempo y la gravedad de momento lo va ganando la jordana, aunque como siga por ese camino es probable que llegue a un punto sin retorno en el que Rania dejará de ser Rania para pasar a ser una mala imitación de sí misma.

Lo hemos visto en los últimos años con algunas celebrities que esa lucha encarnizada contra el reloj biológico no dudan en ponerse en manos de expertos para que detengan el tiempo en sus rostros. Algunas veces el resultado es asombrosamente satisfactorio (Isabel Presyler o Jane Fonda son dos ejemplos de que la cirugía con mesura puede ser una gran aliada). Pero en otras ocasiones el bótox fue un gran enemigo. Repasamos algunos casos con resultado entre sorprendente y surrealista.

Renée Zellweger

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Probablemente el caso más claro de suplantación de personalidad sin serlo. Cuando salieron las imágenes del nuevo rostro de Bridget Jones, todo el mundo pensó que era maquillaje para algún nuevo papel en la carrera de la actriz. Tardamos varios días en entender que ella era ella y no otra, mientras la pregunta no era '¿qué se ha hecho?', sino '¿qué no se ha hecho?' y terminábamos antes. El cambio fue tan radical que se acuñó el término 'hacerse un Zellweger'.

Nicole Kidman

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Hay figuras en el museo de cera madrileño que tienen más registros faciales que Nicole Kidman. La actriz de 'Los otros' es además una de las arrepentidas y ha expresado alguna vez su error. Ella misma admitió públicamente haberse excedido: “Desafortunadamente, probé el bótox, pero ya lo dejé y ahora puedo volver a mover mi cara de nuevo”. Desgraciadamente hay algunas cosas que no tienen vuelta atrás como la flecha lanzada o la palabra dicha. O la (mala) cirugía realizada.

Amaia Montero

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Hace tiempo que la cantante vasca es más conocida por sus desvaríos mediáticos que por sus canciones: además del rifirrafe dialéctico mantenido con Malú y su famoso 'me ha llamado gorda y punto' (hay quien ya se ha hecho camisetas), y alguna salida de tono en concierto, la excantante de La Oreja de Van Gogh volvió a las portadas de las revistas cuando en marzo nos enseñó su nueva cara: pómulos muy marcados, ojos excesivamente rasgados y un cuerpo trabajado.

Mila Ximénez

Nunca antes una operación estética había sido tan mediatizada: Telecinco, ya se sabe, hace seguimiento de todo lo que tiene que ver con sus estrellas, así que Mila no podía ser una excepción. Después de varios días alimentando las tertulias de sobremesa, la ex de Santana apareció con una nueva cara que incluía un repaso por frente, párpados, rellenos, cara y cuello, y que desató un aluvión de memes en la red.

[LEER MÁS: Analizamos la nueva cara de Mila Ximénez, qué se ha hecho y cuánto ha costado]

Silvester Stallone (y su madre)

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No sabemos si al protagonista de 'Rambo' y a su madre les hicieron un dos por uno, pero ambos han usado (y abusado) del bótox cosa mala. El actor, que ha negado una y otra vez el consumo de esteroides para hinchar su cuerpo, no ha tenido ningún problema para confesar que se ha hecho retoques estéticos. No sabemos si más, menos o igual que su madre, Jackie, que a sus 96 años es una leyenda viva de la serie Z de Hollywood.

Berlusconi y Putin

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No es algo habitual, pero de vez en cuando pasa porque los políticos también son vanidosos. Mientras en España lo más atrevido que podría verse sería que algún expresidente se tiña la barba o que algún líder se corte la coleta, en otro países, léase Italia y Rusia, los máximos representantes no dudan en pincharse. A sus 81 años el italiano se planchó tanto la cara que algunos le compararon con el personaje de 'La máscara', mientras que el ruso, bastante más joven, ha rejuvenecido aún más a base de infiltraciones y aumento de pómulo.

Donatella Versace

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Donatella es a la cirugía lo que Versace a la moda: exceso, barroquismo, exuberancia, exageración. La hermanísima del diseñador no ha parado de ponerse labios, quitarse arrugas y luchar por ser la única persona en el mundo (junto con Julio Iglesias) que tenga un Pantone propio: el moreno Donatella, una suerte de naranja zanahoria y marrón cacao. La italiana suma estiramientos faciales, rinoplastias, implantes de busto, colágeno en toda la cara… Si fuera un juego de mesa, sería Operación, claramente.

Reina Letizia

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Un secreto a voces. Que la Reina se ha hecho algún retoque es algo que la propia Casa Real llegó a confirmar en el verano de 2008: en concreto una intervención de septorrinoplastia para corregir una desviación del tabique nasal que le producía problemas respiratorios ocasionales. Sin embargo otras fuentes hablan de mentoplastia, elevación de párpados y algo de bótox para estirar la piel. De hecho la peña periodística Cuarto Poder, un grupo de periodistas especializados en prensa de sociedad y espectáculos, le otorgó este año el premio al mejor retoque estético.

Bruce Jenner / Caitlyn Jenner

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La madre de todas las cirugías, la madre de todos los cambios. Pocos conocíamos a este lado del globo a Bruce Jenner, a pesar de que lograra una medalla en las Olimpiadas de Montreal de 1976. Sin embargo, cuando apareció con su nueva cara, su nuevo cuerpo, su nuevo nombre y su nuevo sexo, Caitlyn se convirtió en un icono global. El padre de las Kardashian se convirtió en mujer en 2015 y desde entonces no ha parado de acaparar portadas.

Rania de Jordania ha estrenado cara esta semana. La cosa en sí no es noticiable porque la reina hachemita pasa por el taller cada cinco o seis meses. El pulso que mantiene con el paso del tiempo y la gravedad de momento lo va ganando la jordana, aunque como siga por ese camino es probable que llegue a un punto sin retorno en el que Rania dejará de ser Rania para pasar a ser una mala imitación de sí misma.

Nicole Kidman
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