Serio, místico, comprometido: Miguel Bosé reaparece ajeno al caso Nacho Palau

Decía el músico Miles Davis: “El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos”. Miguel Bosé sigue mudo. Tal vez porque comparte con el famoso trompetista norteamericano que a veces se dice más sin decir nada.

Desde que supimos de la ruptura de su relación con el escultor valenciano Nacho Palau, no hemos vuelto a escuchar hablar a Miguel. Le hemos visto posar y escribir, pero no hablar. No ha habido comunicado oficial ni declaración alguna al comunicado de su ex en el que expresaba su intencion de interponer las acciones judiciales necesarias para la defensa y protección de sus intereses y fundamentalmente, de sus hijos menores".

Lo más cercano que hemos estado a saber lo que piensa Miguel Bosé al respecto es lo que ha dicho Belén Esteban, que asegura que una fuente fiable y cercana al cantante afirma que "está muy enfadado por lo que ha hecho Nacho, se ve traicionado y ha decidido demandarle porque considera que se ha violado su derecho al honor".

Y aunque el cantante 'Bandido' no ha abierto la boca, lo que sí ha hecho es seguir con su actividad en Instagram, donde, en las últimas fotos que ha publicado, vemos a un Miguel reflexivo, serio, centrado, místico (hay imágenes de santos y vírgenes) y comprometido: con su nuevo país de residencia, con el arte indígena y con los niños mazahua. De hecho, la única imagen en la que vemos a un Bosé más sonriente y relajado es en la imagen en la que aparece rodeado y abrazado a un grupo de niños. ¿Casualidad?

Las redes sociales sirven para muchas coas, pero sobre todo sirven para comunicar, incluso cuando no se está comunicando. No es la primera vez que sabemos de la ruptura de parejas por sus redes o justo lo contrario: la confirmación de un nuevo amor. Los hay que usan sus cuentas para presentar a sus nuevos hijos o para verbalizar finales de relación.

Hace unos días, una imagen publicada por Bosé se interpretó como un mensaje velado: “Se acabó. Ya no podré acariciar a mis hijos. Ya no podré ser igual a mis igual. Ya nunca más podré volar…”. Aunque la campaña formaba parte de una crítica por el usos abusivo del plástico, la imagen de un pájaro envuelto sin poder batir las alas y la doble lectura de esa frase revolucionó el espectro informativo. ¿Estaba mandando Bosé un mensaje al mundo sobre cómo se sentía?

Ahora que su privacidad ha saltado por los aires, ahora que se ha levantado el telón de su vida personal, ahora que se prevé una lucha encarnizada por la custodia de sus hijos, Miguel se fotografía rodeado de un montón, en la apertura de una ludoteca: “Tuve el honor de inaugurar la ludoteca en San Felipe del Progreso, EdoMéx. En la que se beneficiarán 176 niñas y niños mazahua. Bravo”.

Tal vez sea casualidad. Tal vez sea coincidencia. Tal vez.

La palabra es plata. El silencio es oro.