Hablamos con Patricia Sanchiz, la decoradora de la casa de los Reyes

La decoradora Patricia Sanchiz recibe a Vanitatis en la tienda de decoración y antigüedades FdG cercana a la plaza de las Salesas, propiedad del reputado arquitecto y decorador Fernando Fauquié, que es su amigo. Entre originales y exquisitas piezas de decoración posa con una soltura que embelesa a las cámaras, mientras nos contagia de su entusiasmo por la decoración y desgrana con cierta prudencia detalles del proyecto que hace dieciocho años la coronó como indiscutible reina del interiorismo. No obstante entre sus clientes figuran los más prestigiosos empresarios, banqueros y deportistas de élite nacionales e internacionales. Pero si hay un trabajo que brilla de un modo especial entre todos los que ha realizado en sus cerca de treinta años de impecable andadura profesional, es incuestionablemente el haberse encargado personalmente de la decoración de la residencia oficial del entonces príncipe Felipe en Zarzuela. Lugar en el que actualmente Felipe VI reside con la reina Letizia y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

La vocación de Patricia por la estética y la creatividad comenzó siendo niña. Como ella misma reconoce, fue “muy poco niña” porque le encantaba rodearse de adultos para empaparse de literatura, historia y política. Su ADN se imponía, ya que es tataranieta del inolvidable jurista e historiador Joaquín Costa. Estudió en un colegio francés en Barcelona y más tarde en el IADE. Empezó a trabajar en solitario nada más terminar sus estudios, hasta que un año más tarde el gran Pascua Ortega la descubrió y la propuso hacerse socios. ‘Fuimos socios seis años, siento gran admiración hacía él y además somos grandes amigos”, comenta.

Un concurso para decorar el pabellón real

Patricia Sanchiz entró en Zarzuela en el año 2000 tras haber ganado un concurso público para decorar el llamado Pabellón del Príncipe. Durante tres años y medio de incansable trabajo decoró la casa del entonces Príncipe Felipe. “Asumí el proyecto con gran responsabilidad y con la enorme admiración que siento hacia la Casa Real, pero con mucha normalidad”, reconoce. “Desde el más profundo respeto, el aquel entonces Príncipe y yo manteníamos una relación muy natural, prácticamente era como un cliente más.”.

No le molesta que en ciertos círculos se le conozca como la 'decoradora del Rey'. “¿Cómo me va a molestar? Está claro que en mi carrera ha habido un antes y un después de ese proyecto, sobre todo por la difusión que ha tenido. Pero he hecho muchos proyectos más…”, zanja quitándose importancia.

Pregunta: ¿Cómo recuerda esos tres años y medio que duró el proyecto?

Respuesta: Fantásticos. Mi relación con él era muy buena. Es un hombre muy accesible, tranquilo y con una gran sensatez. Tenía las ideas muy claras pero se dejaba aconsejar.

P: ¿Aconsejaba al entonces Príncipe algún miembro de la familia real?

R: Yo me reuní siempre con él, nunca con ningún otro miembro de la familia real. Tampoco me habló de que le hubieran aconsejado…

P: ¿Cuándo le encargaron el trabajo sabía que continuaría siendo la residencia de don Felipe una vez fuera coronado rey?

R: Sí. Me pidieron hacer la casa pensando que algún día viviría un rey en ella.

P: Con motivo del 50 cumpleaños de don Felipe se publican una serie de vídeos y fotografías de su vida cotidiana en las que se puede apreciar la decoración de la casa. ¿Continuaba todo igual a como lo había dejado usted?

R: Yo diseñé hasta el más mínimo detalle de la decoración: puertas, pavimentos, rodapiés… Todo eso es muy complicado que cambie. Habría sido lícito que se hubieran cambiado objetos de decoración. Las necesidades cambian, los gustos también y las cosas se pueden deteriorar con el tiempo. No me habría sentido mal si así hubiera sido, pero la realidad es que seguía prácticamente igual a como la dejé.

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P: Confiéseme, ¿analizó los vídeos y fotografías con detenimiento?

R: No me hizo falta porque soy muy observadora (risas). Salvo alguna pequeña cosa, todo seguía igual.

P: ¿Cuál considera que fue su obra maestra en la casa?

R: Es difícil escoger… Hice toda la planta de abajo y también los baños de la parte de arriba.

"El del Rey tiene olivos y el de la Reina, naranjos"

P: Perdone la indiscreción, pero ¿cómo es el baño de un rey?

R: Como el de cualquier otra persona. (Carcajada). Lo único que como don Felipe es tan alto, la alcachofa de la ducha es mucho más alta. (Más risas). Las paredes de los cuartos de baño están cubiertas de un mosaico de vidrio de Murano con decoración vegetal. Concretamente con olivos y el baño de la Reina con naranjos.

Conserva varias anécdotas de aquellos años en Zarzuela que hacen que esboce una tímida sonrisa cuando le pedimos que nos confiese alguna. “Hay muchas pero no se pueden contar”. Reconoce abiertamente que no mantiene relación con el rey Felipe VI desde que terminó su trabajo. Monárquica reconocida, considera que “Felipe VI está siendo un rey magnífico en una época complicada”.

Desde que finalizara el más mediático de sus proyectos, Patricia no ha dejado de trabajar. Desde titánicos proyectos que copan años de su agenda hasta el más pequeño, decorar un apartamento de tan solo 30 m2. Ha firmado desde proyectos clásicos a otros de lo más vanguardista siempre adaptándose a los gustos y necesidades de sus clientes. Unos clientes que en muchas ocasiones terminan convirtiéndose en amigos gracias a la cercanía e implicación de una de las decoradoras que reina en nuestro tiempo.

Texto: María Luisa García Moro

Estilismo: Carla Aguilar

Fotografía: Olga Moreno

Ayudante fotografía: Helena Sánchez

Peluqueria y maquillaje: URVAN

Agradecimientos: FdG - Fernando Fauquie