Paula Echevarría y Miguel Torres: ¿crisis en el paraíso?
La rumorología ha puesto en marcha una bola que lleva la palabra 'crisis' escrita por una cara y los nombres de la actriz y el futbolista por la otra
Paula Echevarría y Miguel Torres acaban de celebrar su primer año de pareja. Atrás quedan aquellos principios accidentados de coches saliendo apresuradamente de un garaje, encuentros en apartamentos por el centro, camisetas regaladas, comidas con amigos y fotografías subidas a Instagram. Un años después, todo es más tranquilo y sereno... ¿O no tanto?
Justo cuando se cumple el primer aniversario de la relación entre la actriz y el futbolista, los rumores sobre una posible crisis entre los dos son cada vez más frecuentes, algo que por cierto ha molestado mucho a Paula.
La noticia saltaba cuando algunos medios publicaban cómo la actriz podría no estar pasándolo muy bien y así se lo había hecho saber a sus amigos más cercanos. Una de las razones de ese 'enfriamiento' podría ser la distancia que media entre ambos: ella en Madrid y él en Málaga, donde juega en el equipo de la ciudad andaluza.
Hace unos meses, se supo que el futbolista estaba intentando arreglar esta situación dejando el club malagueño y volviendo al Getafe, equipo en el que militó entre 2009 y 2013. Sin embargo, ese cambio era algo complicado teniendo en cuenta que el contrato del futbolista se había ampliado hasta el 2020.
Para intentar frenar esos rumores sobre los supuestos problemas de la pareja, Paula ha negado que haya ninguna crisis y ha afirmado que todo está bien entre ellos. Claro que la última vez que supimos de una crisis en su vida, la que tuvo con su ex David Bustamante, ella fue la última en comentarlo abiertamente, y cuando todo el mundo aseguraba que la ruptura era un hecho, ella se limitaba a comentar que “en mi casa pasan cosas”.
Paula Echevarría y Miguel Torres acaban de celebrar su primer año de pareja. Atrás quedan aquellos principios accidentados de coches saliendo apresuradamente de un garaje, encuentros en apartamentos por el centro, camisetas regaladas, comidas con amigos y fotografías subidas a Instagram. Un años después, todo es más tranquilo y sereno... ¿O no tanto?