Un año sin Carmen Franco: de la lucha por su patrimonio a su nieto instagramer

Un día como hoy justo hace un año, víctima de un cáncer terminal con el que llevaba meses luchando, fallecía a los 91 años Carmen Franco, única hija del dictador Francisco Franco y Carmen Polo. Carmencita o Nenuca, como también la llamaban, tuvo siete hijos (Carmen, Mariola, Francis, Merry, Cristóbal, Arantxa y Jaime) con Cristóbal Martínez-Bordiú, cardiólogo y X marqués de Vilaverde, con el que se casó vestida de Balenciaga en 1950 y que la dejó viuda en 1998.

Discreta, poco aficionada a la política pero mucho a viajar y madre ante todo, conocimos más detalles sobre su vida cuando hace unos meses se emitió una entrevista póstuma con ella en Telemadrid. En ella declaraba sobre su padre que “no era excesivamente duro. La gente de su época lo conocía bien, pero la posteridad... Cuando pasas a ser un mito, es según te toque”. De su madre dijo que “era una persona muy entrañable y muy sacrificada. Lo que sí era verdad es que era muy aficionada al collar de perlas”, para añadir después que le gustaba mucho el cantante Raphael.

Ahora, cuando se cumple un año de su muerte, su familia sigue de máxima actualidad en varios frentes. El más mediático por supuesto es la polémica exhumación de los restos del dictador impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez. Lo último que sabemos al respecto es que podría producirse entre finales de enero y mediados de febrero, una fecha para la que podría no estar aún aprobada la reforma de la Ley de Memoria Histórica con la que el Ejecutivo quiere impedir que los restos de Franco acaben en la cripta de la catedral de la Almudena. Mientras, las visitas al Valle de los Caídos se han disparado un 83% más respecto a 2017.

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Mientras, no son pocos los lugares que se ofrecen como destinatarios de dichos restos. El último, Cubillas de Rueda, un pequeño pueblo leonés, cuya alcaldesa, Agustina Álvarez (PP), ha enviado una carta en nombre del ayuntamiento a la Fundación Nacional Francisco Franco para ofrecer el cementerio de su pueblo como nuevo emplazamiento de los restos del dictador.

Precisamente la FNFF también está dejándonos abundantes titulares ya que en el espacio de pocas semanas han visto cómo el Ayuntamiento de Barcelona solicitaba su ilegalización, proponiendo hacer un frente común antifascista en contra de la apología de la dictadura franquista; también hemos sabido que la Fiscalía Provincial de Madrid ha archivado las diligencias abiertas por la denuncia de la Fundación Nacional Francisco Franco por las parodias del programa 'El intermedio' sobre el dictador, al entender que están amparadas por la libertad de expresión; y como colofón, la denuncia del robo de una caja fuerte en su sede.

La herencia de Franco es, todavía, otro de los temas calientes en la familia. El testamento de Carmen Franco aún no ha sido ratificado al no ponerse de acuerdo su herederos, por lo que sus siete hijos están enfrascados en una guerra civil por el reparto del suculento patrimonio, especialmente inmobiliario, cifrado entre 500 y 600 millones de euros.

El centro de muchas de las polémicas familiares está en el errático comportamiento de la hija mayor, Carmen Martínez-Bordiú, que ha intentado alejarse del ojo público pero que este año ha sido noticia por conseguir el título de duquesa de Franco de su madre y por la condena a pagar al fisco una multa de 525.063,96 euros.

Y para terminar nos encontramos con la nueva generación de los Franco del siglo XXI –los trece bisnietos del dictador– que se mantienen mayoritariamente alejados de la prensa y dedicados casi todos al derecho o al mundo empresarial. Entre ellos destaca sobre todo Luis Alfonso de Borbón, que ha convertido sus redes sociales en todo un homenaje a su bisabuelo. "Te fuiste hace 43 años, pero estás más presente que nunca. Tus enemigos y unos traidores a la Patria no te olvidan, ni cesan de mencionarte. Otros muchos te seguimos recordando y rezando por ti", escribía el mes pasado.