Paula Echevarría se 'carga' la gallina de los huevos de oro
Tras el fiasco del estreno de 'Los nuestros 2', ponemos el foco sobre la actriz e influencer. Según los datos, la valoración general sobre ella ha bajado sensiblemente, a pesar de su rotunda popularidad
El amor de las masas es una materia efímera. Un día el interés por ti es un incendio que inflama las redes sociales y al siguiente te has achicharrado. La fama, esa cualidad que, según Dickens, era amada por todo corazón humano, es cruel con sus fieles y hay que saber mantener con ella un eterno baile de ausencias y presencias. Paula Echevarría, que hace tres años era absolutamente imprescindible, amenaza con cargarse su propia gallina de los huevos de oro. Un mal resultado televisivo, algunos estilismos imposibles y una vida personal que ya no vende tanto como antes parecen ser las claves de la tormenta perfecta que se cierne sobre ella.
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No es una impresión nuestra, que también, los datos avalan el hecho de que la bellísima Paula ya no genera el mismo interés que antaño. "Si comparamos sus datos actuales con los de hace tres años (noviembre o diciembre de 2015), su imagen se ve afectada por un descenso en todas sus valoraciones", confirman en Personality Media, la empresa líder del sector que valora a las celebrities como prescriptores publicitarios. "Su valoración general pasa de un 6,5 de nota media a un 5,9. En datos porcentuales es una caída del 10%".
El tirón de Paula Echevarría, según puntualizan en la empresa, sigue siendo "brutal". Tiene uno de los mayores grados de popularidad entre todos los famosos que valoran. "Para el target de mujeres, Paula Echevarría tiene una notoriedad, a día de hoy (dato recabado entre noviembre y diciembre de 2018), del 76% solo mostrando su foto (espontáneo) y sube hasta el 93% cuando se le añade su nombre (sugerido)". Esto la sitúa como un personaje perfecto para cualquier campaña publicitaria.
Donde no parece acompañarle la suerte es en su carrera como actriz. El pasado miércoles, Telecinco estrenó la segunda temporada de 'Los nuestros', protagonizada en esta ocasión por Echevarría y Rodolfo Sancho. Los datos de audiencia sonaron estrepitosamente entre los muros de Mediaset. La vieron 1.515.000 espectadores, un 10,2% del share, cuatro puntos por debajo de la media de la cadena las noches de los miércoles. El grupo, de hecho, ha reaccionado con rapidez y emitirá este fin de semana de nuevo ese capítulo para intentar resucitar la serie.
Tampoco la última película de Paula Echevarría en los cines ha arrasado. Según datos oficiales, 'Ola de crímenes' recaudó 3.040.874 euros y la vieron poco más de medio millón de espectadores. Para que se hagan una idea, la película española más vista del año, 'Campeones', roza ya los 20 millones de recaudación.
Pero ¿qué es lo que puede estar fallando? Acudimos a los datos para diagnosticar la enfermedad que puede estar padeciendo la popularidad de la actriz. "Las tres variables de imagen, entre las 18 que recoge el estudio de Personality Media, en las que más cae porcentualmente son en 'cercanía', 'llama mi atención' y 'naturalidad', que bajan en un 15%, un 17% y un 14% respectivamente", explican. "En datos medios, en 'cercanía' la actriz tenía un 6,3 y pasa a un 5,3; en 'natural' obtuvo un 6,1 y ahora un 5,3; y en 'llama mi atención' pasa de un 6,3 a un 5,2".
Así, la actriz ha adquirido una imagen más sofisticada, pero eso la ha penalizado entre algunos sectores que ya no empatizan tanto con ella como antes. Las variables de imagen donde más estable se mantiene con el paso de estos tres años, aunque también bajan sus datos, son en 'atractivo', 'marca tendencia' y 'elegancia', donde solo cae en un 2%, 5% y 4% respectivamente.
El fenómeno Paula Echevarría fue aumentando imparablemente desde el año 2006 de la mano de dos variables. Por un lado, su trabajo como actriz e influencer (tiene dos millones y medio de seguidores en Instagram). Y por el otro, su vida personal. En ese 2006, el año de su boda con David Bustamante, solo la conocía un 46% de la población (según datos recabados entonces por Personality Media). Pero a partir de 2011 y, sobre todo, de su intervención en 'Velvet', todo empieza a cambiar, y desde junio de 2017 sus niveles de popularidad superan siempre el 90%.
Ese mes de junio de 2017, Paula Echevarría registra su mayor pico de búsquedas en Google. Fue durante la primera comunión de su hija Daniella, cuando la pareja ya estaba separada (aunque no oficialmente) y ella escogió un vestido rosa que no todos entendieron. Fue una de sus primeras decisiones de estilo que crearon polémica.
Es un hecho. El perfil (de estilo) de Paula está cambiando y en parte lo podemos ver en los estilismos que está paseando por Mediaset. Llamativos y muy diferentes al streetwear que suele pasear en su blog. Así como en su muro de Instagram juega con las mezclas de marcas y prendas, de un mes a esta parte, en sus apariciones televisivas, ha apostado por total looks de lo más sorprendentes y que lanzan una imagen muy diferente a la que ha proyectado hasta ahora en sus redes sociales. ¿Este cambio de imagen también la estará perjudicando?
Uno de los más criticados ha sido esta oda al estilo flamenco y a la Abeja Maya.
Un vestido de María Escoté con el que ha promocionado la nueva serie ‘Los nuestros 2’. Otro día, en la presentación de la misma serie, lució un look de The 2nd Skin Co. con estampado floral que a nuestro parecer no destacaba su increíble figura.
En su periplo por los programas de la cadena también le tocó visitar 'GH Dúo' (lo que tiene que hacer una para comer). La apuesta de nuevo fue un vestido, en esta ocasión más discreto y favorecedor que los anteriores de la firma The Kooples.
Este último, sin duda, es el que más identificamos con su personalidad.
El amor de las masas es una materia efímera. Un día el interés por ti es un incendio que inflama las redes sociales y al siguiente te has achicharrado. La fama, esa cualidad que, según Dickens, era amada por todo corazón humano, es cruel con sus fieles y hay que saber mantener con ella un eterno baile de ausencias y presencias. Paula Echevarría, que hace tres años era absolutamente imprescindible, amenaza con cargarse su propia gallina de los huevos de oro. Un mal resultado televisivo, algunos estilismos imposibles y una vida personal que ya no vende tanto como antes parecen ser las claves de la tormenta perfecta que se cierne sobre ella.