La vida tranquila de Arantxa Sánchez Vicario en Miami y por qué no quiere volver a España

Es una de las deportistas españolas más importantes de la historia. Rompió barreras, estereotipos y prejuicios y logró que el país la adorara a base de trofeos y victorias. Arantxa Sánchez Vicario ganó millones con el tenis y su vida corría acorde a su patrimonio. Pero la vida da vueltas y ahora vive de dar clases de tenis en una escuela de Miami. La campeona lleva una vida sencilla, da clases varios días a la semana con un buen sueldo, que según ha podido saber Vanitatis dista mucho de los enormes emolumentos que percibía en su carrera deportiva.

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La ruptura con Josep Santacana la ha acercado a parte de su familia, aunque sigue sin mantener relación con Javier, su hermano, a quien acusó en su momento de aprovecharse de su situación económica y con quien a día de hoy todavía no se habla. Acaso porque no ha cerrado todas las heridas, acaso porque tiene muchas abiertas aún en Estados Unidos, Arantxa no quiere volver a España y así se lo dice a su círculo, tal y como han contado a Vanitatis

Este viernes 1 de febrero, sin ir más lejos, la tenista tiene una cita en los juzgados con su exmarido, con quien sigue un largo y costoso proceso de divorcio en el que se cruzan las acusaciones mutuas y en el que el entramado empresarial que mantuvieron ambos juega un importante papel. Santacana y Sánchez Vicario firmaron unas capitulaciones matrimoniales ante notario varios meses después de casarse para blindar el patrimonio de la tenista. Se lo había pedido su familia y fue una de sus pocas concesiones. Pero ese documento se le ha girado en contra, puesto que durante el matrimonio, Santacana tomó las riendas de la economía familiar y ahora ella no tiene nada a su nombre.

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Mientras los procesos judiciales en los que ambos están inmersos siguen su curso, en los que no se puede obviar la querella que presentó el Banco de Luxemburgo, la vida fluye algo tranquila para la tenista. Tiene además a su hermano Emilio cerca, en Naples, donde dirige su escuela de tenis. Emilio siempre intentó mediar entre su hermana y sus padres, así que cuando Santacana presentó la demanda de divorcio, Arantxa recurrió a su hermano mayor para volver al seno familiar.

Son sus hijos, Arantxa y Leo, quienes más preocupan a la familia. Viven lejos de España y pese a que la madre del clan, Marisa, viaja a menudo para atender a su hija y nietos, nadie puede evitar el desequilibrio que se impuso en casa cuando empezó el proceso de divorcio.

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Este viernes, la expareja tiene una cita en los juzgados de Miami a las 9:30 de la mañana, un encuentro que se debería repetir el lunes 4 a la misma hora. La causa se abrió a raíz de la demanda de divorcio de Santacana, demanda que retiró cuando la defensa de Sánchez Vicario le exigió saber dónde está su dinero, su patrimonio y en general los bienes que administraba el marido, tal y como informaba Paloma Barrientos en Vanitatis. El juez puede solicitar toda esa documentación para acreditar qué bienes se han comprado, cuáles se han vendido, qué ha sucedido con el dinero efectivo y cómo se ha administrado una fortuna que parece haberse eclipsado.

La decisión de retirar la demanda, informó Barrientos, sería el consejo que habría dado a Santacana su abogado para que no intervinieran los jueces. Por este motivo, Sánchez Vicario presentó una demanda de divorcio por su cuenta en los juzgados de Miami.