Hace casi un año unió su empresa al equipo de The Apartment, la agencia especializada en estilo de vida, y eso le ha permitido crecer en lo que de verdad le gusta, la Comunicación.

Su buen momento profesional coincide también con un excelente momento personal gracias a su relación con un apuesto empresario, un banquero de inversión experto en finanzas llamado Don Johnston, al que conoció en una fiesta y que le aporta paz y tranquilidad.

Y sobre todo que la mantiene alejada de las diferencias políticas del Gobierno con la familia de su primer marido, Jaime Martínez-Bordiú, con quien estuvo casada seis años, de 1995 a 2001, a propósito de la tumba de Franco en El Escorial, un tema sobre el que no quiere ni pronunciarse.

Su relación con los Franco

Nuestra cita en el hotel Intercontinental de Madrid me muestra una Nuria feliz. Organizada, puntual y con ganas de supervisar hasta el más mínimo detalle. Alta, mide, 1,78, a sus 52 años se mantiene totalmente en forma: “Me cuido, procuro hacer deporte, voy al gimnasio... Y más este año que estoy sola”. Su hijo Jaime ha cumplido 18 años y estudia en el extranjero”. Y ella disfruta de su soledad volcada en su trabajo, yendo a verle siempre que puede y escapándose a Baqueira, su paraíso, numerosos fines de semana.

Nuria, ¿qué has aprendido en veinte años dedicada a la comunicación?

Sobre todo a adaptarme a los nuevos tiempos y a ir por delante de lo que va a venir. En este mundo hay que estar muy al día, no relajarte. He aprendido a trabajar con rapidez, a trabajar para antes de ayer (ríe) Y a seguir mi intuición. Creo en mí y hago las cosas con convicción. Tengo una forma de comunicar muy personal, muy exquisita aunque suene cursi, cuido mucho los detalles, con mimo… y sobre todo con mucho cariño.

¿Ser autónoma e independiente te ha hecho más fuerte?

No sé si ser autónoma me ha hecho más fuerte o la vida me ha obligado a ser más fuerte. Soy la pequeña de cuatro hermanos y como suele pasar en todas las familias numerosas, la pequeña siempre es una superviviente.

¿Pertenecer durante unos años a la familia Franco te ha abierto puertas?

Ninguna. Ten en cuenta que fue hace muchos años. Hace mucho que trabajo por mí misma, aprendiendo y evolucionando, como todos.

¿Qué opinas de la polémica de la exhumación de Franco en el Valle de los Caídos?

Nada. Es un tema que no me concierne. Insisto, hace muchos años ya que no tiene nada que ver conmigo. Eso es un asunto político en el cual no tengo nada que opinar

¿Guardas relación con la familia?

Una relación muy correcta y muy cordial. Es la familia de mi hijo y él se lleva muy bien con todos sus primos. Pero no voy a hablar de eso porque de verdad que no es mi tema.

¿Felipe y Letizia, buenos comunicadores?

Volvamos a la comunicación. ¿Qué tiene que tener una marca para que interese?

Tiene que tener identidad y contar una historia. Y hablar el mismo vocabulario que su consumidor. Si no tiene todos estos requisitos, soy yo quien los hago para crear la marca.

¿Qué le recomendarías a Letizia para que mejore su imagen?

A la Reina le recomendaría que sea ella misma. Yo creo que tiene imagen de modelo y no es una modelo, es una reina. Se le está dando demasiada importancia a su aspecto exterior y creo que ella no se siente cómoda, tiene mucha presión. No tiene por qué intentar ir la moda, puede tener su propio estilo. Me gustaría que su imagen fuese más de reina. Eso sí, debería apoyar más la moda española, aunque no siga las tendencias.

¿Qué español saca más provecho a su marca personal? ¿Los políticos? ¿El Rey?

De los políticos no me gusta ninguno. El Rey tiene muy buena marca a nivel internacional y nacional. Hoy en día todo el mundo trabaja su marca personal, ahora está al alcance de todo el mundo mostrarse como quiere que le conozcan, pero si es a nivel profesional hay que contratar asesoramiento. Internet es imparable, así que no hay que tenerle miedo. Lo que hay que hacer es potenciar qué quieres que se sepa de ti.

¿Por qué las firmas de lujo eligen influencers jóvenes, si los jóvenes no tienen dinero para consumir?

Los jóvenes son los que ayudan a transmitir. Las marcas les quieren porque consumen internet y a través de ellos las marcas apuestan por el futuro. De todas formas, las marcas de lujo no solo venden objetos, venden experiencias que pueden estar al alcance de más gente. Hay marcas de lujo que han abierto restaurantes, cafeterías, hoteles. Buscan vender experiencias. El lujo ya no es solo poseer algo físico sino experimentarlo.

¿Venden experiencias porque ya no venden bolsos, por ejemplo?

Las marcas de lujo hacen esto porque se han adaptado a la crisis y han querido llegar a todo el público. Y llegan a través de otros negocios. Así acercan el lujo a la calle. Las marcas aparentemente elitistas quieren acercarse al público generalista, quieren abrirse. Por ejemplo, las marcas de moda de lujo se dirigen a la gente joven creando zapatillas de deporte, sudaderas…, algo impensable hace años. Por otro lado, marcas como Bulgari o Ralph Lauren han abierto hoteles y restaurantes, galerías de arte e incluso floristerías como la de Loewe, clubs o discotecas como las de Cavalli o Armani

¿Es lujo low cost?

Yo no lo llamaría así. Es un lujo experiencial. El lujo es lo inalcanzable, lo deseable, lo que no todo el mundo puede tener, desde un bolso, hasta restaurante, un viaje… una experiencia…, y no tiene por qué ser caro. Hay cosas caras que no son lujosas. El lujo es también tiempo, disfrute, placer. Es lo difícil de alcanzar y por eso te genera deseo. El tiempo es el mayor lujo, el bien más valorado.

¿Las influencers son las columnistas de opinión del siglo XXI?

La moda de las que ahora llaman influencers nació cuando un grupo de personas empezó a hablar en las redes sociales de lo que querían y de lo que les apetecía y lo hacían libremente. Y como fueron escuchadas por mucha gente, se convirtió en profesión. Pero no son líderes de opinión. Los líderes de opinión siempre han sido gente preparada, con formación y con experiencia. Las influencers viven de la imagen, no de la palabra, y esa es una gran diferencia. Hay algunas que sí saben transmitir porque son naturales de verdad, no buscan un objetivo. Esas son las que triunfan.

El éxito y la conciliación

¿Tu mayor éxito?

Coach, la firma americana que vino a España. Y tengo que reconocerles que pusieron a mi disposición todas las herramientas que yo necesitaba. Coach fue mi primera marca cuando monté mi empresa y le tengo un cariño especial. Te diré que en las reuniones internacionales, España era un ejemplo. Esa marca me hizo sentirme muy orgullosa de mi país.

¿De qué firma te has quedado con las ganas?

De Ralph Lauren. Me encanta. Es un estilo de vida, tiene ropa de vestir, ropa de casa, un restaurante en Nueva York... Para llegar a la gente qué mejor que montar un restaurante a pie de calle. Puede ser más caro o más barato, pero siempre podrás tomarte al menos un café o un vino.

¿El lujo es compatible con la ecología?

Cada vez hay más empresas conscientes de esta responsabilidad. Como ejemplo, TUMI está haciendo un trabajo precioso en Langrug (Sudáfrica) en un proyecto para hacer llegar agua potable a lugares donde no existe y ha lanzado una colección con materiales reciclados, concienciada con salvar el planeta.

Para ser emprendedora, ¿qué se necesita?

Ilusión, confianza en lo que estás haciendo y ganas… De ahí te sale una fuerza impresionante. Yo he sido modelo, trabajé en 'Telva'' y finalmente monté mi propia empresa. Y me encontré con muchísima competencia y muchísima creatividad. Hay gente muy buena porque la crisis ha desarrollado muchos talentos. Pero hay que adaptarse. Y eso que me he encontrado muy sola como autónoma. He dado empleo y no he tenido ayuda. El Gobierno no cuida ni a los autónomos ni a la pequeña empresa.

¿Para ti la vida laboral ha sido compatible con la vida familiar?

Para mí sí lo ha sido porque al ser autónoma he organizado mi propio tiempo. El problema es cuando no tienes libertad, cuando tienes que llevar a tus hijos al médico y no puedes. Pero siendo autónoma eso me ha resultado mas fácil. De todas formas, yo creo que estamos aprendido a compatibilizar y en las casas las cosas están cambiando, se está consiguiendo…

¿Alguna vez te han acosado?

Jamás. Sí he encontrado machistas, pero pienso que el problema lo tienen ellos porque son barreras que ellos mismos se ponen en sus vidas.

¿Tú pareja, Don Johnston, opina sobre tu trabajo o se mantiene al margen?

A mi pareja le dejo opinar porque tiene mucho conocimiento y experiencia, sabe mucho de todo (ríe).

¿Que tal con él en el amor?

En el amor estoy muy tranquila. No sé si decir feliz, porque la felicidad son momentos, pero sí estoy tranquila. En este momento de mi vida solo busco el ahora. Quiero estar bien y trabajar mi equilibrio personal, trabajar mis amistades, intentar ser lo más generosa posible y disfrutar el día a día.

Jaime Martínez-Bordiú y José María Pasquín, dos maridos de los que te has divorciado, y ahora Don ¿A la tercera va la vencida?

Esa no es una frase para mí. No tengo ningún objetivo en este aspecto, porque ya los dos hemos hecho nuestras familias y llega una edad en la que lo único que buscas es tranquilidad, equilibrio y mucha lealtad. Don y yo nos entendemos y nos apoyamos mutuamente. Es una persona que me fascina y que me hace reír. Confío en él.

Su pasión oculta

¿Qué sueño te queda por cumplir?

Un año sabático, pero para volver a trabajar donde lo dejé, no para empezar de cero. Sé que no me puedo ir un año entero, pero viajar por el mundo sería mi sueño. Y tocar la guitarra. Esa es mi nueva ilusión. Es una afición que tenía desde pequeña, después la abandoné y he vuelto. Voy a clase y estoy avanzando rápido sin más objetivo que disfrutar en la intimidad con mis amigos.

Sin embargo, en tu Instagram tienes una foto tocando nada menos que con Juan Carmona.

Él es un profesional y me acompañó en un momento, en una cena privada, surgió. Conocí a su mujer, María Segura, en el Camino de Santiago y nos hicimos muy amigas. He encontrado en la guitarra ese momento en el que el tiempo se para. Es una forma de expresarme siendo yo misma. Es otra forma de comunicación.