Luis Alfonso de Borbón presume de bebé junto a su suegra, María Leonor Santaella

La mecenas y fundadora del grupo Pro Arte y Cultura, Mayte Spínola, abrió las puertas de su casa para la entrega de las medallas de oro que llevan su nombre. La organizadora quiso que esta cuarta edición coincidiera con la apertura de ARCO, feria a la que acuden coleccionistas de todo el mundo. Muchos de ellos, como Solita Cohen, Tanya Capriles y Marion Cisneros, recibieron o entregaron las medallas de oro que reconocen la labor de artistas jóvenes y veteranos que sin la ayuda del colectivo Pro Arte no habrían tenido su oportunidad.

Esta reunión cultural privada es una de las más atractivas, tanto por los premiados como por los invitados que acuden a la imponente casa de la anfitriona, que tiene el detalle de colocar la obra (pintura o escultura) de los componentes del grupo en las paredes y en el jardín para que los invitados puedan disfrutar de esta exposición itinerante.

Este año faltaron Alicia y Esther Koplowitz, que no fallan a la convocatoria de la mecenas, igual que la infanta Elena. En los tres casos la razón de su ausencia fueron motivos relacionados con sus agendas laborales. Sí hubo un mensaje de felicitación de los Reyes enviado por Jaime Alfonsín, jefe de la Casa de su Majestad, que reconocía el trabajo y la dedicación de los artistas en un mundo donde las oportunidades para los que empiezan es complicado.

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Hubo otro mensaje del rey Simeón de Bulgaria, que, como los anteriores, excusó su presencia. Recogió el premio su nuera Miriam Ungría, viuda de Kardam, recién llegada de Londres, donde se instaló hace un año para estar más cerca de sus hijos, que viven y trabajan allí. Vendió su casa de Madrid y empezó una nueva vida alejada del mundo social de de la capital. Gemóloga y diseñadora de joyas, abrió mercado en el Reino Unido, donde sus creaciones están triunfando. Una de las sorpresas de la velada fue Luis Alfonso de Borbón. El duque de Anjou no recibía medalla, pero sí su suegra, María Leonor Santaella. Era la primera vez que la madre de Margarita Vargas acudía a un acto de estas características como protagonista. Su yerno fue su caballero andante.

Luis Alfonso, feliz con su nueva paternidad, mostraba a los presentes fotos del bebé, muy parecido a él a la misma edad. Explicó que Margarita no había podido acudir por la lactancia: “Come cada tres horas. Es muy bueno y muy tranquilo. Los hermanos lo han recibido de distinta manera. Los gemelos como una novedad y Eugenia se ha convertido en la ayudante de su madre. Le da biberones y está pendiente”.

Respecto a determinados temas, menos familiares y agradables, Luis Alfonso fue cauto. De la exhumación de su bisabuelo cree que legalmente no se va a poder hacer y resaltó la unión de los Martínez-Bordiú Franco en todas las decisiones que afectan a la unidad familiar. Tanto en ese tema como el relacionado con la herencia de su abuela Carmen Franco.

El torero Miguel Báez Litri recogió su premio de manos de la duquesa de Gandía. Retirado desde hace veinte años de su profesión, sigue relacionado con su mundo y torea en capeas privadas. Mantiene una relación muy cordial con su exmujer, Carolina Herrera, de la que se divorció hace dos años. Ágatha Ruiz de la Prada llegó con Luis Miguel Rodríguez, desmintiendo cualquier desencuentro afectivo entre ellos.

La baronesa Thyssen, Ana Botella, Ana María del Pino, presidenta de la Fundación del Pino y madre del presidente de Ferrovial; la mecenas de música Mónica Lavino-Marino, Borja de Arteaga, marqués de Vívola; Nieves Herrero, el presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández Vega; Paula Fuster, los duques de Aveiro, el abogado José María Mohedano, la escultora Rosa Serra, la artista Rosa Gallego, el modisto colombiano Carlos Arturo Zapata y la escritora Julia Sáez-Angulo fueron también premiados.