La guerra de los Thyssen llega a su fin: Borja y Francesca sellan la paz con un acuerdo

Como en la popular película de los 80, la guerra de los Thyssen parecía no tener fin. Es más, parecía que solo podía escalar en capítulos más dramáticos. Nada más lejos de la realidad, o así al menos lo han dado a entender ambas partes. Borja y Francesa Thyssen, hermanastros y archienemigos hasta la fecha, han sellado la paz con una muestra conjunta de su patrimonio artístico. Y para que no quepa duda, se han fotografiado en público, amables y hasta cariñosos entre ellos. Ver para creer.

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El Museo Thyssen y la Fundación Francesca Thyssen han llegado a un acuerdo, tal y como publica 'Diez Minutos', por el que la hermanastra del hijo de la baronesa expondrá piezas de su colección en el recinto museístico madrileño. Será dos veces al año y para anunciarlo, el pasado miércoles Borja y Francesca posaban juntos, agarrados de la mano, sonrientes y como si nada.

Faltaba Tita Cervera, viuda del barón, pero no Blanca Cuesta, esposa del heredero, quien se mostró también atenta y educada con su cuñada. Todos juntos estuvieron entre el público de una conferencia sobre Amar Kanwar, artista y cineasta indio que ha expuesto sus obras en las mejores galerías del mundo. Kamwar expone su obra estos días en Madrid, coincidiendo con ARCO Madrid, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y en la Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (de la que Francesca es la responsable), lo que ha unido a los hermanos. La charla dio pistoletazo de salida a la exposición, que se puede visitar hasta el 19 de mayo.

La guerra empezó hace ya muchos años, cuando falleció el barón Thyssen, en 2002. Entonces Carmen Thyssen y los hijos del aristócrata alemán se enfrentaron por lo mismo que ahora ha unido a los hijos: el arte. Tita quería vender una pieza de Edgar Degàs, la pintura 'Caballos de carreras en un paisaje', y los hijos se opusieron, en especial Francesca, que dio voz al malestar familiar. "Tita ha arruinado a nuestra familia", decía sin tapujos.