Eva González, Lourdes Montes y su encuentro 'secreto' en Ronda

Tras la visita que Eva González y Cayetano Rivera realizaron a Lourdes Montes y Fran Rivera en su domicilio de Sevilla, las dos parejas han vuelto a encontrarse pero en esta ocasión en Ronda. La finca familiar que comparten los hermanos, el Recreo de San Cayetano, fue el lugar elegido para pasar las dos parejas el fin de semana con sus hijos.

Todos los rumores que apuntaban a que había un desencuentro entre las dos cuñadas parece que han ido disipándose y ellas mismas han intentado normalizar una relación que nunca ha sido de amistad pero sí “políticamente correcta”, como la definió Francisco Rivera.

Lo cierto es que el hecho de que Eva González tardara dos meses en conocer a su nuevo sobrino era al menos llamativo. Y que coincidieran ambas el mismo fin de semana en Almonte, asistiendo Eva al desfile de su amigo Cristo Báñez el viernes y no quedarse al de Lourdes, que fue el sábado a la una del medio día, también. Por eso, Eva y Cayetano lo primero que hicieron a la semana siguiente es la visita correspondiente para conocer a Curro Rivera Montes. Llegaron sobre las cinco y media de la tarde y permanecieron en la casa sevillana de Fran y Lourdes alrededor de una hora. A la salida iban jugando con su hijo y contentos. Los primos al fin se habían conocido.

Cayetano ha estado esta última semana llevando a cabo una preparación exhaustiva de cara a la corrida que torea el domingo en Morón de la Frontera. Comparte cartel con Jesulín de Ubrique y el joven sevillano Pablo Aguado. Este último sustituye a Enrique Ponce, que sufrió una cogida en Valencia. Se produce una de las corridas taurinas más mediáticas, ya que tanto Jesús Janeiro como Cayetano Rivera son protagonistas habituales de las crónicas sociales. Curiosamente en Morón de la Frontera, en la misma plaza de toros, tuvo lugar también el encuentro público de los hermanos Benítez, Manuel y Julio, los dos hijos toreros de Manuel Benítez, en marzo de 2017.

Estos días en los que en Sevilla se viven las fechas previas a la Semana Santa, también Francisco Rivera se encuentra ensayando con sus compañeros costaleros por las noches. Francisco pertenece a la Cuadrilla del Cristo de las Tres Caídas de Triana desde hace años, Cayetano es hermano pero hace estación de penitencia como nazareno. El abuelo de ambos, Antonio Ordóñez, llegó a ser hermano mayor de la Esperanza de Triana y su madre, Carmen, sentía gran devoción por la Esperanza.

Sin lugar a dudas el siguiente encuentro público de las dos parejas será en Semana Santa. El Jueves Santo, en la calle Pureza, donde se encuentra la Capilla de los Marineros, los dos hermanos Rivera tienen una cita con su devoción religiosa y cumplirán con la tradición familiar. La cuarta generación de los Rivera, Cayetano Rivera González y Curro Rivera Montes, acudirá con sus padres ante las imágenes por las que su familia siente tanta devoción.

Eva, por su parte, se ha instalado en su domicilio sevillano y desde allí viaja a Madrid todas las semanas para presentar las galas en directo de 'La Voz'. Está muy ilusionada con este trabajo, ya que la música le encanta y entre sus amistades más cercanas se encuentran las cantantes Pastora Soler o Vanesa Martín. Sin embargo confiesa a sus amigos que le "cuesta mucho" separarse de su "niño”. Curiosamente, es la misma frase que Lourdes dijo en el Ave camino de Madrid, hace unos días. Tenía cita con sus clientas madrileñas para presentarles la nueva colección de flamenca Miabril. Francisco la acompañó y aprovecharon para disfrutar de algunos momentos como pareja.

A la vuelta a Sevilla vivieron un pequeño sobresalto. El pasado martes 19 de marzo, Lourdes había sido invitada a la presentación de la nueva colección de Victorio y Lucchino. A la diseñadora le une una amistad especial con ellos y confirmó su asistencia, dentro del evento Andalucía de Moda que organiza otra buena amiga, Raquel Revuelta, y que tuvo lugar en la Fundación Cajasol. Finalmente Lourdes no se presentó. Disculpó su asistencia por un imprevisto de salud relacionado con su pequeño. Afortunadamente, todo quedó en un susto.